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El rótulo de Bombas Gens entre sol y sombra sobre el muro del emblemático edificio. Iván Arlandis
El último día de Bombas Gens

El último día de Bombas Gens

El centro de arte del barrio de Marxalenes acaba. El incomparable edificio en el que se convirtió la vieja fábrica cierra para preparar su nueva etapa dedicado a exposiciones inmersivas mientras el personal del espacio aún desconoce su futuro

Laura Garcés

Valencia

Domingo, 31 de diciembre 2023, 01:13

Cuenta un joven vecino del barrio valenciano de Marxalenes, Antonio, que el Centro de Arte Bombas Gens «acercó la modernidad al barrio. Le dio un punto». Antonio respondía ayer con esta afirmación cuando LAS PROVINCIAS solicita su opinión sobre lo que supuso la propuesta cultural nacida más allá del tradicional circuito del arte y que ahora, ante la imposibilidad de mantenerse se extingue. El espacio cultural alumbrado para acercar la creatividad artística a todos los públicos de manera gratuita y desde un contenedor incomparable, la antigua fábrica de bombas hidráulicas, se va. La casa seguirá como sede de otro proyecto. Antonio no lo ve con malos ojos, pero lamenta que «ya no va a ser lo mismo». Hoy es el último día de la gran iniciativa que se presentó en sociedad bajo la dirección de un experto en arte como es Vicente Todolí.

Fin de un modelo. El Centro de Arte Bombas Gens de la Fundació Per Amor a l'Art, que solicitó un salvavidas de la Administración Pública –de la Generalitat– cuando vio que la nave hacía aguas sin que ésta lo haya lanzado, echa el ancla de la travesía. «Da valor al barrio», advierte Lucas Gracia, un músico que reside en una zona y visitó ayer el espacio con unos amigos rusos. Asegura que en la zona «no ha habido intentos de mejora». Lucas ha visitado en varias ocasiones el espacio y ha seguido la actualidad. Quizás por ello manifiesta su sorpresa: «Suponía que una fundación como la que lo impulsó habría pensado en la manera de acoger visitas». Y apunta que no comprende que no se considerara: «Haber tenido bar, cafetería, como fuente de ingresos y atractivo». Sí cuenta con restaurante, el que regenta el chef Ricard Camarena, que ya adelantó a este periódico que el movimiento de Bombas Gens no afecta a su continuidad en tanto que el contrato del cocinero con dos Estrellas Michelín sigue en vigor.

El Centro de Arte, la fundación, no ha encontrado fórmula para garantizar su viabilidad, pero ha salvado el gran activo que es el edificio que lo acoge. La situación ha desembocado en buscar otra manera de contemplar la creatividad.

En la antigua fábrica de bombas hidráulicas transformada en un espacio expositivo inigualable aterriza un centro de arte digital –contenedor de exposiciones inmersivas, artes vivas o festivales– con la aspiración de recibir 100.000 visitas anuales al calor de la firma Layers of Reality. Muchos más visitantes de los que acompañaban al proyecto que impulsó la fundación animada por el matrimonio que forman José Luis Soler y Susana Lloret.

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El denso aroma de las despedidas se respiraba ayer en las salas por las que transitaban más visitantes de lo habitual un sábado. Ese trasiego, como señalaron fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS, confirmaba lo que venía sucediendo a lo largo de la semana. Desde que se conoció que hoy es el último día, aumentó el número de espectadores. Pero ya no hay vuelta atrás.

La maquinaria está en marcha. Layers of Reality ha diseccionado la situación. Qué duda cabe de que atraer al público es la clave. Tampoco escapa a nadie que el edificio es inmejorable, pero la localización es un reto. Bombas Gens se sale del circuito del centro de la ciudad. Layers of Reality lo sabe, pero acude a la cita con cifras de éxito que le empujan a mantener el pulso. La muestra inmersiva de Sorolla que instalaron en el puerto atrajo a más de 70.000 visitantes que pagaron entradas de 10 a 13 euros.

Espectadores en una de las salas de Bombas Gens, este sábado. Iván Arlandis

Lo que trae Layers, lo que viene ahora, como advirtieron ayer las fuentes, «tiene más popularidad». Es una afirmación que conduce a pensar que tal vez ahí se encuentre una explicación al recorrido de la propuesta que si bien hay vecinos que ven que es un valor para la zona, también hay otros que, como Ariadna, advierten desde la terraza de una cafetería que «como referencia geográfica funciona, pero como espacio de arte, creo que el barrio no se ha llegado a dar cuenta. Viene más gente de otras zonas que lo quiere visitar que la gente del barrio». La experiencia de la madre de Ariadna, Consuelo, que vive unos patios más allá, lo deja claro: «No lo he visitado, no he tenido la ocasión». Y añade: «El edificio es una pasada».

En medio de este escenario de final de partida en la que el contenido se queda a la zaga frente a la victoria del continente, surgen algunas preguntas que se resumen en esta tan esencial: ¿Y ahora, qué? Hay asuntos que resolver. De momento nada se ha dicho del destino que aguarda a la colección . En un primer momento se planteó la posibilidad de que fuera el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) el lugar al que trasladar la colección de más de 1.800 piezas que alumbró el Centro de Arte Bombas Gens.

El personal de las salas no sonríe. Muestra semblante serio. Y es que otra cuestión sin resolver les mira a ellos. Todavía desconocen qué futuro les aguarda. ¿Seguirán en sus puestos? Las fuentes no tienen respuesta para la pregunta. Reina la incertidumbre. Todo apunta a que desde la Fundació Per Amor a l'Art han abogado en su favor para que puedan mantener el empleo, pero es una nueva empresa la que llega, circunstancia que deja abierta la puerta a que sea esta firma la que decida de qué y de cuánto personal va a disponer.

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Lo que sí está claro es que en enero se detiene la actividad que hasta ahora ha acogido la antigua fábrica de Bombas Gens que se sometió a una profunda restauración. A lo largo del primer mes de 2024 se acometerán los trabajos de adecuación para la actividad de Layers of Reality, confirman las fuentes, que hablan de febrero como el horizonte temporal. De hecho ya se sabe que a final del segundo mes de 2024 se presentará al público la exposición 'Dalí Cibernètic. Art, Ciéncia i Tecnología'. La propuesta se enmarca en la línea de actuación de la firma. El presidente, Artur Duart, que gestionará el espacio durante 15 años, explicó días atrás a LAS PROVINCIAS que no habrá miedo a innovar para llevar adelante una iniciativa ante la que Duart quiere «combatir los prejuicios culturales de lo inmersivo». Habrá que pagar entrada y las visitas guiadas a espacios como la bodega, el jardín o el refugio se mantendrán.

El Centro de Arte Bombas Gens, que nació en julio de 2017 con una vocación admirable y vestimenta que brillaba con luz propia en 2022 ya empezó a mostrar síntomas de caminar hacia el ocaso. En julio de ese año Todolí se bajó del barco y la fundación anunció que ya no ampliaría la colección. Todo lo demás sucedió después.

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