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Luis Manuel Rubiales llega esta mañana a los juzgados de Valencia. DAMIÁN TORRES

Rubiales, tras el juicio por su presunta agresión a una arquitecta: «Hay continuas contradicciones y mentiras»

El presidente de la Federación Española declara por el altercado ocurrido en la Plaza del Ayuntamiento aunque la incomparecencia de un testigo obligará a continuar el día 16

Lunes, 31 de mayo 2021, 18:48

Cerca de dos horas de declaraciones en el juzgado de lo penal número 12 de Valencia. Como acusado, Luis Manuel Rubiales. Fue denunciado por ... Yasmina Eid-Macheh por una supuesta agresión en plena Plaza del Ayuntamiento el 19 de julio de 2017. La arquitecta le reclamaba un dinero relacionado con la reforma de un piso del exfutbolista en la capital del Turia y, según su versión, sufrió lesiones durante la discusión. El actual presidente de la Federación Española niega tajantemente que se produjera cualquier contacto físico. A lo largo del juicio celebrado esta mañana, han comparecido testigos y peritos, aunque Ángel Rodríguez, el que ejercía como abogado de la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) no ha acudido a la cita. Un contratiempo que obligará a celebrar una segunda sesión el día 16.

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«Ha habido unos testimonio firmes y claros que cuentan una historia de lo que realmente ocurrió y otra parte con continuas contradicciones y, como han hecho en otros juicios, con mentiras. Vamos a esperar a la segunda parte y confío en que la justicia de nuevo hará que reluzca la verdad», ha comentado Rubiales al abandonar la Ciudad de la Justicia de Valencia.

El origen del conflicto entre el exjugador y la arquitecta radica en los pagos de la reforma de una vivienda. Unas discrepancias que se resolvieron en un procedimiento por la vía civil a favor del presidente de la Federación, quien ha negado que se produjera una agresión. «No la he tocado a ella ni ha nadie. Soy incapaz de hacer de lo que me han acusado», ha afirmado durante su declaración. El 19 de julio de 2017 se produjo una reunión entre el abogado de la arquitecta y Ángel Rodríguez, quien defendía los intereses de Rubiales.

«Fue un abordaje. Gritos, insultos... recuerdo todavía la saliva impactándome en la cara. Empezó a gritar que no la tocara. Le dije que le juraba por mis hijas que le había pagado todo. Tuve que aguantar que iba detrás de mí llamándome de todo, diciendo que me iba a romper las pelotas, que me iba a hundir la vida, que era un estafador. Le he pagado hasta el último céntimo», ha comentado Rubiales, quien aquel día acabó marchándose en un taxi junto a su letrado.

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«Fue tanto el bochorno que es le peor día de mi vida quitando defunciones. Ángel y yo vimos la oportunidad de coger un taxi. Ella venía detrás y su pareja se quedó a unos 20 metros del taxi. Ella intentó entrar en el coche, abría la puerta. Al final tiré y pude cerrar con el cerrojo. Empezó a sacar fotos a la matricula por delante. Estábamos parados en mitad de la calle», ha añadido.

Muy diferente ha sido la versión de Yasmina Eid-Macheh. «No me pagó el coste de toda la reforma y nos pusimos en manos de abogados. La denuncia se desestimó. La sentencia no es firme. Hemos puesto una querella por testigos falsos», ha comentado la arquitecta, quien acusa a Rubiales de causar lesiones en las costillas, la muñeca y las cervicales y un trastorno de estrés postraumático.

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Las versiones no coinciden. «Él empezó con palabras malsonante y fuertes, le dije que iba a llamar a la policía. Cerca de Correos fue la segunda vez que me cogió del brazo. Luego me volvió a coger fuerte del brazo y le dije que no me tocara. Él me dijo que había ido para llegar a un acuerdo. Le dije que me pagara lo que me debía. Él llamó un taxi. Yo iba a un metro y abrió la puerta del taxi muy fuerte. Y me dio muy fuerte en el pecho y mareé. Me apoyé en la puerta, el taxista me chilló, me asusté. Rubiales, que estaba sentado en el coche, cogió con fuerza la puerta y me barrió. Con su mano derecho me arrastró, me dio un puñetazo. Noté un tirón y luego me empujó. Le dije al taxista que me diera su número de teléfono y dijo que no me iba a dar nada. Saqué el teléfono e hice una foto de la matrícula. Una testigo lo había visto. Fuimos a la policía nacional y nos cogió declaraciones. Me dijo que me fuera a un centro de salud y me dio Diazepan y algo para el dolor. Al día siguiente me levanté con todo hinchado y no podía respirar bien«, ha explicado la arquitecta.

La testigo a la que se refiere Eid-Macheh es María Mercedes Sánchez, quien ha comparecido. Ha afirmado que la puerta del taxi estaba entreabierta, por lo que no tenía una visión completa de los hechos. Ha afirmado que no presenció ningún puñetazo y que tampoco escuchó insultos. Ha afirmado que la arquitecta estuvo de pie hablando con Rubiales y que no intentó entrar en el taxi. Y ha añadido que el vehículo se puso en marcha enseguida y la arquitecta regresó llorando. Sí ha hecho referencia a un agarrón.

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«Yo iba a cruzar y vi a cuatro personas detrás discutiendo. Yo pensaba que era una discusión de pareja. Vi que el chico (Rubiales) intentaba entrar en el taxi y la chica intentaba hablar con él. En un momento dado él la cogió con el brazo. El taxista había salido del taxi, entró y se fueron«, ha apuntado la testigo.

Juan Aparicio es el taxista. También ha declarado, negando que se produjera un contacto físico entre Rubiales y Eid-Macheh. «Me paró un señor. Empecé a escuchar voces de una señora que venía gritando por la calle. Él entró, se sentó, y ella intentó abrir la puerta. Hizo cuatro o cinco intentos de abrir la puerta. Fue un forcejeo. Rubiales estaba dentro e intentaba que la puerta no se abriera. Al final ella se metió hasta el hombro dentro del coche. Ella estaba muy alterada. Y yo salí del coche y le dije que no veía normal esa situación. Se apartó y me pidió que le dijera quien era yo, que él un estafador. Y se puso a hacer fotos del coche. Duró cuatro o cinco minutos. Y nos fuimos. Mis clientes estaban avergonzados por la situación que habían vivido. Era una situación tensa. Me ofrecí para que contaran conmigo si me necesitaban para contar lo que he visto«, ha señalado el conductor.

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Juan José García Valverde estuvo en el lugar de los hechos, aunque sin intervenir. Es arquitecto y pareja de Eid-Macheh. Ambos dirigen la empresa. «Él abrió la puerta y con la puerta le dio a Yasmina. Cuando él se iba a meter, la agarró del brazo, la zarandeó y la empujó. Mi pareja nunca intentó meterse en el taxi. Previamente cuando estaban hablando, él le cogía varias veces del brazo. Y ella decía que no le tocara. Él nos insistía en que subiéramos a hablar con nuestro abogado porque habían ido para llegar a un acuerdo«, ha explicado. Ha negado que ella se pusiera delante del vehículo.

Juan José García puso en marcha una grabadora, aunque no medió: «Yo llegaba la grabadora porque íbamos a hablar con nuestro abogado para saber lo que habían propuesto. Y me acordé. Yo estaba a dos o tres pasos de ella y Rubiales». A la pregunta de por qué no ayudó a su pareja, ha afirmado: «Nunca me he peleado con nadie. Nunca he tenido que usar la violencia. Me quedé bloqueado. Él está fuerte, hace boxeo. No estoy acostumbrado a ver temas de violencia. Me quedé bloqueado. A lo mejor otra persona habría reaccionado. Vi que le cogía del brazo ,le retorció la muñeca, le metió le puño en le costal y vi como la agarraba, zarandeaba y la empujaba. Si hubiese pasado un coche la habría arrollado«.

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En cuando a las pruebas periciales, declararon los trabajadores de la empresa que analizó la grabación y la procesó para mejorar el sonido. El médico forense explicó que la magulladura en la muñeca no se podía debe a un esfuerzo por intentar abrir la puerta del taxi y que tiene que existir una presión o percusión: «Lo atribuimos a que ha sido agarrada». Entonces sí ve una relación de causalidad con los hechos denunciados.

El perito médico propuesto por la defensa de Rubiales ha transmitido una análisis muy diferente: «En la primera exploración no hay inflamación en la muñeca. En la segunda sí que hay. En una lesión contusiva suele aparecer de una forma muy precoz. Es posible que estemos ante una situación en que haya habido un esfuerzo reiterado. También podríamos estar ante una contusión no tan fuerte, pero lo normal en esta situación es que de forma precoz tengamos un edema«.

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