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José Luis Berenguer es de esos que se conoce la AP-7 de memoria. Su cargo como presidente de la Federación Valenciana de Motociclismo (FMCV) le obliga a subir a Valencia desde Alicante al menos una vez por semana. En una de esas 'escapadas' habla sobre la institución que preside, la guerra judicial por dirigir la Federación Española, la relación con el circuito de Cheste y la situación del deporte del motor. Se declara amante del motociclismo, deporte que practica: "Cualquiera que se dedique a una modalidad con cierta agresividad física, y no me refiero a pegarte, tiene muchas veces al traumatólogo como su mejor amigo".
-¿Le compraría una moto a su hija?
-Este es un deporte extremo, que dentro de la competición está muy controlado y es mejor que ir con una scooter por la ciudad, aunque subir a una moto tiene sus riesgos. A mi hija se la compraría en cuanto la pidiera, pero no le voy a animar porque el resto de la familia me animaría a mí a otra serie de cosas (ríe).
-¿Es un hándicap más lo de que el motociclismo es un deporte caro?
-El motociclismo es un deporte caro porque se une una parte mecánica, a lo que hay que añadir los desplazamientos. Si perteneces a un equipo de fútbol o balonmano normalmente no pagas. Cuando perteneces a un equipo de cualquier especialidad de motos o automovilismo pagas, no cobras, para tener la parte mecánica y ser puntero.
-¿Eso no debería combatirse de alguna manera?
-En la Comunitat hay una preocupación por minimizar eso, pero llegar al 100% es imposible. Ahí es donde una federación debería estar presta para conseguir ayudas de la administración, para que se tiendan esos puentes de la parte del aficionado a la profesional.
-¿Pero es esa una responsabilidad de las administraciones?
-No lo es, ni de la federación ni del propio deportista. Esto debe empezar con la diversión de un niño. Las administraciones tienen cosas que arreglar, lo que sí que deben promover es un deporte saludable.
-Hay una nueva generación de velocidad a punto de consolidarse en el Mundial, síntoma de que se están haciendo cosas bien...
-(Suspira) Tenemos una base bastante competitiva, al borde de atravesar ese puente. Pero teníamos gente que estaba muy dentro, hasta 9 y 11 pilotos, y eso ha ido mermando. ¿Se está haciendo algo bien? Evidentemente. La actividad, los campeonatos... es lo que al final genera que un piloto pueda entrenar y conseguir que se abarate la parte técnica. Dicho esto, creo que el futuro nos esperan buenos resultados.
-¿Falta estrechar lazos con el circuito de Cheste?
-Cheste es una instalación y su funcionamiento no debería preocupar a la Federación si tuviéramos la utilización para que los pilotos y nosotros sólo nos preocupáramos de hacer deporte. Yo he heredado una circunstancia de mucho enfrentamiento. Ahora diría que tengo una comunicación fluida. Siempre tenemos la sensación, y ellos dirían lo contrario, de que ninguna federación depende de lo que diga una instalación para que su deporte funcione.
-¿Qué falta en concreto?
-Una federación autonómica normalmente se dedica a la base, no quiere nada de la élite. Un circuito cinco estrellas debería ocuparse de eso a lo que no llegamos nosotros. Me resulta chocante que las ayudas de la base se sigan canalizando a través de una instalación deportiva.
-Al final es una institución pública y las ayudas públicas a la velocidad se canalizan por ahí...
-Ya, pero hay que canalizarlas a todo el motociclismo, igual que se hace a todo el tenis o a todo el ciclismo, sin disparidades ni cambio de criterio. Al final veo que es una institución pública y las administraciones lo canalizan por aquí pero... ¿nosotros para qué nos quedamos? ¿Sólo para sancionar? ¿O tenemos algo que decir, no sólo de la velocidad, sino del motocrós, del trial, de todas las especialidades?
-¿Son esas especialidades cenicientas en la Comunitat?
-Son cenicientas en toda España y en la Comunitat somos muy velocistas. Tenemos un fuera de serie 'off road' como Joan Barreda, que es el piloto más mediático del Dakar. Las ayudas que han recibido personas como él han sido mínimas, por no decir ninguna, cuando realmente la masa social de licencias federativas en toda España es el 'off road'.
-¿Fue un alivio la decisión judicial de desbloquear el proceso electoral a la Federación Española?
-Siempre hemos pensado que no iba a pasar nada, porque creíamos que no habíamos hecho nada. Realmente tendremos el alivio final cuando sobresean el caso. De las hipotéticas 65 licencias generadas con mala fe, ha votado una. Se nos ha creado un aura de tramposos, lo cual no es justo. Nosotros en la aplicación informática generábamos el listado de los pilotos que podían sacarse licencia y hay casi 30 que lo han hecho. No la tienen hasta que la formalizan. El juez parece que lo ha entendido. Se ha buscado mi foto como imputado. Me siento aliviado, pero por el orgullo de esta junta directiva que trabaja voluntariamente.
-¿Por qué respalda a Manuel Casado frente a Viladoms?
-Yo fui vicepresidente con Viladoms. Le ayudé porque venía con muchas ideas y al primer año no había concretado ni una. Hice un escrito aséptico y me marché. Se sintió débil porque somos la segunda federación en licencias. Casado vino a hablar conmigo, es una persona tranquila y no muy populista.
-¿Qué dice que va a cambiar?
-Para empezar, que se informará de las cosas de manera que todo el mundo pueda ver y entender. Eso y volver a generar nuestra influencia internacional. La Española ahora lo único que hace es venirse a la base, da la sensación de que necesita el dinero. Desde que se fue Moreta no tenemos intervención en la FIM. En velocidad han empezado a entrar especialidades que aquí no están desarrolladas. Vamos a remolque, cuando antes era al revés.
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