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Millán Jiménez, Guillem Ferrando y Alonso Faure posan en la pista central de L'Alqueria del Basket. Damián Torres

El orgullo de L'Alqueria

Los tres convocados por la selección U18 masculina (Jiménez, Ferrando y Faure) son el mejor reflejo del progreso del trabajo en la Ciudad Deportiva del Valencia Basket

Domingo, 9 de agosto 2020, 00:55

Cuando L'Alqueria del Basket abrió sus puertas en septiembre de 2017, los jugadores de la generación de 2002 (el actual Junior) tenían 14 o 15 años. En el final de la pirámide formativa, los tres jugadores del Valencia Basket convocados por la selección U18 masculina que ha entrenado esta semana en la Ciudad Deportiva taronja son uno de los símbolos de esa evolución. Un orgullo para todos los entrenadores que han tenido durante estos años. Como el resto de jugadores de todas las categorías, Guillem Ferrando, Millán Jiménez y Alonso Faure se han quedado sin los campeonatos FIBA del verano por la pandemia. En su caso particular, también sin el último Campeonato de España de formación como juniors de segundo año. «Nos dolió porque además lo jugábamos en casa, aquí en L'Alqueria, y no escondo que fue un golpe duro cuando se supo que no se podría celebrar», reconoce de forma sincera Faure.

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El pívot alicantino es el mejor ejemplo de la progresión. Su talento ha abierto la puerta de la Universidad de Loyola Maryland, a donde viajará cuando se termine la incertidumbre de la pandemia. En un gesto que el pívot agradece, la entidad taronja le ha prestado su ayuda: «Ahora mismo mi salida a Estados Unidos es un poco incierta y el Valencia Basket me ha ofrecido quedarme para hacer la pretemporada y me han puesto todas las facilidades para poder entrenarme aquí hasta que pueda salir de España y viajar cuando sea posible. Ha sido un gran detalle». Faure, que explotó en el torneo de la Euroliga disputado en Valencia el pasado diciembre promediando 20 puntos y 12 rebotes, no cierra la opción de volver ya como profesional: «Espero que sea una muy buena experiencia, jugar a un gran nivel en la Primera División de la NCAA y sacarme un título universitario en inglés. He pasado dos años muy buenos aquí, he crecido mucho a nivel personal y como jugador, y al volver espero tener esta puerta abierta y si es posible jugar en el Valencia Basket como profesional». El pívot lamenta que en España no se pueda optar por ese tipo de formación. «En Estados Unidos está muy bien estructurado. Puedes jugar a un gran nivel mientras estudias y te sacas un título universitario, cosa que en España es muy difícil de hacer. Implementarlo aquí estaría muy bien», propone antes de mandar un mensaje a los jóvenes en este verano diferente: «Hay que mantener la distancia de seguridad y llevar la mascarilla para que todo salga bien. Tenemos que hacer caso para que no haya rebrotes y podamos volver a la normalidad».

Para el talentoso alero Millán Jiménez el problema una vez terminado el ciclo de formación son las barreras internas: «Últimamente cada vez hay más jugadores extranjeros y veteranos en LEB Oro y Plata y si miras el número de jugadores españoles es muy reducido. Es una pena que no tengamos tantas oportunidades en esos escalones previos a la ACB. En la mayoría de equipos hay cinco o seis extranjeros que cierran el paso, muchos jugadores jóvenes españoles se estancan y ya no pueden seguir creciendo». El riojano, que promedió 13,3 puntos la pasada temporada con el filial taronja, no se hizo ilusiones cuando la FEB otorgó una plaza a los taronja en la LEB Plata: «El club no se lo planteó demasiado porque a nosotros nunca nos generaron ninguna esperanza ni que íbamos a subir, simplemente que tenían derecho a la plaza pero al final decidieron no cogerla. Nos dio un poco de rabia porque al final es una oportunidad de estar un poco más arriba y lo que nos queda es seguir jugando en EBA para demostrar que podríamos haber jugado en esa LEB Plata». Jiménez se recupera de una lesión en la rodilla y, cuando lo haga, alternará la pretemporada del filial con la del primer equipo, con el que debutó en la Euroliga en Milán.

El riojano tiene las ideas claras. Tanto en el trabajo de cantera «donde sería importante que los jugadores nacionales tuvieran más importancia en las categorías de formación y en los Campeonatos de España» pero también en que no se debe caer en el llanto o en la seguridad que puede dar, cuando se llega a profesional, el cupo de formación en la ACB: «Si en tu equipo tienes un jugador extranjero que es mejor que tú te va a quitar minutos. Lo que tenemos que demostrar con nuestro trabajo es que en España también hay talento y que con los jugadores españoles se puede salir adelante en los equipos de cantera. Tampoco tienes que acomodarte con el tema de los cupos pensando que como hay que fichar españoles en los equipos de ACB siempre habrá un hueco. Tienes que competir y no acomodarte». Jiménez tiene claro que con ese trabajo L'Alqueria acabará sacando jugadores: «Lo importante es que la cantera sirva como puente para llegar al primer equipo y mejorar jugadores, no para ganar campeonatos. La clave es sacar jugadores, si no la cantera no tiene ningún sentido. Si en el Valencia Basket se sigue apostando al final saldrán bastantes jugadores de L'Alqueria».

El último en inscribir su nombre en el Mur dels Somnis que preside la pista central fue Guillem Ferrando, tras debutar frente al Maccabi en el partido de la Euroliga del pasado 21 de febrero. El base de Benifairó de la Valldigna tiene claro lo complicado que es, a día de hoy, abrirse hueco en el primer equipo: «Sería un sueño repetir esta fotografía siendo los tres jugadores del primer equipo pero sabemos de la exigencia que tiene un club como el Valencia Basket. Cuando juegas en el filial de un club que quiere ser un Top 8 de la Euroliga tienes que trabajar muy duro para poder crecer y jugar».

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