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La relación de amor-odio de Almodóvar y la televisión

La relación de amor-odio de Almodóvar y la televisión

El director, que se ha convertido en personaje de 'El Ministerio del Tiempo', se resiste a caer en la tentación televisiva pero no renuncia a incluir este medio en su cine

Mikel Labastida

Valencia

Miércoles, 13 de mayo 2020, 16:20

La aparición de Almodóvar en 'El Ministerio del Tiempo', no como agente -que ya podría-, sino como vehículo idóneo con el que revisitar el Madrid de inicios de los años 80 es una excusa perfecta para repasar la relación que ha mantenido el director de 'Dolor y Gloria' con la televisión. Es un elemento que se deja ver con frecuencia en su filmografía, pero al que sin embargo él se ha acercado en contadas ocasiones y con reservas.

En las películas del manchego se cuelan anuncios imposibles que ninguna marca se atrevería a aprobar (cómo olvidar el «hagas lo que hagas ponte bragas» o el de «soy la madre del famoso asesino de Cuatrocaminos»), presentadoras y actrices incapaces de ser felices en sus vidas pese a su éxito mediático, programas especializados en escarbar y regodearse en las miserias de sus invitados, y aparatos que actúan de fondo para remover, alertar o acompañar a los protagonistas de algunos filmes.

Es curioso que el oscarizado cineasta domine tan bien el lenguaje catódico y sólo haya colaborado en este medio en tres ocasiones: dirigió el cortometraje 'Trailer para amantes de lo prohibido' en 1985 para el programa 'La edad de oro', produjo la serie 'Mujeres' en 2006 para TVE, y realizó un anuncio de pasta.

MacNamara y Almodóvar en 'La edad de oro'.

Nada más. Almodóvar mira con recelo a la tele. La suya es una relación de amor-odio. La utiliza a menudo en sus películas como recurso narrativo, para subrayar una escena o para añadir nueva información, y en otras ocasiones, se vuelve hacia ella para cuestionar sus formas. «La telebasura tiene algo. Cuando me siento delante del televisor no puedo dejarlo. Me voy sintiendo cada vez peor, pero no puedo levantarme, para mí es como una droga», espeta uno de los personajes de 'Volver', en una crítica brutal hacia ciertos contenidos que triunfan en las parrillas de muchas cadenas. En los últimos años los dardos hacia este medio, en entrevistas o ruedas de prensa, han estado dirigidos a las series, de las que teme que ocupen el lugar que tradicionalmente ha correspondido al cine y lo marginen por completo. Pese a todo no renuncia a a explorar el formato y próximamente producirá un proyecto de estas características junto a Viacom International Studios.

La tele que habito

'El Ministerio del tiempo', la serie más pop de nuestra tele y la que mejor sabe jugar con los grandes iconos de este país, ha convertido esta semana a Almodóvar en personaje (en una estupenda reencarnación de la mano de Carlos Santos). Al proyecto de los hermanos Olivares le gusta el cine. De eso no hay duda. Por sus capítulos han pasado insignes representantes de este arte como Hitchcock, Chicho Ibáñez Serrador, Buñuel o más recientemente Berlanga y las referencias a películas y personajes es constante.

Carlos Santos como Almodóvar en 'El Ministerio del Tiempo'.

Lo de la inclusión del director de 'Pepi, Luci y Bom' trascendía, no obstante lo cinematográfico, porque esta figura es el símbolo de una época y una institución hoy en día. Así lo demuestra que para los agentes del Ministerio salvaguardar el futuro rodaje de 'Dolor y Gloria' (sería complicado pensar en este filme sin la reunión entre Almodóvar y Banderas) sea tan importante como proteger la Transición o el regreso del Guernica de Picasso a España. De su mano y con el segundo capítulo de la cuarta temporada regresamos al ambiente festivo de la España recién salida de la dictadura y nos topamos con los estragos que en aquella década causó el sida. Fue un homenaje tierno y emotivo, que descubrió incluso la hilarante presentación de 'Laberinto de Pasiones' en el programa de TVE 'Producción española'.

Anuncios y otras cosas del montón

La primera tele que vemos en las cintas de Almodóvar son una serie de estrambóticos spots publicitarios de productos que él mismo inventaba y los colaba en sus guiones. El cine inicial del manchego es irreverente y alocado, lo que permitía estas sorprendentes inclusiones. Unas bragas en las que se puede orinar y que permiten tirarse pedos sin olor, un café que deja huella, y un detergente que elimina cualquier rastro de un asesino son algunos de los artículos que se anuncian en 'Pepi, Luci, Bom…', en '¿Qué he hecho yo para merecer esto?', o en 'Mujeres al borde de un ataque de nervios'. 

Y probadas sus dotes para la promoción no tardó una marca de pastas en proponerle dirigir un anuncio real con dos de sus personajes más populares de 'La flor de mi secreto'. Inolvidables las discusiones de Chus Lampreave y Rossy de Palma en la cocina a cuenta de unos pimientos.

Entre sucesos

Es remarcable la capacidad anticipatoria de algunos argumentos en el universo Almodóvar. Antes de que nos acostumbrásemos a oír a Pedro Piqueras diciendo que todo es dantesco y chirriante y antes de que los informativos de Antena 3 se convirtieran en una especie de 'Impacto total' y los de La Sexta en una delegación de Youtube, el cineasta ya presagió y denunció la deriva de este medio en 'Kika'. Lo hizo a través de la conductora del programa de corte catastrofista 'Lo peor del día', Andrea Caracortada, a quien los escrúpulos no le impedían buscar una noticia del modo que fuese. No, no se ría. «Recuerde que esto también le podría pasar a usted».

Carnaza trémula

La crítica más dura de la ausencia de ética de algunos espacios catódicos y de la utilización de vidas anónimas como espectáculo llega con 'Volver'. El personaje de Blanca Portillo bien podría haber acudido al célebre 'Diario de Patricia' a contar su drama personal (la desaparición de su madre) y, de paso, conseguir dinero para tratar el cáncer que padece. En su lugar, Almodóvar se inventa 'Donde quiera que estés', en el que la presentadora, cual ave rapiña, no se lo pone nada fácil a sus presas. Algunos encontrarán parecidos más que razonables…

Presentadoras al borde de un ataque de nervios

Entre 'La ley del deseo' y 'Hable con ella' transcurren quince años. Ambos títulos incluyen dos entrevistas televisivas con sus protagonistas, un director de cine (Eusebio Poncela) y una torera (Rosario Flores). En la primera el invitado es tratado desde la admiración, mientras que en la segunda la presentadora directamente ataca y acosa a su entrevistada. Se trata de un fiel reflejo de cómo ha cambiado en televisión en los últimos años el trato a rostros reconocidos (cantantes, actores, escritores…) y una explicación de por qué este director se prodiga poco en esta pantalla (salvo en espacios como 'Late Motiv').

Matadora

¿Se imaginan a Ana Blanco, David Cantero o Matías Prats informando sobre un asesinato y que de pronto cesen la narración y digan algo así como: «Fui yo»? Desde luego sería un momentazo que coparía todos los zappings. Almodóvar sí que lo imaginó, lo escribió y lo convirtió en realidad cinematográfica en 'Tacones lejanos' con Rebeca, la presentadora de un telediario en la cadena que su marido dirige. Previamente nos deleita con su falta de profesionalidad al reírse al dar la noticia de un atentado. En otro momento del filme Rebeca es la encargada de informar sobre la muerte de su esposo y será en ese instante, frente a las cámaras, cuando confiese que ella cometió el crimen (traducido simultáneamente a lengua de signos por Miriam Díaz Aroca).

Todo sobre mi libro

Nada de lo que aparece en las televisiones que habitan en las películas de Almodóvar es baladí. Chavela Vargas hace llorar a Marisa Paredes a través de la pantalla en 'La flor de mi secreto', una noticia de fondo sobre un incendio se cuela en casa de Chus Lampreave en 'Volver', Ricki y Marina en '¡Átame!' contemplan un anuncio de seguros, y una secuencia del filme 'Ensayo sobre un crimen' aparece en un aparato encendido en 'Carne trémula' mientras sucede un tiroteo. Nada es casual. Todo aporta información al espectador.

En otras ocasiones, los personajes se enteran de algunas noticias que les afectan gracias a la tele. Hilario Pino comunica en un informativo en 'Tacones lejanos' que Becky del Páramo está ingresada en el en 'Julieta' la protagonista presagia el triste destino de Xoanhospital y por una noticia sobre un temporal. En 'Mujeres al borde de un ataque de nervios' la presentadora del telediario es más peculiar. Se trata de la madre de Almodóvar, Francisca Caballero, que alerta de la existencia de un comando chiíta en Madrid.

Precisamente la madre del director también conduce en 'Kika' un hilarante programa literario, 'Hay que leer más', en el que charla con el escritor Nicholas Pierce (Peter Coyote).

* Esta información es una actualización del siguiente texto: 'Hagas lo que hagas ponte bragas'

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