Las urgencias culturales valencianas que tiene que atender el ministro Urtasun

El Museo de Bellas Artes San Pío V, pinacoteca de titularidad estatal con gestión de la Generalitat, es sin duda uno de los asuntos que reclama atención dado el contenido de la actuación que espera, pero si es el tiempo el que determina el grado de urgencia, el más necesitado de intervención es el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí. Éste espacio lleva veinticinco años a la espera de ampliación.

Los desaires que a lo largo de los años ha dispensado el Ministerio de Cultura a Valencia no se limitan a estos dos museos, van más allá. El escaso espacio que el IVAM y el Palau de les Arts han ocupado en las cifras de los Presupuestos Generales del Estado también reclaman la corrección que les ayude a avanzar e incluso en ocasiones a acabar con agravios comparativos con otras autonomías.

Ha habido visitas que han aportado pocas novedades a la realidad del momento en el que el ministro de turno se ha acercado a la ciudad. Lo que hoy pueda suceder aún no está escrito, pero lo que sí se sabe es que el Gobierno que preside Pedro Sánchez todavía no ha aprobado los presupuestos para el año en curso. Y de ello, claro está, depende casi todo lo que no es decisión de voluntad política. Los dos factores se han de conjugar para responder a las reivindicaciones.

El San Pío V espera como agua de mayo el plan museográfico, la definición de cómo ha de quedar diseñada la colección que se muestra en la pinacoteca. Esta propuesta se ha postergado en distintas ocasiones. El Estado relegó a este año el plan museográfico reservando 2,4 millones de euros, además de acometer las mejoras del acceso. Pero, ya en puertas de cerrar el primer trimestre de 2024 no hay novedad. Como ejemplo del retraso que soporta esta iniciativa hay que trasladarse a 2021 cuando ya se pospuso a 2023 el grueso de la inversión. El acceso al Bellas Artes desde Viveros tendrá que seguir esperando.

Si las cosas van bien el proyecto para actuar se estima que podría llegar en 2025. El cuento de nunca acabar, el relato de una intervención considerada y aprobada por todas las administraciones implicadas. Nadie se opone, pero el tiempo pasa. ¿Qué falta para que se ponga en marcha? El Ayuntamiento de Valencia tiene que conceder la licencia para las actuaciones, pero antes debe contar con el proyecto detallado, algo que aún no ha ocurrido en tanto que el ministerio sólo ha presentado el proyecto básico. Según las fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS, ya se ha celebrado una reunión entre el Ayuntamiento de Valencia y el Museo de Bellas Artes. Conforme al relato de fuentes de ambas es el Ministerio de Cultura el que tiene que mover ficha.

El departamento del Gobierno tampoco ha dado respuesta presupuestaria para el proyecto de ampliación que permita mostrar la totalidad de la colección museística, en buena parte guardada en almacenes. Y ya van veinticinco años. Las salas que acoge el Palacio del Marqués de Dos Aguas soportan un olvido enquistado.

El departamento del Gobierno todavía no ha respondido a la solicitud de ampliación que el museo reclama desde 1999. Gran parte de los fondos de esta institución, que recibe donaciones de manera continuada, se encuentran guardados en almacenes sin que sea posible su exposición. El precioso edificio del Palacio del Marqués de Dos Aguas ya hace tiempo que se quedó pequeño. Y todavía tendrá que seguir esperando la hora de crecer en superficie, que tiene 2026 señalado como fecha para su ampliación. Tal vez la visita de Ernest Urtasun despeje alguna incógnita.

Cuando se conocieron los Presupuestos de 2023 quedó claro que la cultura valenciana no iba a experimentar gran mejoría en lo que a participación en esos fondos económicos que alimentan al Estado.

Y el Palau de les Arts destacaba en este panorama. Si bien el coliseo operístico vio que el presupuesto se incrementaba con respecto al ejercicio precedente, también pudo comprobar el agravio con otros espacios españoles similares, además de que con la cantidad consignada el Ministerio de Cultura incumplía una promesa. El entonces ministro, Miquel Iceta había acordado con Ximo Puig una inversión de 2,5 millones para el coliseo pero destinó 1,5.

Esta variación se unía a que el Liceu de Barcelona contaba con 7,5 millones del Estado (más otros dos millones a la fundación del Liceu), el Teatro Real de Madrid obtuvo más de 12 millones y la Maestranza de Sevilla 2,5 millones de euros. Las diferencias volvían a mostrarse ante un espacio cultural que siempre aguarda mejor respuesta en el reparto de dinero de los Presupuestos Generales del Estado, siendo así otro de los asuntos a los que el ministro Urtasun tendrá que responder.

Con motivo del 35 aniversario del IVAM y la reciente dimisión –el pasado febrero– de la que fue su directora, Nuria Enguita, este periódico preguntó a personalidades del ámbito cultural valenciano hacia dónde consideran que debe avanzar este museo. Varios de ellos apuntaron la necesidad de presupuesto como imprescindible para que el Instituto Valenciano de Arte Moderno recupera la gloria de otros tiempos.

El criterio que llegaba desde el universo cultural valenciano recordaba datos que llenan de contenido la reivindicación. El presupuesto para 2023, el último aprobado por el Gobierno español, dejó al museo de la calle Guillem de Castro con 400.000 euros. Era una cantidad que desvelaba que el IVAM se había quedado congelado en el reparto de fondos del Estado. El año pasado recibió el mismo dinero que el anterior, una decisión que de alguna manera descubría la atención que prestaba el Gobierno al referente del arte contemporáneo en Valencia.