Huijsen ilusiona a España

El alarde de personalidad del que hizo gala y el gran nivel exhibido en un choque con tanta presión ambiental en las gradas llenan de ilusión a la selección española, un fértil vivero de centrales que se frota las manos con la pareja que este malagueño de adopción puede formar junto a Cubarsí en el eje de la retaguardia durante más de una década si nada se tuerce.

La baja de Iñigo Martínez adelantó los plazos que Luis de la Fuente se había marcado con Huijsen. El riojano le incluyó en la prelista, pero le dejó inicialmente fuera de la convocatoria para la doble cita frente a Países Bajos, decantándose por llamar antes que a él a Raúl Asencio. Sin embargo, todo cambió cuando el lunes se conoció el parte médico que informaba de la lesión de Iñigo. Un contratiempo al que De la Fuente respondió sacando a Huijsen de la sub-21 para elevarle a la absoluta. Llevaba tiempo bien posicionado en el radar del staff que encabeza el preparador de Haro y su nacionalización en febrero de 2024 supuso el paso clave dentro de un plan meticulosamente trazado por la Federación Española de Fútbol (FEF) que respondía a parámetros conocidos.

Hijo de un futbolista neerlandés que compartió espacio con Clarence Seedorf y Patrick Kluivert en la cantera del Ajax, Huijsen renunció a seguir escalando peldaños dentro de la selección neerlandesa, con la que llegó a portar el brazalete de capitán en la sub-19, para abrazar un futuro con la casaca del país al que llegó con 5 años que ya es presente.

En la FEF se regocijaron por la decisión de este espigado central, quien siguió la misma vía que en su día transitaron Aymeric Laporte y Robin Le Normand, aunque a una edad más tierna. Le veían condiciones para marcar época por su presencia física, buen manejo de la pelota, sentido táctico y contundencia al corte. Faltaba, sin embargo, examinarle en un escenario de altura. Y Huijsen dio la talla en el estadio del Feyenoord. Permaneció una hora sobre el césped en la que repartió 59 pases, 53 de ellos precisos, ganó un duelo aéreo, realizó dos despejes e interceptó un balón, dando sensación de seguridad en todo momento pese a que se ganó una amarilla. Incluso se atrevió con un disparo.

Su brillante actuación puede servir para acentuar el relevo generacional dentro de un puesto que en su día dominaron con puño de hierro Carles Puyol, Sergio Ramos o Gerard Piqué. Esa jefatura la heredó Laporte, pero la edad del actual futbolista del Al-Nassr aconsejaba buscar capos de nuevo cuño. El primer candidato que apareció fue Le Normand, pero es en Cubarsí, que no estará el domingo en Mestalla tras abandonar este viernes la concentración de la selección a causa de su maltrecho tobillo derecho, y en Huijsen en quienes están depositadas las mayores esperanzas.

La sobriedad y el aplomo con los que se condujo este último el jueves ante Países Bajos refrenda la apuesta que hizo De la Fuente por el valladar defensivo que tiene a su cargo Andoni Iraola en el Bournemouth y le coloca un escalón por delante de Asencio, otro joven central que añade competencia en una demarcación para la que siguen bien posicionados figuras como Vivian o Pau Torres.

Curiosamente, el futuro de Huijsen y Asencio puede ir de la mano también en el Real Madrid. El joven rechazó en 2021 una oferta para recalar en el club de Chamartín y prefirió marcharse a la Juventus en busca de nuevos desafíos futbolísticos y culturales, pero los blancos le han puesto a la cabeza de sus preferencias a la hora de reforzar una parcela en la que sobrevuelan las dudas respecto al rendimiento que puedan ofrecer David Alaba y Éder Militao tras sus graves lesiones de rodilla.

Su perfil encaja como anillo al dedo dentro de la apuesta por el talento emergente que guía casi todos los movimientos de Florentino Pérez en el mercado de fichajes y Huijsen no ocultó tras el duelo en Róterdam el agrado que le produce ver su nombre vinculado con la agenda del Real Madrid. «Es un orgullo que un equipo tan grande se interese por ti», apuntó en zona mixta un joven que tiene como principales referentes a Sergio Ramos y a Virgil van Dijk, y al que José Mourinho se llevó en su día a la Roma. Sin embargo, el Bournemouth, que pagó 15,2 millones de euros para sacarle de la Juventus, no venderá barato el pase de un zaguero que promete dar mucho juego cuando vuelva a abrirse la ventana de traspasos y al que España considera un nuevo mariscal defensivo en potencia.