El nutricionista Pablo Ojeda desmonta el mito de beber dos litros de agua al día

Mantener una hidratación adecuada en cualquier época del año es fundamental para garantizar un funcionamiento óptimo de nuestro organismo. Sin embargo, en los meses de verano, cuando las temperaturas se elevan y la actividad al aire libre aumenta, la necesidad de hidratarnos adecuadamente se vuelve aún más crucial. En esta temporada, debemos prestar especial atención a la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación y sus posibles consecuencias para nuestra salud.

Es importante comprender que nuestras necesidades de agua pueden variar considerablemente según diversos factores, como la edad, el sexo, el nivel de actividad física, el clima y las condiciones de salud. En este contexto, el experto en nutrición Pablo Ojeda, ha desmontado en 'La Sexta' el mito de que hay que ingerir al menos dos litros de agua al día y ha destacado la importancia de considerar diferentes factores individuales para determinar cuál es la cantidad adecuada.

El nutricionista invita a prestar atención a las señales que nuestro propio cuerpo nos envía para determinar nuestra hidratación. La sed es un indicador clave de que necesitamos beber agua, pero también debemos considerar otros factores, como la coloración de la orina. Una orina clara y transparente generalmente indica una buena hidratación, mientras que una orina oscura puede ser un signo de que necesitamos beber más agua.

Además, destaca la importancia de tener en cuenta que nuestras necesidades de hidratación no tienen por qué estar cubiertas íntegramente por agua pura. Ojeda señala que existen alimentos que pueden contribuir significativamente a nuestra ingesta de líquidos. Frutas y verduras, como sandía, melón, pepino y lechuga, tienen un alto contenido de agua y nos ayudan a mantenernos hidratados. Además, infusiones de hierbas, caldos ligeros y zumos naturales son opciones que también aportan líquidos al organismo.

Concretamente en verano y especialmente en climas cálidos, la pérdida de líquidos a través del sudor es mayor, lo que aumenta nuestras necesidades de hidratación. Sin embargo, esto no significa que todos debamos aspirar a beber exactamente dos litros de agua al día. «Cuatro o cinco vasos de agua es suficiente si tengo una dieta óptima», asegura.

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