El valenciano que hereda la moto campeona de Masià

«Es verdad, pero él tiene ocho Mundiales y yo aún ni he debutado», señala el chico cuando se le apunta esa trayectoria por la que en cierto modo está cerca de su referente. A partir de marzo, eso sí, compartirá ya paddock con el piloto de Cervera. «Para mí es un sueño cumplido correr en el Mundial, algo por lo que llevo años entrenando y trabajando, así que me siento muy feliz», afirma Ángel Piqueras, que lleva en las motos desde los 3 años y ahora acaba de cumplir 17.

Primero lo intentaron con el fútbol, pero a pesar de su corta edad se dio cuenta de que aquello no le gustaba. Su padre practicaba motocrós y aquello sí que le llamaba la atención: «Siempre le pedía que me diera una vuelta. En casa atendieron a su afición por las dos ruedas y se resignaron a que aparcase el balón. Los resultados también han ayudado en esa apuesta familiar, hasta llegar a este 2023 memorable donde ha ganado los dos campeonatos que dan acceso al Mundial de Moto3: la Red Bull Rookies Cup y el JuniorGP.

Y esto, precisamente, le abrió las puertas a debutar en el Mundial en 2024. «De no ganar uno de los dos campeonatos habría tenido que esperar un año», indica Ángel Piqueras, que no podrá brindar con cava en el caso de subir al podio en el año de su estreno: «Ojalá tenga que celebrar alguno con gaseosa, sería buena señal. No tengo prisa por cumplir los 18... bueno, sólo por sacarme el carné de coche»,

Su temporada no sólo no le ha condenado a otro año en los certámenes de promoción, sino que le ha permitido elegir moto de cara a su estreno. «Los equipos no hablaban conmigo, sino con mi mánager, que me mantenía al día», señala Ángel Piqueras, que se decantó por Leopard antes de que Masià fuera campeón del mundo: «Lo he seguido en todas las carreras y ha estado un paso por delante de todos los pilotos de Moto3. Lo ha merecido». «La elección fue porque creo que es el mejor equipo de la parrilla. Quería subir al Mundial en un equipo competitivo para que la moto no sea un problema, que dependa todo de mí», apunta.

Piqueras tiene claro el objetivo para 2024: aprendizaje para «estar ahí» en 2025. Sin embargo, el joven de Ayora no renuncia a nada: «Supongo que carrera a carrera iré mejorando. La intención es estar ahí y que a lo largo del año digan: '¡Hostia ese!'». El valenciano confía en sí mismo: «Siempre que he cambiado de categoría me he adaptado bien».

Desde luego, motivos no le faltan por su propio rendimiento y por dónde entrena tres veces por semana: en el circuito de Fortuna con Paco Mármol. Esto es, el mentor de ya toda una estrella del Mundial, el bicampeón y debutante en MotoGP Pedro Acosta: «Sigo residiendo en Ayora, donde trabajo en el gimnasio otros dos días a la semana».

No teme afrontar carreras de grupos grandes y que suelen decidirse al final: «En la Rookies y en el JuniorGP suelen ser así, parecidas a las del Mundial... pero ahí más a lo bestia». Tampoco teme al cambio de motos y neumáticos previstos de cara a 2024 en la categoría pequeña... algo que a decir verdad puede igualarle en parte con los veteranos.