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El pasado nunca está muerto, ni siquiera es pasado. Algo así se le atribuye a William Faulkner. El presente no se olvida de los tiempos del ayer. Los recuerdos navegan a través de fotografías, recortes de periódicos, libros y otros objetos. A este listado se incorpora el arte urbano. El último mural de Patraix hace un guiño al pasado del barrio de Valencia. En la calle Beato Nicolás Factor, la presencia de cuatro mujeres obliga a levantar la vista. Ataviadas con vestimentas de hace medio siglo están delante de la huerta (hoy desaparecida) de Patraix. Detrás de ellas, una masía y el campanario, que fue remodelado en 1916 por el arquitecto Francisco Javier Goerlich Lleó.
La escena, que se remonta al pasado del barrio, protagoniza un mural firmado por el artista catalán Roc BlackBlock. «Llevo 25 años pintando murales. Los últimos siete u ocho de forma profesional y desde hace cuatro años me he enfocado en memoria histórica», explica. Defiende «el uso del muralismo como herramienta de divulgación de memoria popular y comunitaria», añade. Pinta episodios de la historia local y los lleva al espacio público.
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¿Cómo surgió el mural de Patraix? «El ilustrador Elías Taño, que vive en Valencia, me comentó que los responsables del restaurante Petraher le habían propuesto hacer un mural sobre la memoria y el pasado del barrio. Contactaron conmigo para hacer ese homenaje al barrio que incluyera la perspectiva de género», explica el muralista catalán a LAS PROVINCIAS.
Las mujeres protagonizan una fotografía antigua, en posesión de los dueños de Petraher, y saltaron a la fachada en «una especie de collage» que capta la esencia del ayer del barrio. «Me he tomado ciertas licencias», añade Roc, quien detalla que el mensaje a transmitir nació del restaurante.
No es el primer mural de Roc BlackBlock en Valencia. En 2021, rescató del pasado una fotografía de la playa del Cabanyal de 1916 para estamparla en la fachada de un edificio de la capital del Turia con el que alertaba de la perdida de espacios naturales ante el proyecto de la ampliación del Puerto. También participó en el festival urbano Graffitea de Cheste donde recuperó los versos de Estellés: «Allò que val és la consciència de no ser res si no s'és poble».
El artista catalán resalta el potencial de la capital del Turia: «Valencia es una ciudad potente que ha sabido conservar cierto ADN en sus barrios». Hace una defensa del arte urbano en zonas rurales o localidades poco masificadas: «En las grandes ciudades, el peatón camina mirando el móvil, no despega la vista. En localidades más pequeñas, el impacto de un grafiti tiene mayor reacción en la comunidad». Para él es importante que se valore el mensaje de su obra: «No son fotografías vintage o retro, no son decorativas, son imágenes con historia, con pasado»
Nacido en Barcelona en 1975, Roc BlackBlock procede de los movimientos sociales. En 2020 empezó el proyecto 'Murs de Bitàcola', una serie de obras que miran a la historia reciente. El artista se ha fijado en los brigadistas internacionales, en militantes antifascistas, familias campasinas, etcétera. Su obra está presente en Portugal, Francia, Argentina, Cuba, Chile y China.
Los murales de Roc BlackBlock demuestran que el arte callejero ha pasado de pantalla en Valencia. Ha pasado a nutrirse de la historia para hacer visible en las calles del presente. A través de murales, graffitis y otras formas de expresión artística urbana, diversos artistas contribuyen a la transformación del paisaje urbano de la capital del Turia. El 'street art' tiene la capacidad de llegar a un público amplio.
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Melchor Sáiz-Pardo y Álex Sánchez
Patricia Cabezuelo | Valencia
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