![«Creer en la suerte te vuelve pusilánime»](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/201912/12/media/cortadas/LF2LA5N1-RNyDrn5Qxo78dizgtQZHO9N-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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cayetano ros
Jueves, 12 de diciembre 2019
Carlos Granero ya está de nuevo en China al mando del Chengdu Qianbao tras protagonizar dos ascensos consecutivos en el club chino. El técnico de Chella prepara sus equipos a fuego lento. La paciencia es su sello.
Pregunta. ¿Cree en la suerte?
Respuesta. No, no creo en la suerte: son circunstancias favorables y desfavorables. Cuanto más trabajas y mejor eres como entrenador, más fácil llegar al éxito. Nunca me he amparado en la mala suerte ni en los arbitrajes. Si lo haces, te vuelves triste y pusilánime. Si perseveras, el fútbol te premia.
P. ¿Cómo se lleva con la derrota?
R. Mal, yo ahí no he madurado. Con el tiempo llegas a controlar muchos aspectos, pero la derrota nunca. Es un déficit. Será porque me ha ido medianamente bien, pero tengo que ser más equilibrado después de perder. Cuando llega un ascenso, lo llevo con mucha tranquilidad. Aun así, yo estoy mucho peor de lo que transmito al grupo. Yo me lo llevo a casa. El excesivo análisis conduce a la parálisis. No te lo puedes replantear todo.
P. ¿Cómo ha evolucionado el vestuario?
R. Los vestuarios hablan, ya no por lo que dicen los jugadores, sino por los contextos. Eso no cambia jamás. Ni se puede enseñar en la escuela de entrenadores. Hay que saberlo escuchar.
P. ¿Y en qué ha crecido más?
R. Desde 2002-03 he trabajado con psicólogo deportivo, siempre con Jose Carrascosa. Creo mucho en la gestión de grupo. En sacar máximo rendimiento a través de la condición humana. Antes, el entrenador era más del grito, pero llegó un momento en que el vestuario dijo: 'Vale, tú después del grito ¿qué me das?, ¿qué argumentos?'.
P. Hoy se achaca todo a la falta de intensidad.
R. En general me parece pobre el lenguaje de los entrenadores. Echo de menos que se hable mucho más de táctica en las ruedas de prensa.
P. ¿Le gusta la etiqueta de especialista en ascensos?
R. Me ha traído sin cuidado. La mayoría de equipos me han contratado para ascender. Algo haremos bien para que ese camino lo hayamos recorrido tantas veces. Cada ascenso conseguido, me ha hecho mirar atrás para ver lo difícil que es, aquí o en China. Tras ocho ascensos y dos promociones de ascenso, podremos decir que hemos empatado con alguien.
P. ¿Y por qué no ha llegado a Primera?
R. Una coyuntura, un no coger la ola buena o un caballo ganador. Veo y me alegro de los éxitos de Paco López, Asier Garitano (que fue segundo mío en el Alicante), Pepe Bordalás, Luis García, que vienen de ahí, me veo preparado en conocimientos y experiencia, pero no me ha traumatizado. Hay que disfrutar en el día a día: entrenar, preparar un partido, el análisis, el postpartido...me da igual que sea entrenar a nanos que a Primera. Me pagan por algo que me encanta. Disfruto cada experiencia a tope.
P. ¿Qué le pasó en el Levante UD?
R. Era muy joven y empezaba. Es posible que me faltara algo como entrenador, pero hoy es fácil entrenar en Primera porque no funciona como antes, cuando hacía falta pasar muchos méritos. Ahora solo hacen falta conocimientos, sin ninguna experiencia. Lo difícil es mantenerse. Y recuerdo una frase de Luis Aragonés: 'Uno empieza a ser entrenador a partir de los 50'. Y a él le vino lo de la selección después de los 50. A partir de esa edad, lo sabes todo de un vestuario.
P. ¿Qué conceptos nuevos hay en el fútbol?
R. Gracias a la tecnología, son conceptos nuevos la presión alta, la presión tras pérdida en campo contrario, la salida de balón, los laterales cada vez los hacemos más profundos porque carecemos de extremos (nos estamos cargando los extremos al hacerlos jugar a pierna cambiada)...
P. Ferran Torres es una rara avis.
R. Por eso Ferran le gusta a todo el mundo, porque es el extremo de toda la vida. Queremos laterales profundos para tapar las carencias de los extremos. Ferran es un soplo de aire fresco, coño, el extremo de siempre. Luego, la evolución viene marcada por las reglas del juego. El cambio Zubizarreta-Busquets. El portero ha mejorado muchísimo. Y los centrales: el central moderno es rápido, puede jugar a 50 metros, es técnico. Los grandes equipos tienen centrales muy rápidos y ágiles. Ha habido una evolución a nivel biotipo. Yo he jugado con Tendillo de central y Arias de libre. Eso hoy es impensable porque se basa todo en una conducta zonal: basculaciones, coberturas...
P. ¿Quiénes han sido los pioneros del fútbol valenciano?
R. El pionero del mundo de la zona es Benito Floro, que lo trae a España y lo pone en práctica en el Albacete. Ya trabajaba las abps (acciones a balón parado). Y también Juan Mercé sabe mucho y lo ha transmitido en la Universidad y en la Escuela de Entrenadores. Hay un sello de la escuela valenciana en cuanto a organización de juego colectivo y las abps: José Luis Oltra, Fran Escribà, Quique Flores, Bordalás, Asier Garitano, Javi Culebras, Djukic, Pellegrino...
P. ¿Qué palabras sabe de chino?
R. Cuatro palabras relacionadas con el entrenamiento, la vida y el fútbol.
P. ¿Cómo es el día a día?
R. Duro, te exige mucha paciencia, perseverar, resiliencia y aprendizaje. El chino es generoso. Y el jugador, obediente y disciplinado. Reconoce la jerarquía del entrenador. Se vuelcan si eres extranjeros e intentas enseñarles, si te adaptas a tu forma de ser. Llevamos dos años en el mismo club. ¿Lo que menos me gusta? Que dar un paso cuesta mucho. Nos contratan porque saben que somos mejores. Y pagan bien por ello. Pero no te lo dan todo de golpe. Te lo tienes que ir ganando.
P. ¿Perciben el régimen comunista?
R. En aspectos mínimos. Hay desigualdad y clases sociales. Los chinos nuestros viven muy bien: son muy pacientes, pacíficos y obedientes. Les encanta salir a cenar. No tienen nunca prisa. Hay mucho lujo. Todos los coches que quieras. Y las marcas, todas originales. Pero también mucho contraste.
P. ¿China es el Dorado para los entrenadores europeos?, ¿tanto pagan?
R. Al presidente chino, Xi Jinping, le vuelve loco el fútbol. Y ha dicho: 'Quiero fútbol'. Quiere que en x años haya 50 millones de chinos jugando: la construcción de estadios, de academias,.... han fichado a Rafa Benítez, han querido a Mourinho para la selección, Lippi, Hiddink, Cannavaro... allí cabemos todos. Nos van a montar una ciudad deportiva en cuatro meses. Hoy están 20 años por detrás que nosotros en el fútbol.
P. ¿Cómo paga los impuestos?
R. Somos residentes en China y pagamos los impuestos allí. Y cobramos.
P. ¿Cómo era usted de jugador?
R. Era un 8, pero me cogió un día Pasieguito y me dijo: 'No puedes jugar de extremo, te falta calidad', y me pusieron de lateral ya en el Mestalla. Llegué muy rápido al primer equipo, y a los tres años me fui al Recre con Espárrago. Subí al VCF con 19 años y me encontré con un monstruo que era Quique Flores, un hombre tocado por esa gracia: se dedique a lo que se dedique, le va a ir bien. Llegué a jugar 50 partidos en los tres años en el VCF.
P. ¿Cuándo nació la vocación de técnico?
R. De siempre. Cuando jugaba, no paraba de dar órdenes y de debatir con el entrenador, y les hacía lectura de partido a los compañeros. Era una mosca cojonera que nunca dejaba de pensar en el campo. En Segunda B, jugaba con Quique Hernández en el Benidorm, y entrenaba a chavales. Llevo 25 años entrenando. Sin tener todavía el título de entrenador Nacional, logré cuatro ascensos consecutivos: Llíria, Ontinyent, Benidorm y Novelda. Y hay una máxima que he mantenido: salir de mi zona de confort. Entrené en el Nàstic, Hércules, Alicante, Ponferradina, Alavés, Oviedo, estuve en Grecia con el Veria gracias a Quique Hernández... He entrenado a todas las categorías: desde niños a Primera División, en Grecia.
P. ¿Cómo fue esa experiencia?
R. Impresionante: los griegos son temperamentales, agresivos, expresivos, imprevisibles, irreflexivos, y apuestan mucho por el producto español.
P. ¿En qué entrenador se ha inspirado?
R. Suelen decir algunos: 'Soy autodidacta'. Mentira. Somos el producto de lo que fuimos como jugadores y luego vas forjando tu personalidad como entrenador por las experiencias y el conocimiento. De jugador, aprendí de la profesionalidad de Espárrago, Paquito era un adelantado, Roberto Gil y la gestión de grupo, Quique Hernández es con quien más he disfrutado como jugador.... El estilo es consecuencia de lo que has vivido.
P. ¿Con qué estilo se identifica?
R. Tú tienes que construir un equipo que compita y tenga rendimiento. A ver si tu primera idea es la positiva o no. Te tienes que adaptar. Marcelino construye un equipo y no engaña a nadie. Tienes que ser coherente. Al futbolista no le debes engañar: no tolera ni la falta de justicia ni que lo engañes. Ser normal en el fútbol cuesta mucho. Pellegrino se marchó dimitiendo: chapeau.
P. ¿Qué le parece la Supercopa de España en Arabia Saudí?
R. El fútbol es un juego en esencia, tiene sus reglas, pero es un negocio. La gente se tendrá que acostumbrar a que el jefe haga lo que hizo con Marcelino en el Valencia. ¿Le ha dado alguna alguna explicación a Mateu? Ninguna. Los chinos simplifican mucho las cosas. Son mucho más directos.
P. ¿Ha podido conciliar con la vida familiar?
R. Es imposible. Son 14, 15 horas de viaje hasta China. Mi hijo juega en el Extremadura, Borja Granero, juega de central; mi hija es maestra. Y mi mujer está en esa fase de cuidar a los padres.
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