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De izquierda a derecha, Agustín Climent, Jorge Climent, Ilia Topuria y Aleksandre Topuria. @climent_club
La nueva era de la lucha entrena en la Comunitat

La nueva era de la lucha entrena en la Comunitat

El MMA, una evolución del imponente 'vale tudo', crece en la Comunitat guiado por Ilia Topuria, la familia Climent, Daniel Bárez y David Armendáriz

Lunes, 27 de febrero 2023

Por el barrio de Garbinet, en Alicante, pasea una celebridad internacional. Una estrella de nuevo cuño. 1,73 metros de estatura, 66 kilos, aspecto rudo y una musculatura de acero. Ilia Topuria es un deportista exótico. Tanto por su origen, ya que nació en Alemania pero es de padres georgianos, como por su profesión. Ha impactado al planeta por su forma de luchar en MMA, una dura disciplina que está en pleno auge. Las siglas hacen referencia a Artes Marciales Mixtas. Una fusión procedente del 'vale tudo'. Las retransmisiones televisivas de estos combates se han disparado en los últimos tres años, sobre todo merced a la expansión de la UFC (Ultimate Fighting Championship), la liga nacida en Estados Unidos que traspasa fronteras. Un negocio imparable en el que se cuida con mimo el espectáculo. El sello americano. Dentro de este torneo brilla el astro que entrena a menos de dos kilómetros de la Playa del Postiguet. Se trata del gran aspirante al título de campeón mundial de peso pluma. Su éxito ha causado sensación en España y en la Comunitat Valenciana, donde se multiplican los adeptos dentro y fuera de la jaula.

En la Federación Valenciana de Lucha están dados de alta cerca de 30 clubes en los que se practica el MMA. David Armendáriz, presidente del organismo autonómico, pone encima de la mesa una de las claves del salto de las artes marciales mixtas. «Ha habido un crecimiento exponencial, principalmente cuando se ha visto que el deporte está reglado y regulado. Al principio era un poco más caótico porque no había un control, no se sabía exactamente cómo organizar los eventos y cómo proteger al deportista. Como eso ahora está mucho más legislado ha habido un mayor crecimiento», explica.

Ilia Topuria, afincado en Alicante desde los 15 años, se alza como un referente internacional. Una inspiración para otros luchadores como el valenciano Daniel Bárez, quien ha pasado por México para seguir combatiendo en busca de un billete para la UFC. Pelea en otras ligas de prestigio con el firme objetivo de obtener una plaza para el exclusivo campeonato estadounidense.

«Cuando estoy en México lo paso mal porque estoy lejos de mi familia, de mi novia, de mis perros… Pero a la vez estoy muy enfocado porque estoy luchando por mis sueños y aquí mi único objetivo es dar el cien por cien en cada entrenamiento, alimentarme e hidratarme bien, descansar lo máximo posible, ocupar el tiempo en cosas productivas como leer… Aquí estoy más enfocado. Me obligo pensando que estoy fuera de España y me estoy gastando mucho dinero y estoy invirtiendo un tiempo en esto. Eso me motiva a dar el cien por cien en cada entrenamiento aunque esté cansado. Voy a ir a muerte», afirma Bárez.

Daniel Bárez celebra un triunfo. UWC

El de Burjassot, de 34 años, luchó por última vez el pasado viernes. Lo hizo ante el experimentado Soslenis Carvalho en el evento UWC 41. Aplastó al brasileño por KO técnico y ya encadena cuatro finalizaciones en el primer asalto. Mira a la cima: «Les debemos mucho a los españoles que están en UFC. Joel Álvarez, Juan Espino e Ilia Topuria, que para mí va a ser el futuro campeón. No es que hayan entrado, sino que han entrado y han ganado. En UFC está lo mejor del mundo y están pasando por encima de la gente. Gracias a ello, está creciendo este deporte en nuestro país».

Bárez suele entrenar en Valencia a las órdenes de José Luis Zapater, más conocido como Titín. Siembra con la esperanza de recoger los frutos. Fue doble campeón de España amateur y, ya como profesional, ganó dos cinturones del evento BAMMA: «Ahora no estoy cobrando mucho dinero, pero lo estoy utilizando como inversión en mi carrera para acercarme a donde quiero. Me estoy gastando mucho más dinero del que estoy facturando pero yo sé que eso que estoy haciendo me está acercando un poquito más a donde quiero. No quiere decir que lo vaya a conseguir, pero estoy poniendo todo de mi parte. Si no llego, estoy muy contento con lo que he conseguido hasta ahora».

A la hora de dar el salto, influyen varios factores: «Depende del mánager, de que tengas una buena racha y coger oponentes cada vez más duros, de lo que necesite en ese momento la compañía... Quiero seguir ganando para entrar cada vez más en el radar de UFC y ganarme mi puesto de luchar allí. Entrar en UFC sería la guinda del pastel. UFC lo ve cada vez más gente. Se mueve mucho dinero, está todo muy bien montado. Es otro rollo. No se puede comparar con otro evento. Es lo mejor ».

Mientras, en Alicante, entrena el llamado a convertirse en número uno mundial: Ilia Topuria. Se ejercita en el Climent Club, un reconocido gimnasio regentado por los hermanos argentinos Agustín y Jorge Climent. El deportista de origen georgiano ha alcanzado un estatus económico equiparable al de los mejores boxeadores.

«Lo conoce todo el mundo y cada vez es más famoso. Se relaciona con artistas y con toda la farándula. Ha conseguido abrir puertas en todos los sitios. Va a marcar un antes y un después en las artes marciales en España», destaca Agustín Climent, quien advierte del doble reto que envuelve a Topuria: «Aparte de que Ilia sea campeón del mundo, nuestro objetivo es traer la UFC a Madrid. Dana White -presidente del campeonato- le dijo que si gana una pelea más lo va a traer. Imagina el cariño que le van a tener por traer un nuevo show a España». Un hito: «Después de la próxima pelea que gane, luchará por el cinturón. Si trae la UFC a España y después gana el cinturón se va a hacer bastante leyenda».

A la espera de que España albergue por primera vez un evento de UFC, Topuria busca oponente. «Se está negociando todavía. Casi todos los rivales de su peso están lesionados o le tienen miedo. Le cuesta un poco conseguir peleas», añade Climent. De momento, va preparándose con veladas nacionales: «En España está permanentemente haciéndose eventos pequeñitos. Todavía no hay ningún evento grande como la UFC o lo que hay en Estados Unidos, pero se está intentando poco a poco ir subiendo el nivel y el caché». La Ultimate Fighting Championship cuenta con una pomposidad incomparable con otros combates de MMA: «Es como ir a ver un recital o a escuchar a un grupo de música. La jaula, las luces, cómo presentan a los luchadores, cómo montan el espectáculo... El show es bastante atractivo».

30 clubes en los que se practica MMA

están dados de alta en la Federación Valenciana.

500 licencias amateur de MMA

En profesionales hay 60.

En enero de 2022, Eurosport adquirió los derechos para retransmitir en exclusiva la UFC en España. Y en el primer semestre del año pasado, las audiencias digitales de la plataforma crecieron de manera espectacular, teniendo un efecto directo la apuesta por la mayor liga de artes marciales mixtas del mundo. Los combates se colaron entre los vídeos más demandados por los usuarios de la aplicación.

El confinamiento por el coronavirus marcó un antes y un después. Toda una excentricidad en medio de una crisis sanitaria. «Durante la pandemia no había ningún deporte, no se podía hacer nada, y la UFC cogió una isla en Abu Dhabi. Fue donde empezamos a pelear nosotros con Ilia. Ahí fue cuando la UFC se comió todo. No se podía jugar a fútbol pero la UFC se hacía todas las semanas. Estuvimos en la isla en un lugar donde se hacían PCR todos los días, súper controlados. No se paró», recuerda Agustín Climent.

En cualquier caso, para Armendariz, resulta fundamental la evolución que experimentado este deporte a nivel de prevención: «La Federación Valenciana avala todos los campeonatos de MMA que se hacen en la Comunitat y hace unas reglas y unas pautas para que prime la seguridad del deportista. Hacemos la lucha MMA homologada y legal a través de la IMMAF (Federación Internacional de Artes Marciales Mixtas), que lleva la UFC. Al estar regulado y reglado, la Federación obliga a las veladas a tener seguro, a que haya ambulancias, a que cumplan los requisitos de seguridad en la jaula… Lo bueno de que hoy en día regulado y reglado por la Federación es la seguridad que le da al deportista».

David Armendáriz. LP

La Comunitat alberga «una media de ocho o diez veladas al año», apunta Armendariz, quien hace referencia al crecimiento del número de licencias de MMA: «En amateur tenemos unas 500 y profesionales unas 60». Se trata de una fusión de artes marciales: «Para competir en MMA es necesario tener los conocimientos de brazilian jiu jitsu, grappling y lucha. Los que más crecen son brazilian jiu jitsu y grappling. Pero proporcionalmente, el MMA está creciendo mucho».

Procede del imponente 'vale tudo'. «Había una violencia más extrema. Al principio era sin guantillas y no había una protección para el deportista. Para intentar meterlo en federaciones, se cambió incluso el nombre por el de MMA como arte marcial mixta en que puedan participar todos», comenta el presidente de la Federación Valenciana, quien intentar huir de la etiqueta de 'disciplina agresiva': «Ahora es un deporte. Y como deporte debe contar con sus reglas federativas, por lo que está mucho más controlado y la violencia es mucho menor«. Y establece una comparación: «Hay deportes oficiales y olímpicos que son más peligrosos. Hay deportes en los que todos los golpes van a la cabeza y en los que ha habido algunos fallecimientos. En el MMA la parte del golpeo es sólo una parte, no todo el combate, porque pueden llegar al suelo, pueden buscar una luxación o una estrangulación... Y los golpes van mucho más repartidos».

En numerosas ocasiones, existe recelo entre los familiares de esos niños que desean emular a sus ídolos de MMA: «Hay padres que vienen con la idea de que es muy violento, ven en la televisión golpes y es muy escandalosa la sangre. Hay padres que se asustan. Vienen adolescentes que se quieren apuntar y los padres no lo ven correcto. Desde la Federación les mostramos los programas de competición y entrenamiento que tienen. Van viendo que es un proceso completo y progresivo. Y van comprobando que no es tan violento como en un competición profesional se ve».

Va incrementando la cifra de niños que se lanzan a las artes marciales mixtas. «En España ves gente cada vez más joven y eso mola porque se están formando desde muy pequeñitos. Cada vez hay más nivel y gente más joven», subraya Daniel Bárez. Precisamente, el hijo de Agustín Climent, Leo, se alza como una de las grandes promesas nacionales.

Daniel Bárez, durante su reciente pelea contra Carvalho. GABRIEL ACOSTA

«Desde muy pequeño quiero ser campeón de la UFC. Es mi sueño. Mi objetivo de vida es ser campeón de la UFC, no es otra cosa», afirma Leo, quien este año alcanzará la mayoría de edad. Tiene a su gran referente dentro del gimnasio en el que se entrena cada día: Ilia Topuria.

«Nací en el gimnasio», bromea Leo. Poco le faltó: «Desde antes de los tres años hago jiu jitsu con mi padre. Con tres años, mi padre me apuntó en Alicante a judo para que me pusiera en el ambiente de competición. He hecho toda mi infancia judo y jiu jitsu». Se muestra orgulloso de su palmarés: «En jiu jitsu he quedado segundo del mundo hace tres meses. He sido campeón de España siete veces en jiu jitsu y grappling. Y una vez de Europa».

Hasta la fecha, Leo sólo ha podido combatir dos veces en artes marciales mixtas: «Yo no podía competir con mi edad, pero siempre he entrenado con mi padre en el gimnasio. El MMA es mi pasión desde pequeño. Mi primera pelea de MMA la hice con 12 años. Tuve que salir a Liverpool a pelear. Y desde entonces no encontré más peleas hasta hace un año y poco, que hizo un evento en Alicante mi padre y estuvimos ofreciendo a chavales pelear y uno se dispuso a pelear. Gané en 30 o 40 segundos. Esa pelea fue por la Comunidad Valenciana y no hubo otra pelea en toda España. Entonces el que ganaba era más o menos campeón de España».

Este año, al cumplir los 18, podrá participar por primera vez en el Campeonato de España. Agustín Climent, quien llegó a Alicante en 2001 procedente de Argentina, saca pecho: «Cada vez a los adolescentes les gusta más. Y este club es referente. Tenemos 300 o 350 alumnos. Y hay un porcentaje alto de menores, pero más de gente adulta, sobre todo entre 18 y 30 años. Hay de todo. Estamos creando nuevas figuras».

Los alumnos de campanillas de Climent son los hermanos Topuria, quienes se entrenan en el gimnasio alicantino desde los 15 años: «Los hemos formado nosotros en el club. Venían con su estilo de la lucha, porque hacían lucha grecorromana». Ilia ya está en el top 10 del peso pluma, mientras que Aleksandre avanza hacia la UFC.

Para Agustín Climent, el MMA va más allá de los golpes. Posee un trasfondo: «Hay deportes en que para ganar al otro quizás le tienes que hacer daño. Y eso se puede catalogar como violento. Es un deporte de contacto, pero con su respeto, su camaradería, sus normas... Hay ciertas cosas que hacen que sea un deporte. Cuando terminan las peleas, muchos levantan la mano al otro. Cuando una pelea es limpia y los dos lo dan todo, se hacen polvo pero también le ves el corazón al otro».

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