El valenciano Héctor Serrano, Premio Nacional: «Para diseñar bien primero hay que conocer a las personas»

-¿Cómo ha recibido el Premio Nacional de Diseño?

-Con muchísima alegría y sorpresa. Lo cierto es que desde que presentamos la candidatura hasta ahora ha pasado mucho tiempo y casi la tenía en el olvido. Siento mucha gratitud por el reconocimiento.

-¿Siente que es una recompensa a dos décadas de trayectoria?

-Sí. Creo que es una buena forma de decirlo. Es la recompensa a muchos años de trabajo que se han dado paso a paso. El otro día, una alumna, porque yo también soy docente, me preguntaba que cómo se hacía en el sector del diseño y, precisamente, le dije eso, que se hace trabajando poco a poco. Este galardón premio también un trabajo peculiar. Siempre digo que nosotros no somos especialistas en nada y tocamos muchos palos. Y en esta industria las empresas buscan estudios especializados. Por eso, es tan importante este reconocimiento para nosotros. Cuesta que cale eso de no ser especialista en algo, en que no haya fronteras.

-Eso es marca de la casa de Héctor Serrano, el trabajar en muchos sectores...

-Sí. Nosotros hacemos muebles, lámparas, autobuses para un proyecto en Madrid... Hemos hecho instalaciones para el festival Coachella, una exposición para la Caixa... Como diseñador es muy gratificante ver tus proyectos en distintas tipologías. Conlleva más trabajo, pero es un reto.

-El jurado ha destacado de su trabajo la creatividad, la versatilidad y la excelencia del diseño español a través de objetos y creaciones de impacto internacional. ¿La mirada al exterior es necesaria?

-Mucho. Nosotros tenemos clientes de todo el mundo, que venden nuestros productos en Asia, en América. Yo estudié en Londres estuve allí quince años. Siempre he tenido claro que debía apostar por esa mirada internacional.

-En la trayectoria de Héctor Serrano siempre ha habido un respeto por la tradición. Eso sí, pasada por el tamiz de la innovación y la modernidad. ¿Cómo se conjuga todo eso?

-Es una fórmula con la que yo trabajo y es jugar con una idea del imaginario colectivo y darle un giro fuera de esa tradición, que se convierta en innovación. Para mí, para diseñar bien primero hay que conocer a las personas. Trabajamos para hacer mejor la vida de la gente, para que conecte con un producto con el que se siente cómodo y que a la vez le da una solución técnica. Al final, insisto, diseñamos para las personas. Debemos tener un poco de psicología.

-Valencia fue capital del Diseño, hay una Fundación del Diseño, un Consejo del Diseño. ¿Son suficientes estas iniciativas? ¿El sector vive un buen momento en la ciudad?

-Yo creo que sí. Y se vio en el momento que ostentamos la capitalidad. En Valencia hay una industria creativa muy fuerte, en producto, en interiorismo... También hay industria, empresas que exportan. Somos muy potentes pero tenemos que creérnoslo más, comunicarlo mejor al mundo.

-¿Desde Valencia ha sido fácil trabajar en este sector?

-Yo estuve 15 años en Londres pero luego volví. Y desde aquí no me ha costado porque ya contaba con una red. Aunque al principio, es importante salir al exterior.

-El jurado ha destacado dos productos de Héctor Serrano que son, parece, esenciales en su carrera: lámpara de látex Superpatata o el botijo Siesta. ¿Lo ve así o hay mucho más?

-Son diseños que tienen mucho tiempo y hemos hecho otras cosas. Pero me alegro que los hayan destacado. El botijo aún se sigue vendiendo y tiene 24 años. Es agradable que la gente siga comprando ese producto.