Cuarenta años del trinquet del verano

Si una figura es clave para la supervivencia del trinquet esa es la de Juan Bautista 'Balduino' Company Martí. Desde el año 2009, el otrora jugador de raspall, se puso a los mandos de las apuestas y entradas del recinto. Una gestión que empezó por afición y que lo ha convertido en la pieza imprescindible que revitalizó una instalación que se mantuvo dos décadas cerrada a la espera de esa luz que elevará a Castelló de Rugat como la catedral de la pilota en la Vall d'Albaida.

«El trinquet tiene una gran progresión. Lo cogí cuando se montó la coordinadora 'Rojos i Blaus' (antigua entidad de aficionados, clubes y gente comprometida con el raspall) en compañía del club. Al principio sufrimos por los 20 años que estuvo sin actividad. Poco a poco, el público se fue cogiendo y cuando los del club de Castelló de Rugat se cansaron, me encargué yo de su gestión hasta hoy», cuenta el también trinqueter de La Llosa de Ranes.

A excepción de un año que pasó a manos de la empresa que creó en su momento Waldo, 'Baldu' es la auténtica alma de un trinquet que es autosuficiente gracias a su gran taquilla. «Si haces buenas partidas, toda la gente de la Vall d'Albaida responde. Es el que mejor salud, aunque no es una zona de postura», asegura el trinqueter, matizando que solo son seis meses de actividad porque en «invierno te helarías». Quizá por ello se considera el mejor trinquet para el verano.

Si a partidas buenas se refiere, las de mañana no tienen parangón. A las 18.30 horas, Salelles II y Tonet IV se medirán ante Vercher y Brisca. Antes de la habitual partida de profesionales de raspall, también hay hueco para otra de escala i corda. Será a partir de las 17.00 horas cuando Puchol II y Tomás II se midan a De la Vega y Nacho. Aunque Castelló de Rugat sea plaza de raspall, Baldu comenta: «una vez al año traemos escala i corda. No se ve mucho por aquí y habría que potenciarlo».