Así está ahora La dulce Harleey tras la visita Chicote en 'Pesadilla en la cocina'

Llevar un restaurante no es tarea sencilla y si algo nos ha dejado claro el programa de 'Pesadilla en la cocina' es que hay que tener en cuenta hasta el más mínimo detalle para conseguir mantener a los clientes satisfechos: desde las instalaciones y limpieza hasta la atención del personal y, por supuesto, la comida y rapidez. Cuidar estos puntos es esencial para que un local de restauración consiga sostenerse en el tiempo y tener una buena cartera de comensales que quieran repetir. Y para conseguir esto no hay nadie más efectivo que el chef Alberto Chicote.

Este martes el chef se ha desplazado con su programa hasta Alcalá de Hernares, donde ha acudido para ayudar al bar La dulce Harleey, un local motero que lleva 8 años dando de beber y alimentando al mundo del motor de dos ruedas en la localidad. María, su dueña, buscaba servir buena comida y cambiar los platos precocinados por una oferta exquisita al más puro estilo ruta 66, que mejore la fama y clientela de su local.

La tarea no era nada sencilla: cuentas sin pagar, consumiciones de otros locales, chupitos con los comensales... El negocio sin duda no pasaba por su mejor momento y las deudas comenzaban a crecer más rápido que los ingresos. Rondas gratuitas de chupitos a ritmo de rock, cuentas sin pagar y comida traída de fuera no terminaban de conseguir atraer clientes y mantener suficientes ganancias, así que la intervención de Chicote era necesaria para tratar de reflotar el negocio.

Además de María, la encarga del loca, la plantilla de La dulce Harleey la forman 'Serrucho', encargado y camarero; Nadia y Lola, cocineras y Elena, camarera. Aunque para los trabajadores, gran parte de que el restaurante no terminase de remontar se debe a estar dirigido por una persona que no sabe dirigir. Y es que María, comprometida con que el cliente se lo pase bien, terminaba invitando a rondas de chupitos y permitiendo que incluso entrasen comidas de otros locales, afectando notablemente a sus ingresos.

Tras presenciar el ritmo de trabajo y su particular forma de servicio, Chicote señalaba los principales fallos del restaurante y cómo poder mejorarlos. Tras incluso un encontronazo de uno de los trabajadores con el chef, el equipo lograba comprender que aplicar los cambios era más que necesario para mantener su local a flote.

Así que, aplicando las recomendaciones de 'Pesadilla en la cocina', el restaurante terminaba por desarrollar un menú casero que aportase un valor añadido real al buen ambiente del local, que sigue operativo. La dulce Harleey abre todos los días, excepto los lunes, a partir de las 17.00 horas y con un precio estimado de 20 euros por persona.