Los embrollos valencianos de Rubiales

Llama la atención, sin duda, el enfrentamiento con Yasmina Eid-Macheh, la arquitecta que reformó su piso en la capital del Turia. Conocida es la tensión que se genera en la rehabilitación de cualquier vivienda entre propietarios y empleados, pero rara vez esta desemboca en los tribunales. No fue el caso de Rubiales, siempre presto al conflicto; cómodo en la reyerta.

La disputa se saldó en tres juicios. El primero eran los impagos a la profesional. Eid-Macheh sostenía que el directivo no le había abonado el rediseño de su vivienda, un loft de altas calidades en el centro de la ciudad. El juez rechazó ese relato. La sentencia acredita que sí pagó el coste de la rehabilitación. Pero es cierto que el fallo deja un dato para alimentar las sospechas. Alrededor de 120.000 euros se pagaron en efectivo. Un procedimiento, en realidad, poco habitual para sufragar este tipo de actuaciones.

La demandante llegó a acusar al entonces presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) de haber intentado abonar la supuesta deuda con fondos del sindicato de futbolistas, organismo que dirigió hasta noviembre de 2017. Esas insinuaciones hoy pueden cobrar más vigor tras la revelación de otros aspectos de la gestión de Rubiales, que se investigan en los tribunales.

Conectado con este procedimiento, al menos de forma tangencial, se produjo el otro episodio que terminó en la Audiencia de Valencia. Se trataba del acoso de la arquitecta al propio Rubiales. La mujer fue condenada a una multa de 2.600 euros. «Mis tres hijas menores de edad y yo hemos sido víctimas del acoso de esta señora», manifestó en las puertas de la Ciudad de la Justicia. La mujer, supuestamente con la exigencia de cobra la deuda, se apostaba en la casa del exfutbolista esperando su llegada. El episodio más desagradable fue encontrar unas pintadas en el baño y la habitación principal del piso donde aparecía el nombre de la arquitecta y las siglas RIP.

Esa noche «apalancaron» la puerta por temor a que la ahora condenada pudiera acceder al interior. La mujer disponía de llaves del domicilio. Y todavía tuvo otro asunto en los juzgados de Valencia, casi una segunda casa para Rubiales. La denuncia por una supuesta agresión a la misma arquitecta en plena plaza del Ayuntamiento de Valencia. El caso se cerró con una absolución.

Entre los roces valencianos al margen de los tribunales no conviene olvidar tampoco una cuestión que afectó al exfutbolista Luis Gil y al abogado Santiago Nebot. Fue en la época en la que todos estaban en la AFE. Unas discrepancias de estos dos con Rubiales terminó con ambos respaldando la iniciativa de Carlos del Campo, que se postulaba para la Federación Española, iniciativa que al final no prosperó. Después, por cierto, terminaron sumándose al equipo de Javier Tebas en LaLiga. Eso molestó y bastante a Rubiales.

Pues bien, lo curioso del caso es que Rubiales acabó pasando factura por aquello pero no a los protagonistas sino al hermano de Santiago Nebot. En concreto, a José Nebot, prestigioso traumatólogo valenciano (exmédico del Levante), que estaba en esos momentos colaborando de manera desinteresada con la AFE, en concreto con el equipo de fútbol que tiene la Asociación de jugadores que se quedan sin club. La decisión de Rubiales fue contundente: José Nebot dejó de ser médico del equipo de la AFE.