El trinquet de Pelayo tendrá la salida de emergencia que exige la normativa actual

El mecenas de la pilota ha llegado a un acuerdo con el dueño de una planta baja con entrada desde Convento de Jerusalén y que comparte pared con el trinquet. El propietario, que hasta hace algún tiempo la utilizaba como almacén pero que ahora la tiene en desuso, ha firmado con José Luis López un contrato de alquiler para cinco años. Además, el empresario cuenta con una opción de compra sobre el inmueble. Completada esta operación, ya ha solicitado permiso al Ayuntamiento de Valencia para realizar la obra. Una vez la institución municipal lo conceda, la intención es habilitar esa segunda entrada cuanto antes.

El trinquet de Pelayo tiene actualmente su único acceso a través del restaurante. La entrada a todo el complejo, de hecho, se realiza a través de un pasillo que es una servidumbre de una de las fincas colindantes. Desde que Arturo Tuzón decidió que no seguiría gestionando la cancha salió a la luz un problema: si la instalación cerraba un solo día habría que tramitar una nueva licencia y con esa única entrada –y con la normativa actual– era imposible que el Ayuntamiento la concediera. Hubo un riesgo real de que la catedral de la pilota cerrase sine die. Finalmente José Luis López la adquirió y siguió en marcha, con mejoras en la zona deportiva y la transformación del bar en un moderno restaurante.

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Pero el problema ante una posible emergencia sigue latente. De hecho, en la etapa del Botánico fue la propia Administración –cuando también negoció la adquisición de la instalación a José Luis López– la que estuvo estudiando junto con la Fundació el proyecto de la salida de emergencias. Ambas operaciones quedaron en suspenso en el último año de la pasada legislatura.

Una vez más el que ha salido al rescate es José Luis López. El mecenas de la pilota quiere que Pelayo acabe siendo de titularidad pública, esto es, que lo adquiera la Generalitat Esto acabará con cualquier riesgo de cierre y con ofertas –que llegan cada pocos meses– para convertir el gran icono del deporte autóctono en un almacén o una finca. López no tiene prisa por cerrar el traspaso a la Administración.

Actualmente tiene alquilado el restaurante y el trinquet lo gestiona desde principio de año Daniel Ribera. La prioridad era adaptar el complejo a la ley en materia de seguridad algo, por otra parte, de sentido común. Con el recuerdo tan cercano de Campanar, tras la final de este sábado se admitía la necesidad urgente de habilitar la nueva vía de evacuación. A recinto hostelero lleno de clientes todo el domingo por la mañana había que añadir la presencia de casi 1.000 personas entre la escala y las galerías de la catedral de la pilota.