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De la Vega, Javi y Carlos. JESÚS SIGNES

De la Vega lidera una nueva era

El de Almussafes, de sólo 22 años, ha ganado dos de las tres Lligues que ha jugado | El resto triunfa junto a Javi y Carlos en una partida titánica y resuelta por detalles frente a Giner, Pere y Álvaro Gimeno (60-50)

Sábado, 17 de abril 2021, 20:35

«Ahora mismo estoy en una nube. He jugado tres veces la Lliga y he ganado dos. Espectacular». Lluís De la Vega es un tipo sorprendentemente tranquilo a sus 22 años. Quizás en ello resida parte de la explicación de su precocidad en el trinquet. Y la de que siendo todavía un crío tuviese claro que quería estudiar psicología. Y que también haya percibido a la primera la necesidad de afrontar una oposición de bombero para labrarse un futuro: «Me dedico a la pilota, que al final es un deporte minoritario. Ojalá la sociedad valenciana cuidara más de lo nuestro, pero es que nos pasa en todo, en el deporte, en la agricultura...».

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Hace años, Renault acuñó el acrónimo 'J.A.S.P.' (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados) para promocionar uno de sus coches, el Clio, en 1995. Lluís De la Vega ni siquiera había nacido... pero es un 'J.A.S.P.'. El resto de Almussafes encabeza una generación que aprendió a caminar a finales del siglo XX y que está destinada a asombrar en el trinquet en esta tercera década del XXI. También la integran Giner y Álvaro Gimeno, que deberán pelear con otros pilotaris ya curtidos, y los que vengan más atrás, por los títulos más importantes. Y el público (ahora lamentablemente desde casa, pero volverá), encantado. La final de la Lliga de escala i corda de 2021 ha sido un ejemplo de ese crisol de generaciones que integra un potaje delicioso para los amantes del deporte autóctono.

Pelayo fue el escenario de una final maravillosa, de más de dos horas de duración. Una batalla titánica entre seis pilotaris que se resolvió por pequeños detalles. Luego, acabada la partida, a ninguno se le cayeron los anillos a la hora de reconocer que podría haber ganado cualquiera.

«Estoy seguro de que Giner disputará muchas finales del Individual. Ha jugado una auténtica barbaridad y lo tiene todo: quinze desde atrás, mucho dau, muy buena volea... me hacía una gran ilusión jugar contra él y le he felicitado», afirmó De la Vega.

Y no le faltó razón porque la partida fue de mucha pegada, sí, pero también de quinzes muy técnicos, algunos de ellos largos. Buscando las escasas rendijas que, por pura fisiología, podían dejar los rivales junto a la escala y la muralla... o disparando desde el resto hacia el palquet para que la vaqueta se alojara allí o rebotase de modo imprevisible.

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Cada trío tuvo sus momentos, pero nadie se vino abajo. La primera crisis fue para los azules, que tuvieron val desde el resto con 30-25 a favor cuando De la Vega, Javi y Carlos habían sacado pelota nueva. Giner y sus compañeros amarraron el parcial y rompieron al siguiente. Pero el equipo azul no perdió un instante en lamerse las heridas por la ocasión perdida y equilibró de inmediato la partida.

De hecho, parecía que la final era suya. Giner jugaba una barbaridad desde el fondo, Pere no erraba una y castigaba, y Álvaro Gimeno se erigió en un cazarrecompensas que disparaba en cuanto la pelota pasase a su alcance. Los azules tuvieron ahí la victoria, sobre todo en ese juego del resto con 40-35 en el que tuvieron cuatro val para colocarse con dos de ventaja. «Lo hemos tenido en varios parciales, pero ese era clave para nosotros y se nos ha escapado», lamentó Pere.

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Y más porque al siguiente fueron De la Vega, Javi y Carlos los que confirmaron la rotura desde el dau (50-40). Tampoco esto cambió la dinámica de la partida. Cada 15 se disputaba al límite y se celebraba con la euforia del que da un título. Como lo hizo Carlos, que creció una barbaridad en este tramo final de la partida, en los que firmó él para poner el 55-45. «Es verdad que he ido de menos a más, entro en faena y molesto más a los rivales», admitió. Giner, Pere y Álvaro Gimeno salvaron dos val de partida y pelearon hasta el último tanto. Curiosamente, hasta en esto fue una final memorable, el penúltimo quinze llegó por una falta tras dos errores seguidos de Oltra en la ferida (esto es noticia). Cierto es que el segundo le rompió en la escala en una acción de mala fortuna. Al final, como tantas veces se ha dicho, el trinquet también juega.

Y en esa cancha, en la catedral, abierta ya más de siglo y medio, se coronó a un trío que simboliza esta nueva era de la pilota: De la Vega (22 años), Javi (37, «estic content... i mort i major») y Carlos (30 a poco más de un mes de los 31). «Este equipo ha sido impresionante. Delante tenía a dos titanes», afirmó De la Vega.

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El líder -por el palmarés que ya posee- de una generación, en cierto modo cerró también un círculo en Pelayo. Si primer gran campeonato de élite, la Copa de 2016, la disputó junto a Javi. «Lo venía pensando esta mañana, me hacía mucha ilusión jugar con él esta Lliga y ganarla, imagínate. Me da mucha seguridad porque sé que la va a pasar y si la tiene buena, aprieta. Ahora mismo es el número uno en la posición de mitger», incidió. El de Massalfassar, que afrontaba su séptima final, la ganó en 2014 con Fageca, preparador de De la Vega.

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