Cuando los futbolistas caen en la ruina

Los deportistas de élite suelen estar envueltos de un aura que les hace parecer inquebrantables. Pero ese poderío no es a prueba de bombas. Y, en ocasiones, se resquebraja. Una mala decisión, un entorno poco favorable, un conflicto familiar, una inversión fallida, la falta de formación, los excesos… Hay factores que pueden suponer una amenaza para carreras doradas y plagadas de éxitos. Fernando Giner, quien dejó huella en el Valencia CF de los años 80 y 90, preside la asociación de veteranos tanto del conjunto blanquinegro como de la selección española. Y lo hace con una clara misión: asistir a aquellos exfutbolistas que han caído en la ruina. A algunos los ha tenido que rescatar de la calle. De la indigencia absoluta. «Dos jugadores de cada vestuario actual de cualquier equipo profesional van a tener problemas económicos dentro de 25 o 30 años. Esa es la media», advierte el de Alboraia.

Joan Daniel Cordero y Óscar Téllez representan casos diferentes, aunque ambos enseñan la humildad, las limitaciones y los obstáculos que pueden acechar detrás del rutilante fútbol. El primero de ellos sufrió impagos y falta de cotización, impulsó el movimiento sindical del balompié español y se reinventó para dedicarse a la hostelería. El segundo tocó fondo debido a su debacle económica, pero no se le cayeron los anillos y se ha convertido en un trabajador modesto, pasando por el aeropuerto de Barajas, almacenes, pollerías, factorías... Dos exjugadores con pasado valencianista, aunque pertenecen a contextos distintos.

En Mestalla, Fernando Giner es un referente. No sólo por su etapa como jugador, sino por la encomiable labor que desempeña a través de la Asociación de Futbolistas del Valencia CF. «El objetivo principal es intentar ayudar a aquellos compañeros que, por circunstancias, después de acabar su etapa deportiva, al cabo de los 10, 15 o 20 años, se encuentran en situaciones muy delicadas», comenta.

¿Cómo se llega a esas tesituras? «Al contrario de lo que mucha gente puede pensar, la mayoría de los casos son compañeros de avanzada edad, de 70 años en adelante, que cuando jugaban no se cotizaba a la Seguridad Social. Y cuando les llegó la hora de la jubilación tenían lo mínimo y se encuentran ahora en una situación delicada. Otros más jóvenes, de entre 50 y 70 años, por circunstancias de negocios, de mal asesoramiento o de formación sobre todo, les han salido mal las cosas. En la mayoría de las casos no es porque han sido derrochadores de su dinero, han sido festeros o han vivido por encima de sus posibilidades. Sí que hay algunos casos, pero afortunadamente la mayoría no. La mayoría han sido sobre todo por el tema de formación», recalca Giner, quien profundiza en la conveniencia de prepararse para el futuro fuera de los terrenos de juego: «Acabas tu etapa deportiva y a partir de los seis, siete u ocho años, empiezas a darte cuenta de que no recibes ingresos suficientes para mantener tu nivel de vida. Entonces tienes que ir recortando. Quieres buscar trabajo y te encuentras en una edad ya en que es difícil. Los trabajos que buscan la mayoría de futbolistas están directamente vinculados al mundo del fútbol. Y todos no caben. Llega un momento en que buscan otro medio de vida y no encuentran porque no han tenido la formación que se requiere».

En estos momentos, las diferentes asociaciones de futbolistas veteranos de España están ayudando a un total de 360 exjugadores. La del Valencia se está encargando de ocho: «No les gusta que podamos pensar que están en una situación delicada y necesitan ayuda. No porque no quieran reconocerlo, que lo reconocen, sino simplemente porque la sociedad no está preparada aún para pensar que a gente que ha ganado mucho dinero en un corto espacio de tiempo le han podido salir mal las cosas. No lo aceptamos. Es gente pública, que sale en los medios de comunicación, a los que los hemos tenido como ídolos... Y no entendemos que las cosas les pueden salir mal a ellos igual que a un arquitecto, un médico o un ingeniero».

Hay situaciones de vulnerabilidad extrema: «Ha habido compañeros de Valencia a los que hemos tenido que sacar de la indigencia. Y no es uno solo. Es alguno más. Y afortunadamente podemos decir que han salido y ahora tienen una vida digna. Ese es el orgullo de la asociación. Lo más importante en estas situaciones es reconocer el problema. Hasta que no reconoces el problema es muy difícil que se te pueda ayudar. Ese momento a algunos les llega muy tarde. Y desgraciadamente, muy tarde es cuando ya están en la calle».

Normalmente, la llamada de auxilio no se produce directamente: «Quien da la alarma, normalmente es gente de alrededor. Compañeros o gente muy cercana a nosotros que nos lo comunica, nos da esa señala de alarma. Y nosotros de forma muy cautelosa y profesional intentamos llegar a ellos». Las asociación cuenta con una red de colaboradores entre los que figuran profesionales como abogados, psicólogos, gestores, médicos, ingenieros...

La solución, en ocasiones, pasa por una residencia: «A algunos compañeros que se han quedado solos o no han tenido el apoyo de la familia los hemos tenido que acoger en un centro y ahí han estado mientras han vivido, con una vida digna dentro de lo que les hemos podido ofrecer».

Giner también preside la Asociación Española de Futbolistas Internacionales, conocida como Leyendas España: «Uno de los objetivos de las asociaciones es transmitir a los actuales jugadores lo que les puede ocurrir después de su etapa como deportistas de élite. Nosotros en nuestra época no teníamos a nadie que entrase a un vestuario y nos dijese todas estas cosas».

Han diseñado un plan: «Tanto desde la asociación del Valencia como la de Leyendas España, a través de compañeros que han sido futbolistas de máximo nivel que se han preparado y ahora son formadores, intentamos hacer ver a los futbolistas actuales todas estas cosas. El fútbol es muy bonito, se gana mucho dinero, te pilla en una etapa muy joven en que no estás preparado y no tienes una formación suficiente para gestionar ese dinero y ese patrimonio que puedes estar acumulando. Tienes que formarte. Una formación mínima le va a ayudar mucho en el futuro para que las cosas le vayan bien».

Giner destaca que tanto el Valencia como la selección española intentan que estas clases de formación sean impartidas desde las categorías inferiores: «Las últimas dos generaciones están muchísimo más preparadas. En eso hemos avanzado. Los propios clubes se dan cuenta». Y da una lección: «En Primera División, un futbolista que juegue entre ocho y diez años, gana mucho dinero. Da igual la época. Por mucho dinero que ganen hoy en día, no les exime de que le puedan pasar las cosas. Tienes un nivel de vida mayor, más gastos, más inversiones, más patrimonio, más mantenimientos... Tienes que ser capaz de saber gestionarte entre lo necesario y lo no necesario».

• Temas
• Selección española de fútbol
• Fútbol
• Valencia Club de Fútbol
• Fernando Giner