Febrero de 2003: una barca, con un pequeño grupo de personas, navega a vista desde tierra en Valencia. Sus tripulantes realizan mediciones del viento. Pocos días antes, el Alinghi, con bandera suiza (y por tanto sin un puerto que organizase su primera edición como defender de la Jarra de las Cien Guineas), había ganado la Copa América en Nueva Zelanda. Había empezado la carrera por organizar la competición de 2007.
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Y la batalla de Valencia con otras 64 ciudades de todo el mundo. Semanas después quedaron descartadas casi todas, excepto un pequeño grupo: Lisboa, Marsella, Nápoles y Palma de Mallorca. Palabras mayores. Pero aquella barca seguía saliendo al mar, dia tras día, a medir el viento. Estaba preparando lo que parecía imposible: confeccionar una candidatura que sedujera a Ernesto Bertarelli frente a ciudades con más tradición náutica a nivel internacional. El sueño cuya mecha encendió Manuel Casanova desde la presidencia del Náutico de Valencia, donde también se involucró el experimentado regatista Pedro Campos, acabaría siendo una realidad.
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En aquella batalla, Lisboa creía partir con mucha, con toda la ventaja. Pero Valencia puso toda la carne en el asador. Entre otros muchos esfuerzos preparó unos campos de regatas que a día de hoy siguen considerándose como los mejores de la Copa América. Entre las personas que confeccionaron la candidatura española estaba el abogado Luis Sáenz Mariscal, que llevaba vinculado a la competición desde 1999 y que ha trabajado para varios equipos.
La Copa América de 2007 la organizó ACM, la empresa que creó Bertarelli a tal efecto, separando esta parte de la deportiva, la del Alinghi como defensor. Las ciudades formulaban sus candidaturas y firmaban contratos vinculantes en caso de ser la elegida. En esta ocasión, el Team New Zealand ha optado por otro formato, sin disgregar una y otra faceta. Luis Sáenz Mariscal trabaja como asesor y tiene plena confianza de Grant Dalton, el jefe del proyecto neozelandés.
Es el hombre, por lo tanto, que está fiscalizando la candidatura de Málaga y, probablemente, quien haya aconsejado descabalgar a Valencia esta semana. Porque, en Copa América, es muy extraño que dos ciudades de un mismo país lleguen a la recta final por ser designada sede. El abogado fiscaliza de cerca el proyecto andaluz, su viabilidad, el proyecto en tierra y los campos de regatas.
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Mientras, Valencia ha quedado descolgada. ¿Definitivamente? Los próximos días deben ser decisivos, pues el Team New Zealand quiere tener elegida la sede a principio de mes, aunque no la haga pública hasta el 31 de marzo. Empresarios buscan una multinacional que se comprometa por escrito a patrocinar la Copa América de 2024. Con ese documento, se retomarían las conversaciones con las instituciones, principalmente con presidencia de la Generalitat.
El ejecutivo encabezado por Ximo Puig lo ha dejado claro: «Es momento de la inversión privada». Esta es la postura del PSPV y así lo dejó claro este jueves 24 de febrero, en otra institución, el Ayuntamiento, la concejala de Deportes, Pilar Bernabé en el debate de la moción presentada por el PP instando al Consistorio a apoyar la candidatura de Valencia y a que exigiera a Generalitat y Gobierno central que la respalden. ¿Y Compromís? Su línea es más dura, negativa rotunda y, además, vinculan la Copa América al despilfarro y la corrupción, tal como dejó claro en su intervención el concejal Carlos Galiana.
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A Málaga le ha llegado este jueves un varapalo desde el Gobierno central. El subdelegado en la provincia andaluza, Javier Salas, dejó claro que el Ejecutivo no financiará la Copa América y subrayó que ya aporta dinero para la Expo proyectada en 2024. Además, el Gobierno ya había comunicado que su estrategia sería la misma independientemente de la ciudad que resulte elegida. A Valencia parece haberla castigado el nulo respaldo institucional pero, ¿qué consecuencias tendrá esto para Málaga?
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La tercera Copa América para España, desde otra posición distinta a hace 19 años, vuelve a estar en manos de Luis Sáenz Mariscal. Y las opciones de Valencia, también: si el abogado traslada a Grant Dalton que ninguna candidatura le convence quizás vuelva a retrasarse la elección de la sede más allá del 31 de marzo y las cartas se barajen de nuevo. En Cork trabajan por una heroica remontada y la tentación de los petrodólares de Yeda sigue estando sobre la mesa.
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