Un pionero en lo más alto del podio

El domingo 29 de marzo de 1981 Teodoro Pérez ganó el Maratón Popular de Valencia. Una prueba a la que se presentó casi de imprevisto. Un gran acierto. «En ese mes me estaba preparando para el cross y con ese trabajo corrí el maratón. Me hacía ilusión hacerlo en Valencia», recuerda. Tenía 24 años y paró el crono en 2 horas, 26 minutos y 57 segundos.

Han pasado 40 años. Desde hace tres, Teodoro vive junto a su familia en Málaga. Desde allí ha observado el crecimiento imparable de una prueba que poco o nada tiene que ver con aquella que ganó. «Es increíble, la he seguido por televisión durante los últimos años. El circuito ya no es aquel que iba hacia la Albufera, la marjal...», recuerda. En ese viaje por su memoria para rescatar aquella victoria se le cruzan a este atleta nacido en Zamora que por aquel entonces vivía en Valencia sus metros más duros: «Cuando faltaban unos diez kilómetros me fundí, empecé a sufrir, tenía unos calambres terribles». Aún así logró la victoria. Teodoro y los atletas de aquella época, muchos de los de la sección del Valencia CF con los que compartía entrenamientos en la Alameda, en el Río o en los campos de golf, eran de otra pasta.

«Ahora hay unas zapatillas que te hacen volar. Los entrenamientos también soy increíbles. La gente dedica mucho tiempo a la actividad física, también los populares, tienen masajistas, hacen trabajos de fortalecimiento, quizás nosotros no llegábamos a prepararnos a un cuarto de lo que se hace hoy en día», reflexiona. Teodoro se considera, porque lo fue, «uno de los pioneros», y competía a nivel nacional. Aquel tiempazo con que se impuso en el primer Maratón Popular de Valencia no fue casualidad. Ni mucho menos.

Años después, en 1988, Teodoro regresó a los 42.195 metros de la ciudad donde ya se había hecho un hueco en la historia. Con otro objetivo. Quería «disfrutarla». Nada de sufrimiento. Ahora, a sus 70 años, aquellos madrugones «de las 3 o 4 de la mañana para poder entrenar» son pasado. Una lesión en su pie izquierdo le ha parado: «Me recomendaron caminar, así que ahora me limito a andar, que además dicen que es más sano que correr». Los hijos de Teodoro han disfrutado del deporte, sobre todo de pequeños. En casa tiene a un campeón de Europa de veteranos, su hijo Raúl. Sin embargo sus victorias no son en la carrera a pie, sino en bajada con monopatín. «Todo un sufrimiento», para Teodoro y su esposa.

El próximo 6 de diciembre, volverá a la ciudad para seguir en directo el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP. «Me encantaría y deseo poder ir a verlo y disfrutar de la gran fiesta en la que se ha convertido», dice. Aunque para un ganador como él, quedarse en la valla será complicado: «Me encantaría correrlo».