José Salvador se prepara para golpear de volea durante el Individual. JULIO CEBOLLA/PILOTA PRO

José Salvador, el pilotari que se partió el pecho

El escaleter ya se entrena tras su operación por una lesión muscular | «En estos meses he aprendido lo afortunado que soy de poder vivir de lo que más me gusta. Cuando vuelva disfrutaré aún más del trinquet», señala

Miércoles, 2 de octubre 2024, 11:41

Parecía que este era por fin el año. A José Salvador se le espera desde hace tiempo: tiene manos para escribir un capítulo glorioso en el Individual. Y esta temporada se partió el pecho para tratar de lograrlo. Literalmente. El 8 de junio se jugaba ... el pase a semifinales contra Salva Palau. «Por la mañana hice la sesión de activación con mi preparador, Arnau Oliver, e iba todo bien», recuerda: «Pero cuando me arreglé en el trinquet y empecé a calentar, ya noté que algo no iba bien». Duró tres juegos.

Publicidad

«Y no sé cómo los hice. Arnau me preguntaba por qué no le tiraba por arriba. Le dije: 'Me he roto'. Y él no se lo creía», recuerda. Pero es que cuando decidió parar no es que fuera imposible levantar el brazo, es que ni podía despegarlo del tronco. José Salvador se muestra incapaz de explicar cómo pudo competir: «Tendré un umbral del dolor alto o algo». La realidad es que el cirujano primero se sorprendió de que se le hubiera roto el tendón del pectoral superior, y al mismo tiempo le avisó de que se enfrentaba a una recuperación larga.

«Es un tendón fuerte, que no suele romperse, pero son cosas que a veces pasan en el deporte de élite», reflexiona: «Y tuve suerte de que no fuera del todo. Apenas quedó un centímetro, pero eso motivó que no tuvieran que ponerme varios anclajes en el brazo, lo que hubiera prolongado aún más la recuperación»

José Salvador pasó por el quirófano el 23 de junio. Estuvo cerca de un mes sin entrenar. Nada, pero es que no podía coger ni una garrafa de agua. Luego le permitieron trabajar en la preparación física y la fuerza del tren inferior, siempre que no sintiera molestias en el pecho. Cuando empezó a tocar pelota lo hizo en el frontón y con badana, con golpeos cortos y mucha precaución.

Publicidad

Paulatinamente le ha ido dando intensidad a los entrenamientos. «He quedado con unos amigos del club de Faura a jugar partidas, ellos contra mí y yo con la izquierda», detalla. El juego por diversión también formaba parte del proceso. Hasta que por fin introdujo la vaqueta, primero con la mano izquierda y luego con la derecha, donde sufrió la lesión. «No me pongo fecha, pero calculo que hasta finales de noviembre no podré jugar», admite un José Salvador realista: «Aunque vuelva, no creo que esté para un mes después prepararme a alta intensidad para una Lliga. Este año me lo tomaré como de volver a empezar». Y en esa filosofía de reconstruirse lanza una reflexión que se puede aplicar a cualquier faceta de la vida de valorar lo que se tiene: «De la lesión he aprendido lo afortunado que soy de vivir de lo que me gusta. La pilota es mi vida y voy a disfrutar aún más cuando vuelva a vestir de blanco en un trinquet».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€

Publicidad