Marc Márquez se ha dado el último baño de masas como piloto de Repsol Honda, quitando la despedida que, (casi) pase lo que pase, tendrá el domingo. Sin saber aún si hace un último podio en un circuito muchas veces talismán para él o le ... ocurre lo que a Valentino Rossi en 2006 (él no se juega un Mundial), el español cierra en Cheste una etapa... y abre otra.
Con Il Dottore convertido en leyenda, Márquez es la principal estrella de MotoGP, por mucho que lleve más de tres años sin pelear por el título. Sólo por él puede retrasarse unos minutos un evento en un programa tan estricto y minucioso como el del Mundial de MotoGP. Márquez habló en la rueda de prensa previa al Gran Premio de la Comunitat: «No quiero pensar en las emociones, que serán fuertes, sino disfrutar cada momento. Cierro un capítulo, nunca se puede decir que no vaya a volver a Honda. Será extraño trabajar con otro equipo pero ha sido mi elección». Y luego bajó al pit walk, donde era un año más el piloto más buscado.
Durante apenas diez minutos, ha firmado autógrafos y se ha hecho selfies con los aficionados. Luego, como líder de la parrilla que es, ha tomado el micrófono, ha pedido disculpas por haber dedicado poco tiempo a los fans, y ha lanzado una proclama: «Apoyad siempre a todos los pilotos españoles».
Ha podido sonar a despedida, pero queda un fin de semana entero de disfrutar de Marc Márquez a lomos de la Honda. Y el martes se estrenará con la Ducati, la moto que ahora mismo es caballo ganador en la categoría reina. Tras el pit walk en el que más de 2.000 personas han agasajado a los pilotos, este viernes comienza, desde las 9:00, la batalla con los entrenamientos libres. Con Moto3 y Moto2 decididos, la atención se centra en MotoGP y en el pulso, en teoría desigual, entre Jorge Martín y Pecco Bagnaia.
«Yo no tengo nada que perder», desliza el madrileño, que se cabreó cuando en Catar un neumático defectuoso le arruinó la carrera y casi todas sus opciones al título. Pecco Bagnaia tiene 21 puntos de ventaja y todo a favor. Un mundo idílico, pero ambos contendientes saben que eso es un extra de presión. El italiano apeló, precisamente, al título que perdió Rossi en favor de Hayden en 2006: «Por supuesto que lo tengo presente, pero las situaciones son diferentes. Yo trabajaré para que no me ocurra lo mismo». Si este sábadoen el sprint le saca cuatro puntos a Martín ya será campeón.