'La mamadita' de la taberna Lolailo de Valencia deja sin palabras a Chicote

El chef y presentador de 'Pesadilla en la cocina' se quedó sin palabras cuando el restaurante de su último programa, la taberna Lolailo de Valencia, le sacó por sorpresa su chupito estrella, conocido como 'la mamadita'.

Chicote acudió a la llamada de la propietaria del establecimiento valenciano ante el descontrol y falta de seriedad por parte de los trabajadores que reinaban en su negocio, que lo estaban llevando a pique. El chef ha tenido que hacer frente con mucha paciencia a este desbarajuste, sumado a la mala calidad de la comida.

El programa arrancaba con Alberto Chicote echando un vistazo en la taberna Lolailo a una carta «desangelada», donde la mayoría de los platos eran frituras. «Por lo que veo aquí, la freidora tira a máxima velocidad. Tienen que tener una que será como una piscina», comentaba el chef de 'Pesadilla en la cocina'.

Además de la carta en español, el Lolailo también tenía un apartado en inglés para los comensales. En ella, Chicote pudo leer 'Raincoats', 'Gambón to' al ajillo' o 'Table cheese oil'. Unos términos con los que el chef se lo pasó «pirata». «¡Esto es divertidísimo!», aseguró.

Durante el programa, se suceden los despropósitos:

Unos clientes descubren una cucaracha muerta en la teja de patatas del Lolailo. La clienta se levanta y lo comunica en cocina. A Chicote se le ponen «los pelos de punta». «Nunca nos ha pasado. ¿Te hago otra en otro plato?», pregunta la dueña del restaurante. Los comensales prefieren no seguir comiendo.

En otro momento y tras un servicio caótico, la prima de la dueña del Lolailo intenta arreglar el desastre a base de servir 'mamaditas' gratis a los clientes. Una iniciativa que aprueba la dueña: «Vale, ponle a todo el mundo 'mamaditas' y todo gratis, a tomar por culo». Además, el equipo de la taberna se une a la fiesta, lo que acaba indignando a algunos clientes.

Chicote tuvo que armarse de paciencia para hacer entender al equipo del Lolailo que sólo el más absoluto tesón y seriedad lograrían salvar un negocio a la deriva. ¿Lo habrán conseguido?

De momento, la página de Facebook de la Taberna Lolailo, situada en la avenida del Puerto, ha colgado el cartel de «Cerrado permanentemente».