Por qué todo el mundo está jugando a pádel en Valencia

Lo dicen los datos: de acuerdo al estudio Global Padel Report de Playtomic de 2024, España es el primer país del mundo en número de pistas de pádel, con 16.126. Por debajo, se situarían Italia (8.347, la mitad) y Francia (2.179). La última de la lista europea es Alemania (556). Además, España también es el país con mayor número de clubes, en torno a 4.500.

En 2024, la Federación Española de Pádel (FEP) marcó su récord histórico de jugadores federados: más de 107.000, un incremento del 175% desde 2012, año en que la FEP comenzó a hacer públicos estos datos (cuando había menos de 40.000). La obsesión nacional e internacional con el pádel despegó durante la pandemia del COVID-19, cuando la gente buscaba actividades deportivas que respetaran la distancia social. Si en 2020 la FEP tenía 75.000 licencias, en 2021 se registró el máximo incremento porcentual, con un aumento de un 28% respecto a 2020 para situarse en 96.872. De acuerdo a la Federación de Pádel de la Comunitat Valenciana, el número de jugadores federados también alcanzó su pico en el 2021 con 8.184 (eran 2.932 en 2012 y 7.365 en 2024).

Los números de los jugadores amateurs también son muy destacables. En la encuesta del Barómetro de Hábitos en Deporte en España, el 12,7% de la población, más de 6 millones de personas, afirmaba practicar el pádel. Entre ellos se encuentra Javier M., de Almàssera, 31 años, que empezó en 2021 gracias a que algunos de sus amigos querían jugar y les faltaba uno (el pádel se juega por parejas, por lo que se requieren cuatro personas para organizar un partido, y esa también es la forma de conocer gente nueva o de recuperar y estrechar el contacto con conocidos de otros círculos). A Javier le enganchó enseguida porque «las normas son sencillas y es fácil mejorar desde el principio». No obstante, «llega un punto en que, para seguir mejorando, las clases son muy recomendables». De hecho, como alumno de Padel Valencia Horta Nord, ha podido conocer gente nueva y hacer comunidad.

Aparte de las clases, practicar por cuenta propia también es necesario, pero ni para Javier ni para los demás jugadores es tan fácil: «Hay mucha demanda de pistas porque a día de hoy hay tantas personas practicando pádel que se corre el riesgo de que otras personas a las que les interese no lo puedan desarrollar como hobby ni mejorar su nivel, porque es imposible encontrar pistas libres en buenos horarios si no se reservan con semanas de antelación». Ante esta queja, común a muchos usuarios, los clubes están ampliando sus instalaciones. Por ejemplo, el club Family Sport Center en Beniparrell. Actualmente tiene 28 pistas, 11 de las cuales forman parte de una ampliación reciente que se vio afectada por la DANA, y de la que se recuperaron en enero. El objetivo es sumar un total de 41 pistas en 2025 y convertirse en el mayor club de pádel del mundo, como anunció Fran Galisteo, fundador del club y de Padel Galis, la empresa de Silla que es también la principal proveedora de pistas de pádel del mundo, con una media de fabricación e instalación de más de mil pistas anuales en más de 75 países.

De acuerdo a Juan Larraz, CEO de Padel Galis, «la 'primera ola' de expansión del pádel fue en los 80, después de que llegara desde México a España; la 'segunda ola' fue después de la crisis de 2008, con toda la disponibilidad de naves industriales que había para ser renovadas; y ahora estamos viviendo una 'tercera ola' después de que en la pandemia hubiera muchas personas que descubrieran el pádel como un deporte que, a diferencia de otros como el fútbol, respetaba la distancia social marcada». Respecto a dónde Padel Galis ha facilitado pistas de pádel recientemente en Valencia, cita Calderona Wellness y el Club de Alfafar (en proceso de reconstrucción tras la DANA), cada uno con 15 pistas. Afirma que efectivamente «los jugadores demandan más disponibilidad de horarios por las tardes, después de la jornada laboral, pero por las mañanas las pistas apenas tienen ocupación, por lo que los clubes deben aprender a optimizar sus instalaciones». En esa línea, apunta a que estos «son cada vez más grandes y aspiran a ser centros de encuentro comunitario, como el propio Family Sport Center, que además de las pistas de pádel tiene peluquería o zona de celebración de cumpleaños».

Una de las razones del aumento de la popularidad del pádel es que la curva de aprendizaje es rápida. Tiene una barrera de entrada menor que otros deportes de raqueta técnicamente más complejos, por lo que es más accesible e inclusivo. Además, se puede empezar a practicar con cualquier edad y como Javier M explica, «a un nivel bajo-intermedio, no requieres de una forma física increíble». Aunque es un deporte exigente cuando se empieza a competir de manera seria, comenzar a jugar no requiere grandes esfuerzos anaeróbicos o correr tanto como en el tenis.

Además, el equipamiento para comenzar a entrenar es económicamente asequible. Que sean cuatro personas las que requiere una partida significa que los gastos por reservar una pista se pueden compartir entre los cuatro. La gama de palas de pádel también es amplia. Aunque a medida que el jugador aumente su nível son preferibles palas que aumentan la potencia de los movimientos, los jugadores amateur pueden empezar con una pala más asequible. La primera que se compró Javier en Decathlon, en 2021, valía 19,99 euros. Hoy, está a 29,99 (la Kuikma verde de iniciación).

Reunir a 4 (o 2, en caso de que se quiera practicar 1 contra 1) personas para organizar un partido tampoco es complicado, a diferencia de otros deportes en equipo como el fútbol o el baloncesto. Javier dice que ha conseguido «enganchar a muchas personas, casi todas las de su oficina de trabajo» y que siempre tiene «una pizarra mental con posibles candidatos de conocidos a los que recurrir para que una partida salga adelante».

Por último, es un deporte divertido y dinámico. Transcurre poco tiempo entre los puntos, así que tiene el potencial de enganchar enseguida. Para Javier, es fácil compatibilizar la práctica del pádel con los horarios laborales y de compromisos familiares, pues «sacas cualquier horita y media libre, pegas unos raquetazos, una ducha, y a casa» y sobre todo, «es muy divertido picar a los amigos, a los que vas conociendo más y más en la pista».

Aquí te contamos dónde puedes jugar al pádel sin salir de la ciudad de Valencia:

Es un club de pádel con 11 pistas de interior distribuidas dentro de una nave industrial, con zona de recepción y cafetería y una tienda propia con equipamiento para pádel.

Es un club de pádel con cinco pistas y terraza, que organiza ligas y torneos habitualmente. También cuenta con otras instalaciones en Picanya.

Tiene tres pistas de tenis y dos de pádel para reservar por cuenta propia o recibir clases. Es una escuela de tenis y pádel dirigida por el ex-tenista profesional Oscar Boix Cisneros

Está en el límite entre la pedanía de Valencia La Torre y Sedaví, y cuenta con seis pistas de pádel de interior.

Cuenta con cuatros pistas exteriores de pádel. Además, es un espacio municipal de la ciudad con piscina, gimnasio y otras actividades.

Dispone de 27.000 m2 cuadrados con once pistas de tenis y tres pistas de pádel acristaladas.

Fue remodelado en 2012 con una ampliación y mejora de sus instalaciones, entre ellas, dos pistas de pádel.

Es un centro con piscina, spa, gimnasio y siete pistas de pádel con las mejores vistas de la ciudad.

Es otro de los centros deportivos de Atalanta, con 17.000 metros cuadrados que albergan numerosas salas y siete pistas de pádel.

Está rodeado de verde y cuenta con cuatro pistas de pádel, además de tres de tenis y otras salas de actividad física.

Tiene cinco pistas de pádel, doce pistas de tenis, tres pistas de minitenis, dos piscinas, gimnasio y otras salas de ocio.

Es un restaurante, salón de boda y eventos con instalaciones deportivas que tiene cuatro pistas de pádel

Valencia tiene una una comunidad leal que organiza torneos y eventos con regularidad. Muchos clubes e instalaciones permiten la reserva de pistas online y ofrecen clases para iniciados y avanzados. También hay cada vez más instalaciones públicas en los municipios valencianos.