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Antonio Llerena, a punto de golpear. foto cedida por antonio llerena

Antonio Llerena, figura del golf por accidente

«Iba en moto y un coche me golpeó de frente. Tuve que echarle narices y hacerme un torniquete. El deporte me ha salvado la vida», afirma el castellonense, cinco veces campeón de España y que sueña con ir a unos Juegos Paralímpicos

Lunes, 4 de abril 2022, 00:53

«El golf me salvó la vida», afirma Antonio Llerena. En parte sí, pero fue su propia frialdad y precisión en un momento de ... máxima presión lo que le permitió volver a nacer en 2010. En definitiva, características que también le ayudaron a mejorar el swing y que le convierten casi en infalible en el juego corto. Fan de Seve Ballesteros, Jack Nicklaus y Greg Norman, en un principio este castellonense ni siquiera cogía los palos. «Lo veía como algo aburrido», señala. Estuvo un tiempo jugando a tenis.

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Su hermano pequeño sí se había enganchado al golf y en 1981 al final se decidió a probar en el campo de Borriol, que actualmente pertenece a Sergio García. Le gustó y empezó a recibir clases de Víctor García, el padre del jugador campeón del Master de Augusta y que ha sido fundamental en su reconstrucción. Antonio Llerena llegó a participar en algún campeonato nacional, pero allá por 2010 no podía decirse para nada que fuera un deportista de élite.

Fue entonces cuando todo cambió. «El 14 de septiembre de 2010. Lo tengo grabado», comenta. Con una entereza que llama la atención, Toni Llerena relata el accidente de moto, en la N-340 camino de Benicàssim, en el que pudo haber perdido una vida que se transformó por completo: «Venía de jugar a golf. Tuve la suerte o la desgracia, porque cada vez que lo pienso lo veo de una forma distinta, de que un coche que iba a adelantar no me viera y me embistiera de frente».

Antonio Llerena cuenta que de repente se vio en el asfalto, como si estuviera soñando: «No notaba dolor ni nada. Creía que estaba muerto». El conductor causante del accidente no paró a socorrerle. Ni siquiera se pondría en contacto con él tiempo después para pedirle disculpas o para interesarse por él. Tampoco tiene especial interés: «Cuatro o cinco kilómetros después lo paró la patrulla de la Guardia Civil y él dijo que no se había dado cuenta, que pensaba que había atropellado a un perro».

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Y no. Se había llevado por delante a Antonio Llerena, que tenía destrozada la pierna izquierda. «Me palpé la cara y me quité el casco. Tuve la frialdad de llamar al 112 para que me enviaran el SAMU y de avisar a mis padres. Me apoyé en el quitamiedos, miré hacia abajo y vi que la pierna no estaba, sólo jirones y había mucha sangre», recuerda: «Me hice un torniquete». Por fortuna para él, su progenitor es médico y conocía la técnica. Gracias a ese primer auxilio que se practicó a sí mismo, hoy puede contar la historia.

Pasó por el quirófano cinco veces en Castellón, con diversas complicaciones y los consecuentes golpes a su estado de ánimo. Hasta que en abril de 2011 se puso en manos del doctor Pedro Cavadas. Llegó un momento en el que quiso cerrar la etapa en los hospitales e iniciar la nueva vida. «Víctor García me ayudó a adaptar mi juego a mis nuevas condiciones. Al principio practicaba con muletas, aún no tenía la prótesis», indica Antonio Llerena. Tiempo después se la colocaron y tuvo que volver a reeducarse al tiempo que se acostumbraba a unos dolores que aún no han desaparecido del todo.

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Llerena posa con uno de sus trofeos. foto cedida por antonio llerena

Pero Toni Llerena se negó a postrarse en un sofá. En 2012 ya estaba compitiendo como jugador adaptado. De hecho, ese año ya fue campeón de la Comunitat y de España, este último, en un torneo disputado en el campo de Palomarejos, en Talavera de la Reina. «Eso me abrió las puertas a participar en torneos a nivel internacional. Tuve que pasar una revisión médica en la EDGA (European Disable Golf Association) para que me autorizaran», precisa el castellonense. A nivel nacional había solicitado una modificación de hándicap, de 1,5 a 8.

En 2013 quedó entre los diez primeros en el Campeonato de Europa y volvió a triunfar en el de España. A nivel nacional suma otros tres títulos: 2017, 2019 y 2021, después de que el de 2020 no se celebrase por la pandemia. La edición de 2022 está fijada para el primer fin de semana de este abril de 2022. «Estoy convencido de que el golf me ha salvado la vida. Siempre he sido muy competitivo y me gusta ir anotando mis resultados, tengo un archivo en casa con el palmarés actualizado», señala.

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Antonio Llerena es hoy una persona totalmente autónoma. Agradece a los responsables de la empresa en la que trabaja, una refinería de Castellón, por el respaldo tras el accidente: «Tuve una suerte enorme de que se portaron fenomenal conmigo, tanto en el año y medio que estuve de baja como después. Me adaptaron el puesto, ahora estoy en inspección de materiales». Intenta prohibirse la palabra 'no' y afirma: «Una de las motivaciones es poder servir referente y dar ánimos a personas que estén pasando ahora por situaciones similares a la que viví yo en 2010». Ahora conduce un coche automático y desde hace ya más de una década no ha permitido a los dolores que aún sufre que le paren.

A los 59 años continúa teniendo retos y sueños. Uno de ellos, competir en los Juegos Paralímpicos, algo que vio cerca de cara a Tokio, pero que no pudo darse porque el golf se quedó fuera del programa. «Se juega con hándicap y el Comité Paralímpico exigía que hubiera una serie de categorías visuales, de amputados… me encantaría que pudiese solucionarse y que lo incluyeran en París», señala. Se sigue entrenando a conciencia en su club, el Mediterráneo, y bajo la tutela de Víctor García. Y también tiene el firme apoyo del hermano que un día le introdujo en el golf y que ahora le acompaña a todas las competiciones ejerciendo de caddie.

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