Dos caminos para un mismo destino

No hay nada peor para un deportista que una lesión. Un infortunio del que no escapan los pilotaris, sobre todo cuando esa molestia afecta al hombro. Es habitual que sufran dolores en dicha articulación, puesto que es la que más movimiento efectúa a lo largo de su trayectoria. Esto deriva en la lesión tipo SLAP (Superior Labrum Anterior to Posterior) que puede tratarse de dos maneras, mediante una intervención quirúrgica o de forma conservadora. Un camino por el que pasaron dos de las figuras que han vuelto a competir en las últimas semanas, Francés (escala i corda) y Sanchis (raspall).

El 22 de junio, Francés volvió a jugar una partida profesional en de Massamagrell. No lo hacía desde agosto de 2020. No obstante, no fue hasta el pasado domingo cuando el de Petrer retornó a la competición, aunque cayó eliminado del Trofeu Diputació d'Alacant. «Estoy cansado, la partida duró dos horas. Me encontré bien, aunque no estoy al 100%. Me falta ritmo de juego. Iré aumentando la carga mientras el brazo no sienta ningún dolor», declara Francés que decidió no pasar por el quirófano, a diferencia de su colega Sanchis.

El pasado viernes, el de Montesa disputó su primer duelo tras la operación. Fue en el Genovés, en una partida diaria. «Me quedo con la sensación posterior, fue como ir al gimnasio. A los dos días era como si no hubiera jugado. Es positivo porque antes de la intervención, el brazo era inamovible tras una partida y ahora pude soltarlo en el golpeo como hace mucho que no hacía», indica el mitger, que ganó.

La senda elegida por ambos también vino marcada por el historial en el umbral de dolor que padecieron. El caso de Sanchis fue más grave: «No disfrutaba jugando. Hacía tiempo que arrastraba este dolor y estaba determinado a retirarme. Hablé con la Fundació –entidad gestora- y me convenció la solución de operarme». Una intervención que tuvo lugar en el pasado diciembre, aunque el de la Costera disputó su último duelo en septiembre. Francés tuvo una actitud más calmada y confiada en su decisión: «Hemos dado todos los pasos que había que dar. Me lo tomo con calma, todo tiene su tiempo. La lesión pasó por algo y hay que asumirlo como viene».

Asimismo, Sanchis y Francés estuvieron en contacto, ya que son de una generación cercana (1994 y 1996) y se conocen de las categorías inferiores. A pesar de que han tomado un camino distinto para su vuelta a los trinquets, ambos compartieron plazos lejos de los mismos (diez meses). Y es que la única diferencia, más allá de la modalidad, es que el raspoter es zurdo y el escaleter es diestro, pero también les une un estilo de juego de buen gusto y espectáculo asegurado que la pilota rescata para el espectador.

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