Urgente Un accidente múltiple provoca retenciones en la V-21 sentido Castellón
Atila ejecuta el más difícil todavía en uno de sus eventos. LP

Drift: la batalla del derrape

Esta disciplina hunde sus raíces en Japón y tiene en Valencia a uno de sus referentes, Atila, todo un campeón de España que ahora promociona a jóvenes talentos en sus Drift Show

Sábado, 23 de marzo 2024, 00:43

A muchos la palabra drift les sonará a chino. Y no van desencaminados... El drift es una disciplina automovilística que se originó 3.000 kilómetros al este de ese país asiático, en Japón, en la década de 1970. Entonces los corredores utilizaban los derrapes –drift ... en inglés significa algo así como 'ir a la deriva' o 'dejarse llevar'– para evitar salirse de la calzada cuando tomaban a toda velocidad las curvas de las carreteras de montaña.

Publicidad

Tsuchiya fue el piloto que popularizó esta técnica en el país nipón y otros corredores empezaron a imitarlo. Así fue evolucionando hasta que logró ser tomado en cuenta como una disciplina propia. La primera competición oficial dedicada únicamente al drifting se celebró en 1988. Después de causar revuelo en los países asiáticos logró abrirse camino hasta llegar a Estados Unidos, que hoy es el país de referencia en esta disciplina.

Inició sus pasos en España décadas después pero, ¿y ahora? «Está en pañales». No lo dice cualquiera, sino todo un campeón de España. Aunque en su carné pone otro nombre, él responde al de Atila, por el que le llaman hasta sus padres. «Es el nombre de uno de los seres que más he querido y querré en mi vida, que era mi perra», se sincera el drifter valenciano, que ¿definitivamente? ha abandonado la competición para dedicarse a la promoción de este deporte a través de shows. «Si te soy sincero no me gusta competir, me pone de los nervios. He cumplido una etapa y ahora haciendo los shows soy feliz porque voy por donde quiero y creo que puedo ser mejor coach para ayudar a la gente a que compita». El próximo evento, el Drift Show Level 4, el 31 de marzo en la Marina de Dénia.

Una exhibición con el motociclista Rubén Sevilla, en el circuito de Cheste. Parte del Drift Show Level 3 que celebró en el centro comercial Gran Turia de Valencia el 4 de febrero y, Atila, con su perro Voyka, en el Ricardo Tormo. Instagram @atiladrifter / Damián Torres

«Le doy mucha voz a la gente que lucha por algo, intento ayudarles, que sobresalga el talento, los jóvenes emprendedores», explica el drifter valenciano, que subraya el crecimiento del 100%: «Nos duplicamos en cada evento en nivel de facturación y de asistentes, cada vez conseguimos cosas más grandes». Y para el próximo evento, Atila riza el rizo. Va a haber una 'lucha' entre dos coches y una excavadora bobcat (con pala trasera y delantera), una rampa para un piloto de motocross, concentración de motos de agua, una zona de trial...

Publicidad

A quienes acudan a Dénia, Atila les depara muchas sorpresas al volante de la 'cafetera exprés', el apodo con el que ha bautizado a su vehículo: una bestia con tres mapas, de 433 CV el menor –el que utiliza en los shows–, de 500 CV el normal y de 622 CV el mapa fuerte para gasolina 102 octanos.

«Estamos en pañales, no, lo siguiente, somos un embrión», reconoce el campeón de España

De su coche, reconoce que se ha quedado un poco desfasado respecto a los que ahora mismo compiten en el campeonato Pro, y a gran distancia de los 'top' internacionales. «Estamos en pañales, no, lo siguiente, somos un embrión», reconoce, no sin antes admitir que, con su respuesta, se va a buscar «muchos haters». «Los mejores pilotos de España, cada vez que han salido a la Drift Master, nada de nada; a parte de que los coches son atómicos, de más de 1.000 CV, los pilotos extranjeros tienen una calidad y técnica que aún no tenemos».

Publicidad

¿Razones? Una es que, a nivel internacional, los pilotos están profesionalizados mientras que en España «los más 'top' trabajan en otra cosa porque tienen que ganar dinero para pagar su coche y poder ir a competir». Además, «falta un poco de todo: circuitos que se presten a abrir las puertas a personas que hagan drift, gente menos descerebrada que tiene ganas de aprender pero no tiene respeto por este deporte, también haría falta patrocinadores fuertes que te pongan 100k (100.000 dólares)». Él ha tenido buenos compañeros de viaje en marcas como Ecopower o Insa Turbo. «Siempre me he intentado buscar la vida con patrocinadores, pero es costoso, es muy sacrificado tirarlo para adelante», reconoce el drifter valenciano.

La próxima cita con el mundo del drift será en la Marina de Dénia, el domingo 31 de marzo

Imaginar lo que es subir a bordo de un coche de drift es difícil. «Cambia mucho hacer drift con un coche de 200 CV a uno de 600. Cuando tienes un coche que su aceleración literalmente te arranca la piel y lo llevas desbocado de lado a velocidades de más de 100 o 120 km/h, hay una grandísima diferencia». Pero ¿en qué consiste? «Tiene varias escalas, la primera sabes derrapar, trazar y no te das la vuelta; en la segunda, ya sabes ajustar la trayectoria y sabes llevar tanto el morro como el culo del coche e incluso pasar a pocos centímetros de un muro, y, luego, la tercera es hacer todo eso a un palmo de otro coche y jugando siempre con la misma trayectoria, velocidad y ángulo».

Publicidad

Físicamente es un deporte exigente, mentalmente también. Aunque él, rotundo, contesta «apunto y disparo» a la pregunta de ¿cómo se controla esa potencia de motor? «Me sale natural, de alguna manera lo siento y tiro; siempre he sido un piloto bastante prudente».

TRAYECTORIA

  • Inicios 2011 fue su primer año compitiendo. En su primera carrera hizo podio y en la segunda quedó primero. «No es que fuera un niño prodigio pero tenía buen coche, estaba en buen momento», afirma.

  • 2012 Campeón de España en Amateur, campeón de Cataluña y subcampeón de la Comunitat Valenciana.

  • 2013 Campeón de la Gymkhana drift en España.

  • 2016 Tercero de España en categoría Pro.

  • 2022 Subcampeón de España en Semipro

Todavía tienen fama de 'poligoneros'. Él mismo reconoce que empezó, siendo un adolescente, «en descampados haciendo el tonto», pero hoy es distinto, hay más opciones. «Ahora hay eventos muy buenos como VolRace y espectáculos como Drift Show que intentamos fomentar lo que es hacer bien las cosas», señala. Y sobre si es un baile la coreografía que ejecuta con el coche, es rotundo. «Para mí es batalla, porque yo voy a pelear».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad