Canet abraza su nueva vida

Arón Canet sale del camión del equipo de Max Biaggi, con el que se ha reencontrado en 2019 a pesar del regusto amargo que le deja no haber cerrado la etapa de Moto3 como campeón del mundo. «Espero haber corrido ya mi última carrera en la categoría. Ya quería subir en 2018. Estaba encabezonado pero por primera vez hice caso a alguien. Fue a Luis Alcarria», desvela: «Este año estoy 100% preparado para dar el máximo en Moto2».

El piloto de Corbera abraza su nueva etapa. "Los técnicos con los que he hablado me dicen que por mi estilo de pilotaje voy a ir rápido en Moto2. Ahí ya debes trabajar el ritmo, tener en cuenta que al final de la carrera la moto va a pesar 15 kilos menos, saber cómo ponerte en la moto.... Cosas que en Moto3 no se ven tan reflejadas. Soy una persona la que le gusta saber lo que ocurre, no conduzco por instinto", afirma.

Y lo que sucedió a principio de este Mundial, le curtió. Al hablar del 'abuele', Alfonso Barberó, su abuelo, abre el corazón y expone su filosofía de vida. Antes de partir para cada GP, se abrazaban y el hombre le recitaba siempre la misma frase: "Con Dios sal y con Dios tienes que volver, Dios mío ayúdale y aléjale de las tinieblas de Satán". Una noche, nieto y abuelo estaban cenando en el chalet de este último, que le comentó: "Arón, cuando bebo agua me duele el riñón, así que bebo vino con gaseosa". "Yo pensé: '¡Será borracho!'. Nunca había fumado ni consumido alcohol, era un hombre de campo", subraya Arón Canet.

Al inicio del Mundial se marchó sabiendo que padecía cáncer. A la vuelta, le comunicaron que era de páncreas y se preocupó más aún. Canet tiene una nota de voz que escucha emocionado en la que el abuelo pronostica que ganaría en Argentina y Austin. Le pudo dedicar la victoria en la segunda. "El primer tratamiento de quimioterapia no le fue mal, pero tras el segundo, cuando me fui a Jerez, ya estaba muy malito", recuerda. "El lunes antes de Le Mans acudí al chalet y ya estaba fatal. Siempre me despedía de él los miércoles y me dijo: '¡Si es lunes!'. Le respondí: '¡Da igual, venga ese abrazo!'. Casi no podía hablar y me recitó la frase. A las pocas horas, falleció. El recuerdo de poder despedirme de él es increíble", relata Canet: "Por eso arriesgué tanto y fui al límite con Toba por aquel podio".

El abuelo le marcó. En especial, una conversación. "Recuerdo lo que me dijo: 'Arón, disfruta que la vida son cuatro días, pero sobre todo no hagas como el yayo. Si la gente dice, que diga, pero no dejes de hacer nada por los demás... que yo me voy a ir a la tumba sin gastar. A mí no me gusta que te tatúes, pero si a ti te gusta, tatúate", relata el piloto: "Vas creciendo y madurando. Los tatuajes, la forma de vestir, todo eso va reflejando tu personalidad".

Hoy Arón Canet lleva tatuado el abrazo con su abuelo en el gemelo izquierdo. Y más cosas. "Y me voy a seguir tatuando", precisa. Como la flor negra en el cuello en honor al hombre que tanto le inspira. "Me la hice porque me prometió que siempre iría conmigo en la moto. Con lo gordo que estaba, igual por eso pesaba tanto la KTM", bromea.

Esa experiencia durante el Mundial que quería ganar le hecho madurar. Sabe lo que quiere. "Tenía varias ofertas, pero he elegido el Aspar Team porque es un equipo valenciano. Así de claro, y por eso voy a encontrar un buen rollo que será difícil hallar en otro sitio", asegura Canet: "El de este año ha sido para mí una familia. En 2017 y 2018 no era yo. Ahora me muestro como soy. Caigo muy bien o muy mal, intento ser auténtico".

A Jorge Martínez 'Aspar' se le ve muy satisfecho con el piloto que ha fichado para brillar de nuevo en Moto2. "Sin duda ha sido el mejor de este año en Moto3. Espero poder ayudarle a que todo el talento que tiene lo pueda trasladar a la Moto2", asegura el alcireño: "Le pido un pelín de calma, pero que siga con ese hambre. Ojalá crezcamos juntos y luchemos por ser campeones. El primero no, pero el segundo año puede optar... ¡sin duda!".

Canet está igual de convencido. "En 2020 quiero luchar por el 'rookie' del año y algún podio ya sería un sueño", comenta el valenciano, que tiene claro el futuro: "Para 2021 el objetivo sería luchar por el título o subir a MotoGP. No quiero estar en esta categoría tantos años como en Moto3, pero hay que ganárselo".