![Almudena Muñoz, el judo como regalo de cumpleaños](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202203/10/media/cortadas/almudenamunoz-RX5uq0W9YPgP9kezTG9BzdK-1248x770@Las%20Provincias.jpg)
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Juan era lo que en las familias suele calificarse con cariño un 'pequeño trasto'. Benjamín de cuatro hermanos ya había pasado por el hospital para que le suturaran una ceja o porque se había roto un brazo. Su madre decidió apuntarlo a judo en un ... gimnasio de barrio, a ver si quemaba la energía sobrante. Iba con otros niños de la finca, en su caso acompañado por su progenitora y Almudena, un año y medio mayor que él.
La niña de diez años quedó cautivada desde el primer instante por el deporte que practicaba su hermano en aquellas colchonetas que llamaban 'tatami'. Tanto que cada tarde le pedía a su madre que le dejara probar: «¡Porfa, porfa!». Ante las negativas, y a semanas de soplar las once velas, se le ocurrió una idea: «Mamá, ¿y si es mi regalo de cumpleaños?». Accedió y se marcharon juntas a comprar el primer judogi y el cinturón blanco. Aquel día, sin saberlo, había nacido Almudena Muñoz, la que sería una de las grandes pioneras del judo y del deporte en España. Ganaría el histórico oro olímpico en Barcelona 92, condimentado con el título Europeo y la plata en el Mundial, ambos el año siguiente.
No conserva aquel judogi, pero sí los éxitos y una vida siempre vinculada al deporte. «Trato de disfrutar cada etapa, recordando siempre los buenos momentos», afirma Almudena Muñoz. Como los entrenamientos en el viejo cauce del río, cuando ni de lejos era la joya de la corona de la Ciudad del Running. «Bajaba a correr cuando hacía la parte física, pero no era lo de ahora. Había cañas y barro, la gente te veía y te preguntaba: 'Nena, ¿qué haces? ¿Estás loca?'», recuerda. Tampoco tenía zapatillas de corredora: «Ni las cambiábamos cada 6 meses. Yo creo que siempre usé las mismas. ¡Así tengo ahora los pies, con artrosis!».
Formó parte de una generación de pioneros del deporte que en muchos momentos trabajaban por ensayo-error. Como cuando se rompió la rodilla en 1989, en vísperas del Mundial de Yugoslavia. Le operó Enrique Gastaldi y la recuperación la hizo con su preparador físico, el también yudoca Carlos Torres. «Corría en las dunas, en cuestas por el monte, hacía ejercicios con balón medicinal...», enumera Almudena Muñoz: «En aquel momento existía la teoría de que había que dedicarse en exclusiva al deporte. Pero yo siempre he opinado que hay que tener un plan B. Por si acaso. Yo no sabía si podría volver».
Aprovechó el año de lesión para estudiar. Empezó Magisterio, aunque lo aparcó para preparar unas oposiciones a Bancaixa, donde debía incorporarse en 1992. «Me había clasificado para los Juegos. Había sido complicado y mi idea era retirarme después, así que pedí empezar a trabajar a la vuelta de Barcelona», explica. El oro le sentó tan bien que decidió seguir compitiendo. Cuando cambió la banca por su puesto de administrativo en el Ayuntamiento, se le abrieron las puertas para compaginar la vida laboral con el deporte de élite.
Ahí sigue, en La Petxina, donde decenas de chavales trabajan a diario, ya con mejores instalaciones, por el sueño que persiguió y alcanzó ella en los 90. Junto a Carlos Torres, que más que un preparador físico ha sido un compañero de vida. Han tenido dos hijos, de quienes Almudena Muñoz habla con admiración, sin borrar la sonrisa. Sigue disfrutando del deporte, ahora en familia, por ejemplo en las escapadas a la nieve o en las salidas en bicicleta desde San Antonio de Benagéber hacia La Calderona.
Valencia. La ciudad donde nació el 4 de noviembre de 1968. Empezó con el judo a los 11 años.
Barcelona 92. Ganó la medalla de oro en -52 kilos al vencer en la final a la japonesa Noriko Mizogouchi. En Atlanta logró diploma olímpico. Peleó por el bronce pero se lo dieron a su rival en una decisión polémica
Su mejor momento. Un año después del oro olímpico, ganó el Europeo en Atenas y fue medalla de plata en el Mundial de Hamilton.
Lesiones. Sufrió una de rodilla en 1989. Se retiró en 1997, tras haber padecido otra de hombro dos años antes y que no le impidió ir a los Juegos de Atlanta.
Administrativa. Actualmente trabaja en el Complejo de La Petxina. También empezó en su día los estudios de Magisterio.
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