La polémica por el menú catalán en la semifinal de 'Masterchef 7' grabada en Valencia ha tenido como daño colateral la imagen del grupo de falleros que se encargaron de probar los platos cocinados por los concursantes. La organización del programa buscó a un grupo de falleros y la invitación llegó a una falla del centro de la ciudad como es la de Grabador Esteve-Cirilo Amorós gracias a una fallera de la propia comisión con la que contactó la productora. Su presidente, Antonio Escrig, recuerda que cuando les sirvieron el postre en la mesa ya comentó a los compañeros que habían «echado en falta algún plato valenciano». La polémica ha estallado casi tres meses después de pasar por cocinas.
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Escrig recuerda que la semifinal se grabó «unas pocas semanas después de fallas» y que les comunicaron hora y lugar exacto al que acudir vestidos de falleros, «que era lo que quería la productora». Tras una breve charla en la que les detallaron cómo sería a nivel técnico la grabación, el grupo de 30 falleros de la Falla Grabador Esteve-Cirilo Amorós accedió al comedor y se sentaron para esperar al inicio de la degustación. «Nos dijeron a algunos que tendríamos que hablar sobre la fiesta y los trajes y con eso nos quedamos ahora: representamos a Valencia, a las Fallas y a la cultura valenciana», apunta uno de los tres presidentes de la comisión.
Empezó el servicio con un bacalao «que estaba bastante bien» según recuerda Escrig, pero al llegar el postre el propio presidente ya echó en falta que entre los platos que les habían servido ninguno era típico de la cocina valenciana. «Lo comenté en la mesa a mis compañeros y después al acabar la grabación fue un comentario en el que coincidimos casi todo el grupo. Nos pareció raro porque cuando graban en exteriores suelen cocinar platos tradicionales del lugar y a nosotros no nos sirvieron ninguna elaboración de la gastronomía valenciana». Escrig sí ha querido remarcar que los falleros no conocieron de forma previa el menú que les servirían en la grabación.
Después de que los concursantes se jugaran su paso a la final del concurso elaborando un menú catalán, los jueces Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera sí pudieron degustar un plato valenciano como es una paella de pato y conejo del restaurante Àtic en el que grabaron la semifinal de 'Masterchef'. Casi tres meses después de grabar y tras respetar la firmada confidencialidad a los falleros, pese a la polémica, les queda «la ilusión, el honor y el orgullo de que Grabador Esteve haya estado en la televisión para representar a Valencia» y, como comenta Antonio Escrig con cierto humor, «ser lo único valenciano, junto con la naranja de la crema catalana, que estuvo allí».
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