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«No es que tenga prisa por cerrarlo, pero si podemos hacerlo este fin de semana, mejor», analizaba ayer Joan Mir, el líder de MotoGP y el piloto que más posibilidades de salir este fin de semana de Cheste como campeón del mundo. También las tiene Albert Arenas, en Moto3, y Enea Bastianini, en la categoría intermedia. Los tres llegan líderes a la penúltima cita de un Mundial atípico, pero sólo el balear depende de sí mismo: con subirse al podio, toca el cielo, como lo hicieron otros 16 pilotos en un trazado inaugurado en 1999 y que desde 2002 cierra el certamen.
Ese mismo año, se decidió en Valencia el título de 125, donde se coronó el francés Arnaud Vincent por delante de Manuel Poggiali, que sería también campeón en Cheste, pero en 2003 y en 250cc. El Ricardo Tormo ha sido testigo de la lucha entre compañeros de equipo –Talmacsi y Faubel– donde el valenciano quedó con la miel en los labios, o del último título de Jorge Lorenzo, que terminó de desatar la guerra entre Marc Márquez y Valentino Rossi y sus tifossi.
La felicidad máxima para el motociclismo valenciano fue la de 2011, un año después de que Nico Terol intentase presionar sin éxito a Márquez. En la temporada siguiente logró ocho victorias y llegó líder a casa, con cierta incertidumbre tras una gira asiática difícil. En un fin de semana pasado por agua, terminó asegurándose el ansiado título de un piloto de la Comunitat en Cheste, desatando la euforia de sus allegados, en el Aspar Team y en el mundo de las dos ruedas. El cuarto campeón tras el gran Ricardo Tormo, Aspar y Champi.
Nico Terol, por lo tanto, sabe de sobra lo que es jugarse un Mundial en Cheste, como líder y de aspirante. Y está habilitado para hacer pronósticos, aunque uno de ellos lo hace con el corazoncito: su Aspar Team, donde logró el título de 125, puede volver a ganar nueve años después con Albert Arenas, al que aconseja desde hace algunas semanas como al resto de pilotos mundialistas en la estructura valenciana. «Ojalá lo consiga. Lo más probable es que se decida en Portimao porque Ogura no ha fallado, pero lo veo factible», señala el alcoyano. Si se le pide un pronóstico, considera que Moto2 llegará a Portugal: «Bastianini es líder, pero veo a Sam Lowes muy fuerte y va a atacar».
Con respecto a MotoGP, sí e claras posibilidades de que Joan Mir se corone este fin de semana en el Ricardo Tormo. «Tiene una gran ocasión de salir campeón este domingo y ojalá lo consiga. El año que ha hecho con Suzuki... espero que lo logre, se lo merece», señala Terol.
Rossi, a punto de quedar fuera
Joan Mir ha vivido ya su primer momento de alta tensión. Las PCR son el cara o cruz antes de entrar, ya no solo al box o a pista, sino al circuito. A Tony Arbolino el contacto con un positivo en un avión puede haberle privado de pelear el Mundial de Moto3. Iker Lecuona, por un positivo de su hermano, se perdió la carrera del fin de semana pasado. Y Valentino Rossi ha vuelto a estar estos días en el filo de la navaja.
Il Dottore, que logró sus dos negativos sobre la bocina la semana pasada –de hecho, no se subió a la moto hasta el sábado–, se ha llevado un buen susto de cara al GP de la Comunitat. Se sometió el martes a una PCR obligatoria para quienes visitan sus hogares entre carreras y el resultado fue «positivo con una carga viral muy baja». En la siguiente prueba obtuvo negativo, al igual que en la tercera, de ayer por la mañana.
«Los doctores me dijeron que es algo más o menos normal con las personas que han pasado la covid-19, pero es verdad que estuve muy preocupado porque llevo un jodido mes de ‘sí’, ‘no’, y esto es cansado», señaló Rossi. Si el italiano ha vivido horas de tensión, las de Mir a la hora de someterse al PCR son mucho mayores, como él mismo reconoció: «Con todo lo que está sucediendo... si lo cerramos ya, menos riesgo habrá de que pase algo».
¿PCR o calificación?
«Este fin de semana lo tenemos salvado, pero la situación desgasta mucho mentalmente, porque es una presión constante y no nos basta la de jugarte un título», reconoce Mir: «Es casi como una clasificación pues todos sabemos lo que me estoy jugando mismo y ver que la PCR es negativa es muy importante. Por eso cada vez intento ser un poquito más responsable y minimizar riesgos».
Esta tensión se suma, en Moto2 y Moto3, a la de dos campeonatos mucho más igualados. Y Terol se refiere a ello en la categoría pequeña, donde hay opciones de gloria valenciana: la de Jaume Masià o la de su equipo, el Aspar Team, por parte del líder, Albert Arenas. «Con lo apretado que está, creo que tiene que estar en la dinámica de apretar. Es mucho más fácil de afrontar que cuando tienes que defender una ventaja. Yo viví las dos situaciones, y la de 2010 con Marc (Márquez) fue mucho menos compleja», señala el alcoyano.
«Cuando en 2011 llegué con ocho victorias y una gira asiática difícil, Zarco no tenía nada que perder... todo es más complicado, la cabeza te puede jugar una mala pasada», señala: «Albert debe seguir atacando. Por suerte va a ser un fin de semana en seco, bonito para ver las carreras desde casa. Se va a rodar muy rápido, a ritmo de récord».
A Nico Terol se le vio animando a Arenas después de que se le destrozase la moto tras la caída de Celestino Vietti. «Es un chaval con mucho talento y está aprovechando su madurez. Le dije que se calmara, que olvidara lo que no depende de él y se centrara ya en este fin de semana», recuerda: «No tiene que cambiar nada, lo está haciendo bien y está ilusionado». Como en todo el Aspar Team en brindarle un nuevo campeón del mundo a la memoria de Ricardo Tormo.
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