

Secciones
Servicios
Destacamos
No llegaba a la mayoría de edad cuando Alba Sánchez empezó a escuchar aquello de que estaba llamada a ser la «heredera de Lydia Valentín». Una situación que tanto la campeona olímpica como la valenciana han convertido en chascarrillo: «Me lo llevan diciendo tanto tiempo... incluso la propia Lydia me lo ha dicho», comenta Alba en tono bromista para, a continuación, hablar «en serio»: «Como ella, puede haber una, o dos como mucho. Me gustaría llegar a ser una cuarta parte de lo buena que es ella», reconoce. También se le ha comparado con su tía, con Estefanía Juan Tello, su «mayor consejera» y la persona en la que más «confía»: «Es un honor ser la sobrina de ella, todo queda en familia. No me supone ningún tipo de presión, siento orgullo y agradecimiento, sé que ella va a estar a mi lado siempre, es la persona que más me entiende».
A los 9 años Alba se inició en este deporte. A los 10 ya había ganado un campeonato de España: «Fue lo máximo, ahí tanto mi familia como mi entrenador de entonces vieron que valía para esto». Y así, viendo y aprendiendo de su tía Estefanía y la amiga de ésta, Lydia, fue creciendo Alba Sánchez para formarse como haltera. Ella, sin comparaciones.
Una deportista del Proyecto FER que con la halterofilia como «presente», entiende que el futuro pasa «por el estudio». Una mujer que con 17 y con 19 años hizo frente a dos operaciones. La primera intervención quirúrgica fue en el codo. Le llegó justo antes de un campeonato Junior en el que el podio estaba al alcance de su mano: «En el momento en el que me dijeron que tenía que operarme y dejar de practicar el deporte que más quiero durante meses me encerré». Al terminar la intervención se marchó de Madrid, donde vivía, y se cobijó en casa: «No quería saber nada de mis compañeros de allí, me refugié en mi familia». A los dos años, otro golpe duro. Esta vez tenía que operarse de la rodilla: «Me dijeron que iba a tener dolor crónico». Una vez más se encerró en sí misma: «Sacar la fuerza necesaria fue duro». Ahora, junto a su psicólogo deportivo sigue aprendiendo a convivir con el dolor, en el entrenamiento y en su día a día. Sólo piensa en prepararse y «hacerlo bien»: «Estoy focalizada en el presente y sacar el mayor rendimiento».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.