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El Valencia Basket sigue calcando un inicio de torneo parecido a los que suele realizar España en los campeonatos. Con dudas iniciales, ante equipos con plantillas con menos armas objetivas, pero sabiendo sufrir para sacar las victorias. Que al final es lo que cuenta. Ayer, frente el Casademont Zaragoza, el marcador reflejaba un 67-67 a falta de 4.40 para el final. Brussino lanzó un triple que escupió el aro. A partir de ahí, el conjunto taronja estiró con un parcial de 14-0 en dos minutos para cerrarlo con un rotundo 22-4 hasta el final. Un resultado más abultado que lo marcó la pista pero que es el que cuenta para una clasificación que dicta que después de la segunda jornada, los de Ponsarnau son líderes del Grupo B.
Con Tobey de nuevo enchufado (17 puntos y 11 rebotes) y Dubljevic apareciendo en el torneo tras ir superando sus molestias en el Aquiles (11 puntos y 9 rebotes) los taronja acabaron imponiendo su superioridad en la pintura para poner un 2-0 en su casillero. Un dato importante puesto que la banca saltó en la Fonteta gracias a la gran sorpresa a la hora de comer
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Unas horas antes de que el Valencia Basket sufriera ante el Casademont, el San Pablo Burgos dinamitó el Grupo B dando la primera campanada de la Fase Final al derrotar al Real Madrid (87-83). Los castellanos, más allá de conseguir la primera victoria de su historia frente al conjunto blanco, opositan desde ayer a semifinalista del torneo. Con un impoluto balance de 2-0 se medirán mañana al Gran Canaria en el primer turno de la jornada. De conseguir la tercera victoria dejarían al conjunto de Katsikaris con un 1-2 y convertirían su duelo contra el Valencia Basket del jueves 24 de junio en un balón de partido para 'colarse' entre los cuatro mejores de la ACB. La irrupción de un extaronja como Pablo Aguilar, con 11 rebotes, fue una de claves para someter a un Real Madrid que despertó tarde y que pagó su relajación.
La misma que tuvo el Valencia Basket en el primer tiempo ante el Casademont, aunque más que relajación lo suyo una mala lectura del partido antes del descanso. Ante una pintura mermada, que obligó a Fisac a poner en rotación a Etxeguren, los de Ponsarnau se empeñaron en convertir el partido en un concurso de triples donde el Zaragoza, que sí que debía buscar esa vía, salió claramente ganador al descanso. Benzing, llegó a marcarse un 4 de 4, y Alocén masacraron el aro taronja ante una defensa pasiva que con dos faltas de equipo no quemó una tercera y permitió a Benzing lanzar un triple frontal en la última décima... que escupió el aro. Ese 35-45. Del 7-3 inicial, el parcial arrastro en 17 minutos fue de 28-42.
Valencia Basket
Van Rossom (9), Marinkovic (9), Abalde (11), Doornekamp (6), Tobey (17) –cinco titular- Colom (-), Loyd (12), Labeyrie (8), Dubljevic (11) y San Emeterio (6)
89
-
71
Casademont Zaragoza
San Miguel (2), Ennis (14), Brussino (8), Pradilla (4), Hlinason (-) –cinco titular- Barreiro (-), Radovic (10), Alocén (14), Etxeguren (-), Benzing (14), Krejci (5) y García (-)
Árbitros: Hierrezuelo, Aliaga y Oyón. Sin eliminados
incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la fase final de la Liga Endesa disputado a puerta cerrada en el pabellón de la Fuente de San Luis.
La segunda unidad lastró a los valencianos, como ocurrió frente el MoraBanc. El 16-28 de puntos de banquillo al descanso fue un spoiler de un Zaragoza que ganó los parciales de los dos primeros cuartos. En el primero, el +/- acumulado entre Colom, Loyd, Labeyrie y Dubljevic fue de -23. Abalde y Tobey, las mismas piezas que en debut ante el Andorra, sostuvieron al Valencia Basket en el primer tiempo. Muy poca pólvora. «Ellos han encontrado su acierto en el ritmo, están jugando en su esencia», analizó Ponsarnau al descanso. Cierto.
La misión de su equipo en la segunda parte era desactivar ese ritmo en Casademont subiendo la intensidad defensiva del primer tiempo. Lo consiguieron, para ir creciendo y llevarse la victoria. La puesta en escena fue clara, con dos buenas defensas y dos buenos tiros, para poner un 41-46 en menos de dos minutos. Aunque el Zaragoza despertó, esa intensidad en el tercer cuarto permitió al Valencia Basket darle la vuelta al marcador con un parcial de 24-10 (59-55). El último, la clave fue saber sufrir hasta llegar al 67-67. A partir de ahí, un estirón que vale ser líder.
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