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Carles Baixauli
Sábado, 3 de agosto 2024, 00:23
Menudo, liviano, ligero, tímido… Una primera impresión de José Quiles Brotons (Elda, 26 años) lleva a pensar que puede practicar muchos deportes, pero no el ... que realmente desarrolla. No obstante, el alicantino es de los que se transforma cuando ejerce su trabajo. Cuando ingresa en el ring, en su hábitat natural, experimenta una profunda metamorfosis. En primer lugar, porque el boxeo es su vida, su pasión. Pero, sobre todo, por una obsesión. Por corresponder a sus padres, Diego y Ana. Por devolverles, con creces, todo el apoyo recibido desde hace muchos años. Ahora, este incontenible deseo de recompensar a sus progenitores puede quedar absolutamente satisfecho en el evento deportivo más célebre del mundo. Gratitud.
José Quiles se encuentra a una sola victoria de las semifinales olímpicas. Es decir, está a un único triunfo de, cuanto menos, garantizarse le medalla de bronce, de atrapar el éxito más sonoro de su trayectoria. El púgil eldense se enfrenta al momento que ha estado esperando pacientemente desde hace tres años, desde la decepción sufrida en los Juegos de Tokio, a los que llegó en condiciones físicas, pero también mentales, muy precarias. Sin embargo, esa victoria que le separa del podio olímpico en París es un mundo. Una inmensidad. No en vano, el deportista FER va a cruzarse con el uzbeko Abdumalik Jakolov, vigente oro mundial en menos 57 kg y, por extensión, el gran favorito para proclamarse campeón olímpico en la capital francesa. Ante un desafío de tales dimensiones, se exige la perfección, la excelencia. Quiles deberá exhibir la mejor imagen de su vida.
José Quiles pertenece al Proyecto FER, programa de apoyo a deportistas valencianos impulsado por la Fundación Trinidad Alfonso, cuyo Presidente y mecenas es Juan Roig. Han transcurrido casi 10 años desde que Quiles abandonó su Elda natal para trasladarse al Centro de Alto rendimiento de Madrid. En aquel momento, el púgil eldense no había alcanzado aún la mayoría de edad. Y en aquel momento, sus compañeros en la capital de España le pusieron el mote de «El Alcalde», un apodo que respondía a razones muy curiosas. «Mis nuevos compañeros se hacían cortes de pelo muy raros. Yo era más clásico, más tradicional y menos atrevido (risas). Por ello, y por mi carácter más formal, serio e introvertido, empezaron a llamarme así. No me molestaba. Incluso, me hacía gracia», rememora Quiles. Hoy 'El Alcalde' puede ser investido… y aclamado.
Lo que pueda ocurrir en la semifinal es una gran incógnita. Ahora bien, si llega la victoria, la consiguiente medalla y el consecuente pase a semifinales será, en buena medida, por la profesionalidad de José Quiles. El púgil alicantino invierte muchas horas en ver combates de boxeo, en analizarlos, en procesarlos. También, ahora, en plenos Juegos Olímpicos. Quiles apenas ha hecho turismo por París. Prefiere dedicar su tiempo libre a empaparse de boxeo. «Yo viendo mi deporte soy feliz. Y cualquier combate me aporta enseñanzas, detalles, lecciones. Siempre se puede aprender», expresa.
Este sábado también será una jornada muy especial en Elda. La población natal de José Quiles está entusiasmada con su conciudadano más ilustre. La capital de la comarca del Mig Vinalopó conoce el objetivo, el sueño, de su deportista más universal: volver a Elda como un héroe, regresar con una medalla al cuello y sacar a toda la población de Elda a la calle. Si el deportista FER logra acceder a las semifinales, habrá un anticipo de la fiesta. Un aperitivo de lo que estaría por llegar.
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