Marzà intenta la reconciliación con Plácido Domingo tras la crisis en el Palau de les Arts

Minutos después de que el ya exintendente del Palau de les Arts, Davide Livermore, diera los motivos de su dimisión como director artístico del coliseo, el maestro Plácido Domingo, uno de los profesionales más comprometidos con el auditorio valenciano y que estos días representa en el centro de ópera 'Don Carlo', de Verdi, ya alertó de su miedo a que la marcha del 'regista' italiano supusiera el desmantelamiento de Les Arts. El tenor, que da nombre al Centro de Perfeccionamiento para jóvenes cantantes del coliseo, reclamó es ese mismo instante que se mantuviera la calidad conseguida en la institución porque «hay muchísima competencia» en el mundo de la ópera. También tildó de «peligroso» que el teatro pudiera estar en manos de personas que no tengan la experiencia suficiente para ser director artístico.

Ante las afirmaciones de Domingo, la conselleria contestó. Fue por boca del secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, quien, horas después de las palabras del tenor, le recomendó que opinase sólo de las cuestiones artísticas. «No creo que tenga mucho interés lo que tenga que decir una persona de fuera sobre el Palau. Nosotros estamos muy orgullosos del trabajo que ha desarrollado en estos dos años y queremos contar con él», dijo. Días después buscó matizar estas aseveraciones volviendo a destacar la calidad profesional de Domingo.

Frente a esta situación y como consecuencia de la crisis abierta en el coliseo, el conseller de Cultura, Vicent Marzà, ha intentado buscar la reconciliación con el tenor. Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, ayer mismo se celebró una reunión a petición de Marzà para acercar posturas con el maestro. En ella, el titular de Cultura le expuso el futuro modelo de gestión para el centro de ópera, cuyos nuevos estatutos será aprobados hoy por el patronato de la institución. En ellos se recoge la salida a convocatoria abierta de la plaza de director artístico y la creación de otro puesto de director gerente -que elegirá la propia Generalitat-. Seguramente, tuvo que escuchar la opinión de Domingo, quien pidió hace días que la crisis por la que atraviesa la institución «tenga solución y el teatro siga adelante como uno de los grandes, no sólo de España, sino del mundo». A juicio del tenor «es peligroso que el teatro esté en manos de personas que no tienen experiencia». Por otra parte, el conseller también agradeció al interprete su vinculación e implicación con Valencia y con Les Arts y le trasladó su «voluntad» de que el cantante siga ligado a la programación del centro.

La conselleria no sólo se afanó en buscar la complicidad de Domingo, sino que también quiso mantener un encuentro para «tranquilizar» a los trabajadores de Les Arts. En este caso fue Girona quien se reunió antes de la función de 'Don Carlo' con los empleados. Lo hizo tras días en los que los empleados habían señalado la «incertidumbre» que se había instalado en el coliseo. El encuentro sirvió para apaciguar los ánimos de una plantilla que había pedido ser «partícipe y contribuir al desarrollo de este gran proyecto». Desde el Comité de Empresa aseguraron a este diario que les transmitieron que la temporada de ópera está garantizada y que el Palau de les Arts «tiene que tirar hacia adelante».

Pese a todo lo sucedido, en el Palau de les Arts sigue la actividad. La función de ayer de 'Don Carlo', de Verdi, se desarrolló con normalidad. Además, a la representación acudió el tenista alemán Boris Becker.

Asimismo, mañana mismo se abrirá la temporada sinfónica de la Orquestra de la Comunitat Valenciana (OCV) con Roberto Abbado en el podio. El director musical de la formación titular de Les Arts dirigirá un variado programa que incluye la primera sinfonía de Beethoven, la sinfonía número 93 de Haydn y la sinfonía 'Mathis der Maler' de Hindemith, compositor que interpreta por primera vez la OCV.