Djokovic: «Estoy feliz de estar en Valencia»

«Estoy muy feliz de estar en Valencia y muy contento de estar en España. Es mi primera vez en Valencia después de muchos años por lo que tengo mucha ilusión de jugar», dijo el astro serbio, que participó en la fase previa de la primera edición del extinto Open de Valencia cuando apenas daba sus primeros raquetazos como profesional.

Llegó a la capital del Turia directo desde Belgrado, donde el martes celebró su triunfo en el US Open —su 24º Grand Slam— en el balcón institucional ante miles de fieles junto a la selección de baloncesto, que también fue recibida con vítores en la capital de Serbia tras colgarse la plata en el Mundial de Filipinas. No obstante, dejada a un lado la celebración, Djokovic admitió que la Copa Davis es una competición muy importante para él. «Esta semana es importante para clasificarnos para Málaga y sólo tenemos ese objetivo», afirmó, además de lamentar la baja de Carlos Alcaraz en el equipo español: «Claro que me hubiera gustado que viniese, jugar contra Carlos es el mayor desafío que puedo tener ahora mismo».

Unos minutos después, a su llegada al hotel, se desató la locura. Esa sensación de estar viendo de cerca a una estrella invadió el cuerpo de todos los presentes. Djokovic, con su habitual talante, fue muy amable con todos los aficionados presentes, parándose y atendiendo a las peticiones para tomarse una foto con él. Mientras, y como podía, respondía sobre sus sensaciones respecto al más que probable enfrentamiento que tendrá el viernes ante Davidovich. «Alejandro es mi amigo. Es una persona muy cercana a mí y a mi familia, en los últimos dos o tres años hemos entrenado muchas veces juntos en la pista del club de Tenis Marbella y será un partido muy difícil para ambos», señaló el número uno de la ATP, que apenas ha podido descansar desde su triunfo en Nueva York. Reconoció que llega «cansado» a Valencia pero «con muchas ganas de jugar esta Copa Davis».

También elogió el nivel tenístico español, pese a las evidentes bajas por lesión de sus dos principales estrellas: «Primero con Rafa Nadal, ahora con Carlos Alcaraz, que es un chico magnífico y un grandísimo jugador, España siempre ha tenido una gran tradición en el deporte del tenis. Pero bueno, yo soy de Serbia y estos días voy a hacer todo lo posible para ganar a España», bromeó. «Tengo buenos recuerdos y emociones aquí en Valencia y en España. Jugar para mi país es un honor y un placer siempre, veremos qué podemos hacer en los próximos días», reafirmó el tenista serbio.

Después de casi diez minutos para cruzar una puerta ante la masa de aficionados que querían inmortalizar el momento con uno de los mejores deportistas de la historia, Djokovic se encontró en la recepción del hotel con sus compañeros del equipo serbio. Tras charlar brevemente con el capitán Troicki y su compañero Kecmanovic, subió a su habitación para descansar y comer.

Fue ya por la tarde cuando se desplazó a las instalaciones de l'Alqueria del Basket, donde pudo entrenarse durante un par de horas para poner su cuerpo a tono de cara a su estreno del viernes. Ante la expectación de las cámaras, el serbio realizó múltiples ejercicios de estiramientos y posteriormente se puso a pelotear con sus particulares 'sparrings' para entrar en calor. Los focos, pese a que España estaba disputando sus partidos ante la República Checa en el interior de la Fonteta, estaban puestos en el entrenamiento del número uno mundial. Porque ser una estrella conlleva eso. Ser el centro de atención. Y Djokovic lo sabe. Estará en Valencia durante toda la semana, ya que la Copa Davis es una prioridad para él y después se tomará un —merecido— descanso antes de afrontar el tramo final de la temporada de la ATP con el objetivo de defender su puesto a la cabeza de los ránkings mundiales.

El de Belgrado llega como la principal estrella de la competición y una carta que se saca la selección serbia de la chistera para poner más difícil todavía la clasificación de España a la siguiente fase. El equipo capitaneado por Troicki barrió en la jornada inaugural a Corea del Sur sin su estrella y este viernes podrá contar con ella para el duelo definitivo. Si vencen a España, estarán en la fase final de Málaga, el objetivo final de Djokovic una vez conquistados tres de los cuatro grandes de la temporada —Australia, Roland Garros y US Open— y haber perdido la final del otro —Wimbledon— ante Alcaraz. Levantar la ensaladera pondría un broche final a un año de ensueño para el serbio, que ya se prepara también para su objetivo definitivo de cara al año que viene: los Juegos Olímpicos de París 2024. Y por supuesto, seguir ganando Grand Slams.