Eusebio Cáceres siempre rinde

Algún día el atletismo saldará su deuda con Eusebio Cáceres, colgándole esa medalla internacional que ya merece desde hace años. Más que laureado a nivel doméstico, el saltador de Onil se queda siempre, por H o por B, a las puertas del podio en los certámenes continentales o mundiales. Como el que se está celebrando en Oregón. El primero de los representantes de la Comunitat en competir saldó su participación con un puesto de finalista a pesar de comparecer lesionado. Quedó octavo, en una final donde, por marca personal, podría haber peleado por las preseas. Pero como le quedó demostrado con suma crueldad en los Juegos de Tokio, le toca seguir apretando los dientes para vivir ese momento por el que tanto trabaja.

Cáceres quedó octavo con un mejor intento de 7.93, logrado en su tercer brinco, mientras el primero se había quedado dos centímetros más corto. El chino Jianan Wang (8.36) se llevó el oro por delante del favorito Tentoglou (8,32) y el suizo Simon Ehammer se colgó el bronce con 8.16. Las medallas, con estas marcas, estaban al alcance. «Cuando se ha acabado la competición sí que he sentido algo de impotencia, pero no tengo tiempo para eso. El Europeo está cerca y sigo pensando que ahí tiene que salir algo», reflexionó en declaraciones difundidas por la Federación Española. El alicantino se lastimó en la calificación y compareció en la final con el pie anestesiado: «Más o menos estaba respondiendo, pero a la hora de saltar me daba la sensación de que en vez de para arriba iba para abajo. En cada salto me dolía muchísimo, pero luego, a los cuatro o cinco minutos, la anestasia hacía efecto. Sabía que era un Mundial y que tenía que dejar todo lo que tuviera».

Esta madrugada habrá completado su participación el vallista Quique Llopis, mientras la combinera Claudia Conte habrá avanzado en el heptatlón, que afronta con la ilusión de asaltar el récord de España de su amiga María Vicente. Al cierre de esta edición, el inicio había sido bueno, ya que había hecho marca personal en los 100 metros vallas (13.65), lo que había reportado a la castellonense 1.028 puntos. También había igualado el registro de la temporada en salto de altura, con 1.86 (1.054 puntos). Conte era quinta con 2.082 puntos.

La tercera jornada del Mundial ha comenzado pronto y, al cierre de esta edición, aún seguía en marcha la jornada matutina. El inicio fue el maratón masculino, con de Etiopía con la victoria de Tamirat Tola y la segunda plaza de Mosinet Geremew.

Tola, que logra su primer gran triunfo en maratón a los 30 años, fijó un tiempo de dos horas, 5 minutos y 36 segundos, batiendo el récord de los Mundiales que poseía el keniano Abel Kirui desde Berlín 2009 (2:06:54). Geremew, segundo en el pasado Mundial de Doha 2019, cosechó otra plata con 2:06:44 y el belga Bashir Abdi se hizo con el bronce con 2:06:48.

«Quiero dar las gracias a Dios y a mi entrenador por esta medalla de oro. Es un sueño hecho realidad», se felicitó Tola. Hasta ahora, los mayores triunfos en la carrera del etíope eran una medalla de bronce en los 10.000 metros de los Juegos Olímpicos de Rio 2016 y una plata en el maratón del Mundial de Londres-2017.

La exhibición de Tola y la plata de Geremew son un gran espaldarazo para Etiopía frente a sus rivales kenianos. «Estoy muy contento de volver a hacer el 1-2 para Etiopía», recalcó Geremew. «Para el Mundial del año que viene, solo rezo para estar sano y volver a estar en el equipo».

El maratón arrancó a las 6.15 locales bajo unas condiciones frescas y nubladas en Eugene, que dispuso para la ocasión de un recorrido que seguía las rutas de entrenamiento de la leyenda local Steve Prefontaine. Tola avanzaba en el grupo en cabeza junto a otros seis corredores cuando lanzó su ataque en el kilómetro 34, tomando rápidamente una ventaja de siete segundos.

La carrera de los 10.000 masculinos fue espectacular, con una trabajada y merecida victoria de Joshua Cheptegei (27:27.43), el plusmarquista mundial con la marca lograda en Valencia.