Daniel Bolufer, de negro, da instrucciones a los jugadores del Ekenäs. LP

El valenciano que triunfa en el polo norte

Daniel Bolufer ha ascendido con el Ekenäs a la Primera División finlandesa. Hace dos años entrenaba al Unión Imposibles Beteró

Héctor Esteban

Valencia

Viernes, 3 de noviembre 2023, 00:57

Daniel Bolufer hizo un viaje de éxito de la Malvarrosa a Finlandia. Del Mediterráneo al polo norte. Un contraste como el relato de su vida, de periodista a entrenador de fútbol. A una carta y casi sin querer. Hay decisiones que no necesitan muchas vueltas, ... y el no las dio. «Creo que me siento mejor en el extranjero que en España», señala Dani, que pasa unas semanas en España para ver a familiares y amigos. Vive en Ekenäs, al sur del país, y ha subido al equipo de fútbol de la localidad a Primera División, donde ejerce como segundo entrenador. Una ciudad de 15.000 habitantes, un tercio de la capacidad de Mestalla. Todo un reto para un equipo que disfrutará por primera vez de la máxima categoría.

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Bolufer llegó a los banquillos de rebote. «Yo había jugado en categorías inferiores en varios equipos pero nunca pensé en entrenar. El entrenador del Cabanyal-Canyamelar, en el que yo jugaba, no podía seguir en el cargo y me ofrecieron coger al equipo. Tenía buena relación con todos los compañeros y me respetaban, al menos eso me dijo la directiva para que aceptara el cargo -ríe-. Iba a ser algo provisional, casi como un favor porque yo tampoco tenía expectativas de seguir con esto. Empezamos a ganar partidos, me quedé y ahora aquí estoy, en Finlandia con un equipo que ha ascendido a Primera División», apunta. En Ekenäs no hay mucho que hacer. Demasiado frío. «Y una cerveza vale seis euros», destaca para radiografiar el nivel de vida. El equipo le paga la casa, la manutención y le abona un sueldo para sus gastos.

La historia de Bolufer es la que empieza desde abajo. En el Cabanyal-Canyamelar siguió una temporada más y de ahí pasó al Unión Imposibles Beteró. Los inicios fueron en el barro, donde se aprende de verdad, en Segunda Regional, la categoría más baja del fútbol español. En esos partidos hay poco margen para las florituras, pero él se tomó el trabajo como si fuera un equipo de máximo nivel. Bolufer, que es un estudioso de la táctica, empezó a colgar vídeos en internet con el objetivo de llamar la atención de aquellos que estaban interesados en el fútbol español y su objetivo principal era abrirse las puertas de China, un mercado emergente. Allí había dinero y futuro. No le daba miedo salir fuera. Como periodista ya había trabajado en Francia, uno de los países de paso en su vida como también lo fueron Italia y Serbia. Un trotamundos que nunca creyó que al final sería el fútbol su forma de vida.

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El entrenador valenciano logró su objetivo. Una academia china se interesó por él, las condiciones estaban pactadas y el billete de ida en el bolsillo hasta que la pandemia le dio la vuelta a la vida como un calcetín. Wuhan se convirtió en la ciudad más odiada del planeta y el coronavirus entró en los hogares para destrozarlo todo. «En un principio pensábamos que el tema del virus sería sólo para unos días, que todo volvería a la normalidad y que me podría ir a China. La realidad fue otra, como todos vimos», apunta.

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El viaje de ida a China fue un billete de vuelta al Unión Imposibles Beteró. Ahí permanece hasta que un amigo le dice que en Finlandia buscan entrenadores españoles para las escuelas de fútbol. Y así es como en primavera de 2021 llega al Ekenäs IF, un equipo de la Segunda División finlandesa con una escuela de fútbol.

El segundo entrenador del equipo se va y el principal echó mano del valenciano para preparar la jornada. Gustó y se quedó. Otra vez el fútbol fue caprichoso. Y de ahí, desde la temporada pasada, ocupó el puesto de segundo entrenador, que mantuvo con la llegada de Gabri, el técnico del ascenso.

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En el Ekenäs IF conviven jugadores de varias nacionalidades. Desde brasileños a africanos, algún ruso y jugadores locales –por allí pasó el marfileño Paul Akouokou, ahora en el Olympique de Lyon y que estuvo en el Real Betis sin demasiada suerte–. Ahora mismo, sus jugadores con mayor valor de mercado son el ruso Efimov, el internacional camerunés Tabi Manga y el brasileño Lucas Kaufman con 150.000 euros. Todo muy lejos de las grandes ligas.

Bolufer sabe que ahora, en Primera División, la plantilla necesita refuerzos. «Son importantes los jugadores pero lo es todavía más contar con un vestuario sano, que todo el mundo vaya en la misma dirección. Por eso nosotros hemos subido», termina.

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