La final de una era en la pilota profesional

La final del Individual de escala i corda es la partida del año en la pilota profesional. Pelayo se llena en una tarde calurosa para investir al número uno los siguientes 12 meses. Poco a poco, el mismo duelo en raspall se va equiparando, pero la modalidad per dalt sigue teniendo una mayor trascendencia social. Nadie le puede negar, sin embargo, a Tonet IV, que forme ya parte de la historia de la pilota: ha logrado cuatro títulos y sigue invicto a pesar de ser mitger en una competición donde teóricamente los restos tienen ventaja. Tampoco se le puede discutir a Puchol II, gane o pierda esta tarde (17:15) ante Pere Roc II. En tiempos de incertidumbre en la pilota profesional, ambos se han querido abstraer esta semana ante la importancia de la partida: para sus propias carreras deportivas y para el deporte autóctono.

Quién lo gestione a partir de enero es un debate que debe retomarse el lunes. Ahora toca disfrutar de la guinda de una de las mejores ediciones de la historia, con partidas sumamente igualadas desde las primeras rondas. Esta semana los dos finalistas han preferido abstraerse del cisma que se ha cocinado de forma subterránea y que estalló hace pocos días. Ni Puchol II ni Pere Roc II han hablado al respecto. De hecho, desde la reunión entre los pilotaris y la Fundació se ha establecido una ley del silencio. Era lo que tocaba, a pesar de que un lustro después parece que va a arrancar una nueva etapa en la gestión de la vaqueta de élite. Estos han sido cinco años de hegemonía de Puchol II -especialmente en el mano a mano- pero en los que han proliferado más que notables escaleters con capacidad más que contrastada para ganar el Individual, como Marc, De la Vega o el propio Pere Roc II.

Pero no es día de hacer balances. Este sábado sólo importa el duelo entre dos caballeros de la vaqueta que ya se midieron en la final de 2018. Entonces ganó Puchol II, que ya acumula cinco títulos, alzó hace un año el Fris Grec y quiere seguir ampliando su palmarés e imagen de figura que ha marcado una era. En ella se hablará de Pere Roc II como un zurdo férreo. Él quiere que se le recuerde por haber ganado todos los títulos relevantes. Le falta el Individual.

La final de esta tarde, quitando todos los tintes extradeportivos, es radicalmente distinta a la de 2018. Entonces ambos pilotaris llegaron tocados y se impuso la mayor experiencia de Puchol II... pero también la ventaja que implica jugar desde el dau en Pelayo. Aquel día la partida fue totalmente dauera, el de Vinalesa no se equivocó desde la parte buena del trinquet y se adjudicó su segundo Individual.

Entre los incondicionales del trinquet siempre va a haber un debate encarnizado para el que no se encontrará una respuesta aceptada de forma unánime: ¿Quién merece acceder a la galería de la fama de Pelayo? Puchol II ha marcado una era, pero le falta un plus para ser considerado una figura transversal, que trascienda a su tiempo, como Nel de Murla o Rovellet. Es más, una amplia mayoría de la afición le da un porazo a Soro III y a Álvaro, pilotaris con un más que notable palmarés en el mano a mano. Si Puchol II quiere ascender a ese pedestal deberá ganarlo más veces y mantenerse como jugador de referencia durante el resto del año. Así, quizás, con el paso del tiempo se le considere algo que ya merece por palmarés.

Y Pere Roc II pasará a la historia como un pilotari más que notable. Otra injusticia, acudiendo precisamente a sus vitrinas, donde sólo le falta el Individual. Si ya se hubiera retirado, Rodrigo Sebastià debería haberlo hecho con la conciencia bien tranquila y con la satisfacción de haber completado una carrera sobresaliente. ¿Que le falta el Individual? Como a muchos. No en vano, es el torneo más complejo, por eso es también el más prestigioso. Esta tarde tiene ante sí su tercera ocasión y, como punto a su favor, ha ganado a Puchol II en esta edición: en Vila-real (60-45), en la fase de grupos de cuartos.

Pero esta será otra historia. Dicen que Puchol II es más favorito en Pelayo. Allí ha ganado cinco finales y ha perdido una. Viene de haber sobrevivido ante un Marc pletórico que le tuvo contra las cuerdas. ¿La suerte del campeón? Si gana se recordará esa pelota que bajó de la galería de Vila-real con iguales a 55 y val en contra. Pere Roc II quiere que nadie se acuerde de aquel quinze este sábado en la Catedral.

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