Los cuatro pilares del Levante UD

A falta de seis jornadas para el final de la Liga, el Levante ha logrado el ascenso matemático a Primera División. Es el mejor resumen para explicar la autoridad con la que el equipo granota ha liderado de principio a fin la categoría de plata, aumentando poco a poco la diferencia con sus perseguidores gracias a la gran regularidad que ha mantenido. Victoria tras victoria, los azulgranas se han mostrado imparables hasta certificar hoy su objetivo.

El éxito es cosa del bloque que ha formado el club, un vestuario unido, competitivo y sin fisuras, pero cuatro figuras destacan por encima del resto. Se trata del director deportivo, Tito Blanco, el entrenador, Juan Ramón López Muñiz y los futbolistas Roger Martí y Raúl Fernández. Son las estrellas del campeón.

Tito ha sido el responsable de crear un proyecto que ha arrollado en Segunda. Tenía la difícil misión de sustituir a Manolo Salvador en el cargo y reconstruir una plantilla muy dañada tras el descenso. Ha acertado en prácticamente todas sus decisiones y su tándem con Carmelo del Pozo, secretario técnico, ha llevado a la gloria al Levante con una plantilla fuera del alcance de sus rivales.

Sus primeras apuestas fueron renovar a Roger y Jason, y confiarle el banquillo a Muñiz. Tres éxitos rotundos. A partir de ahí crearon un equipo de futbolistas humildes pero con calidad y experiencia en Segunda División que ha dado unos resultados incontestables. Prescindieron de los jugadores que tenían la mente en otro sitio, como Camarasa, Deyverson, Simao, Cuero, etc, y se quedaron con los más comprometidos, como Pedro López, Toño, Lerma, Casadesús, Morales y los demás.

Y con todos esos ingredientes, Muñiz ha sido el perfecto director de orquesta. El entrenador ha sabido adaptarse a cada estadio, a cada rival, y ha metido en el vestuario un gen competitivo para superar a todos los rivales. Sin hacer un fútbol brillante, la eficacia ha sido la bandera de este Levante, cimentado en una defensa impenetrable.

El asturiano ha sabido tener a todos los jugadores enchufados, metidos en dinámica, y era habitual que un futbolista pasara de no ir convocado a ser titular la siguiente jornada. Casi nadie tenía el sitio asegurado, todos han disfrutado de su momento y han rendido a la perfección. El técnico ha logrado que el equipo supiera manejarse como nadie para mantener la ventaja en los partidos apretados, que han sido prácticamente todos.

Y sobre el campo, sin duda los goles de Roger han resultado claves. 21 tantos del de Torrent, que le aúpan a lo más alto de la tabla de realizadores. Y lo más importante es que los ha marcado en los momentos clave, porque la mayoría fueron para abrir el marcador o desatascar los partidos, como hacen los grandes delanteros.

El canterano se sintió muy respaldado al ver cómo el club le renovaba su contrato y ha respondido con la mejor temporada de su carrera. Sus goles han sido decisivos, pero Muñiz valora mucho su capacidad de trabajo. Es el primer defensa, el que presiona a la zaga rival y fruto de ello ha marcado varios goles tras pérdidas del balón del equipo contrario.

Pero si en una portería destaca el valenciano, en la propia sobresale la figura de Raúl Fernández. El Zamora de la categoría. Una muralla para los delanteros rivales. El portero ha ido creciendo en confianza con el paso de la temporada y en la segunda vuelta en todos los partidos ha hecho paradas decisivas. Algunas de ellas espectaculares para salvar los puntos.

Batió el récord histórico del Levante en la élite, que tenía en su poder Mora desde el año 2004, y permaneció 585 minutos sin recibir ningún gol, durante un mes de enero triunfal que permitió al equipo disparar su ventaja con el tercer clasificado de forma ya definitiva.