

Secciones
Servicios
Destacamos
La carrera deportiva de Paula Badosa ha estado siempre muy vinculada a Valencia. Se entrenó en El Saladar cuando decidió que quería ser ... profesional. Tras sobreponerse a sus problemas mentales, de los que habla sin tapujos («lo superé y eso me ha hecho más fuerte»), inicia 2022 en su mejor momento deportivo, por ahora. Se entrena con el valenciano Jorge García, con el que trabaja en Bétera cuando el circuito WTA concede algún respiro. Allí se lleva a cabo esta charla días antes de viajar a Australia para la gira que culmina en Melbourne con el primer Grand Slam de la temporada, que arranca este lunes.
-La última vez que hablamos fue después de que ganase el BBVA Open Ciudad de Valencia en 2018, ¡cómo pasa el tiempo!
-Sí, el tiempo pasa muy rápido, hace ya más tres años de eso. Miro hacia atrás, todo lo que ha cambiado mi carrera tenistica, también mi vida personal. Con todo lo que ha pasado ahora mismo soy otra.
Noticia Relacionada
-Ha crecido...
-(Ríe) También de altura, ¿eh?
-Y como persona no sé, pero como tenista, es una evidencia.
-Sí, he mejorado en todos los aspectos, como persona y como tenista, y eso me hace estar como estoy hoy en día
-¿Cómo se sentía en ese 2018, cuando ganó en el CT Valencia después de sufrir toda la marejada personal?
-He pasado por muchos procesos. En ese momento era como volver a empezar de cero tras haber pasado una época mala, el volver a construir la tenista, y un poco fue así. Aquel triunfo me dio un chute de emoción y motivación para seguir el camino por el que estaba yendo, que creo que poco a poco lo estaba encontrando.
-Su vida tenística ha estado muy ligada a Valencia desde el principio. ¿Cómo 'cae' ahí, junto a la Albufera (entrenó en El Saladar, en Silla)?
-Sí, aquello casi fue el principio de todo. Ahí es donde me doy cuenta de que me quiero dedicar, que quiero dar un paso más a mi carrera y que quiero ser tenista profesional. Me me vine a Valencia porque siempre ha sido un sitio de donde han salido muchísimos tenistas, donde ha habido mucho tenis y en ese momento hubo más. Decidí venirme y mi familia me trajo.
-Su familia es un poco del mundo: nació en Nueva York, son de Barcelona...
-Es una de las cosas que más me gusta, me han educado así en casa. Me siento del mundo, no tengo un sitio en concreto. Eso me ha ayudado a ser muy independiente.
-¿Cómo decide que quiere ser tenista?
-Fue porque veníamos de Estados Unidos y el primer verano en España mis padres estaban trabajando. Me apuntaron a un campus y uno de los deportes que había era el tenis. Coincidió que me enganché rápido, supongo que se me dio bien, tuve un buen entrenador y fue como que todo cuadraba. En parte me encantaba. Desde entonces no es una decisión, sino algo que se dio poco a poco. Quería tenis, seguir jugando, compitiéndo... mi pregunta era qué necesitaba para dar los pasos y uno de ellos era venir a Valencia.
-En aquellos inicios coincide con Sara Sorribes y se han acabado haciendo amigas...
-Sí, es algo muy importante, creo que siempre nos hemos ayudado la una a la otra. Obviamente es un orgullo ver dónde ha llegado y haberlo compartido. Desde pequeñas hemos estado juntas, es especial y muy difícil llegar a ser top 100 junto a una persona a la que conoces desde los 10 años. También hemos compartido experiencias como la de este verano en los Juegos. Haber podido participar en el dobles juntas y viniendo de donde venimos es muy bonito.
-¿Tienen margen de mejora para que en unos años las consideremos la Arantxa y la Conchita de los 2020 o de la era Covid?
-¡Ojalá, ojalá! Para eso estamos trabajando, ese es nuestro objetivo y nuestro sueño. Ojalá en unos años esté aquí sentada y le pueda decir que hemos sido las herederas de ellas dos.
-Desde fuera, en el ultimo año se ha notado un despegue en su juego. ¿Es así o se trata de algo más gradual?
-No. Pienso que la evolución de mi juego ha sido gradual, cada año he ido mejorando, dando un pequeño paso, pero quizás mentalmente sí. Desde fuera quizás era la típica jugadora que decían: 'Juega mucho mejor al tenis de lo que indica su ránking'. Siempre he oído eso. Pero claro, yo mentalmente nunca daba ese paso de creérmelo o acabar convencida de esas palabras. En 2021 he dado un golpe sobre la mesa en ese aspecto y he empezado a tener más confianza en mí misma, creer me que puedo estar entre las mejores del mundo. Ese paso mental que he dado se ha visto desplegado en mi tenis. Mi físico también ha mejorado, ha sido una suma de muchas cosas.
-No sé si estará de acuerdo, pero pienso que el tenis es hoy uno de los deportes donde más se parecen las competiciones de hombres y mujeres. El circuito femenino ha evolucionado en lo físico, las tenistas tienen más servicio, le pegan más fuerte a la pelota...
-Sí, yo siempre lo digo. El tenis femenino quizás es de los deportes donde estamos mejor pagadas, pero también pienso que es por algo. Creo que es de los que más se parecen hombres y mujeres. Al final en un partido femenino puedes ver un intercambio de 20 pelotas, en los saques hay diferencias, pero de fondo puedes ver partidos emocionantes, te pueden enganchar de forma parecida un partido masculino y femenino. Físicamente cada vez estamos mejor, compitiendo semana tras semana, creo que el tenis femeino esta muy muy alto.
-Pero todo ha sido en 5 o 10 años, antes el tenis femenino era más técnico...
-Sí por eso pienso que se parece más al masculino, es más físico, mentalmente están más preparadas, y el nivel sube mucho cada año.
-Los dobles mixtos están cada vez más consolidados, hombres y mujeres juegan juntos sin problema...
-Yo no los he jugado. Poder se podrá porque se está haciendo, pero a mí es algo que me da un poco de respeto.
-¿Por qué?
-Porque los hombres tienen mucha más fuerza y nivel.
-Aún no hemos hablado de 2022 y ya estamos ahí.
-(Sonríe) Pues un año más, otro año en el que voy a tener cosas que aprender, en el que me voy a equivocar, voy a aprender experiencias muy nuevas otra vez porque es el primer año donde voy a estar top 10. Voy a estar expuesta, la gente espera cosas... bueno, experiencias que voy a tener que estar viviendo. Ojalá dentro de un año esté aquí sentada y diga he cumplido todo lo que quería.
-¿Es un año en el que esperaremos de Paula Badosa o le exigiremos?
-No no, es que sería negar la realidad. En este país con en el deporte funcionamos así. Cuando hacemos unas semis ya lo mínimo es llegar a semis, si ganas esperan que ganes. Creo que forma parte del deporte, lo vemos así, siempre queremos más. Va a ser un año en el que me van a exigir más, pero creo que también estoy preparada para eso. Y para ello también es importante tener un buen entorno, y yo creo que lo tengo
-¿Se va a exigir ya a usted misma ganar un Grand Slam?
-Yo siempre me he exigido, esté la 100 del mundo o en el top 10 como ahora. Soy una persona que siempre he querido más, va a seguir así, forma parte de mí y de mi carácter. Obviamente, dentro de eso por esto tengo un entorno que me da ese equilibrio de que si me exijo mucho ellos me van a intentar tranquilizar o viceversa.
-Si le dan a elegir con una foto de lunes de ganadora de Grand Slam, ¿con cuál se queda?
-Con la Torre Eiffel. Para mí es un torneo especial, lo gané siendo junior, siempre le he tenido cariño y también porque es en tierra y me gusta.
-¿Es sin duda la tierra su superficie favorita?
-Depende un poco, pero si tuviera que elegir... ya no porque me guste más la tierra, es porque quizás a los demás les gusta menos y por eso aprovecho esa ventaja. Pero no, quiero saber que puedo rendir al mismo nivel en todas las superficies. Creo que este año lo he hecho muy bien en ese aspecto y quiero seguir siendo regular.
-¿Qué tiene que mejorar?
-Muchas cosas, creo que no he llegado a mi nivel máximo en ninguno de los aspectos, creo que siempre salen cosas que mejorar, más que nada porque cada día hay una rival muy buena que te hace ser mejor. El nivel está muy alto. Todas están mejorando ahora mismo, no me queda otra que hacerlo yo también.
-¿Es bueno qu el circuito WTA sea tan caótico, entiéndame la palabra, en ese sentido?
-Para mí como espectadora es muy bueno porque te sientas y nunca sabes lo que va a pasar. Cuando ves una película no quieres saber el final. A nosotras no nos importa mucho, yo voy a mi partido e intento ganarlo. Quizás mentalmente sea mejor, puede pasar cualquier cosa, vas cualquier partido pensando: '¿Por qué no voy a poder ganarlo?'.
-¿Tiene una espina clavada por los Juegos Olímpicos? Los próximos son dentro de nada...
-Sí, pasa rápido. Claro que sí. Estuve a un partido de optar a medalla. Llegué con mucha ilusión, preparada para el evento, y que me pasara algo así por un fallo de la organización... la verdad es que fue algo que me fastidió mucho, pero voy a tener oportunidad dentro de tres años y ahí voy a estar.
-¿Fallaron en algo usted y su equipo?
-No, porque hice lo mismo que siempre y nunca me pasó algo así. Al final si pones unas condiciones muy extremas, que luego te das cuenta porque al día siguiente lo cambiaron... yo pienso que hice todo como siempre y lo voy a seguir haciendo. En eso tengo muy buen equipo, no creo nos equivocásemos.
-Medvedev se quejó...
-No fue sólo, él fueron muchos. Para mí fue un error. Si organizas un torneo en Tokio en esas fechas tienes que controlar un poco más los horarios.
-No quería dejar de hablar de cómo fue su bajada a los infiernos y la recuperación, algo que además ha visibilizado...
-Sí, por suerte cada vez se normaliza más una situación que es eso, normal. En el mundo del deporte y de la vida es el día a día. En mi momento cuando me pasó me pudieron las expectativas, estaba muy expuesta. Como hemos dicho, la gente te exige más, no estás preparada para llevar eso, la presión te supera... Obviamente caí en un momento complicado de mi vida. Con ayuda y fuerza de voluntad lo superé y por suerte eso me ha hecho más fuerte. Es muy importante que los deportistas lo hablen porque se nos tiene un poco como a robots, que tenemos que rendir a un nivel, y qué pasa si ese día no se rinde. Pues al final el hay que empezar a normalizar porque somos personas.
-¿Cómo le sucedió?
-A mí me decían que el año siguiente tenía que ser el top 100, con 18 o 19 años, y no estaba preparada. Ni mi nivel de tenis estaba preparado para estar ahí, ni sobre todo mentalmente estaba preparada para llevar esas expectativas o esa presión.
-Y en esos momentos, ¿en qué o quién se apoya?
-Lo intenté con mi familia, pero ellos no conocían el mundo del tenis. Te sientes un poco solo, es complicado salir y sacarlo adelante.
-¿Quién le busca ayuda?
-Bueno, yo misma lo intenté, era todo nuevo para mí. Intentaba encontrar soluciones y obviamente ponerme en manos de profesionales.
-¿Cuál fue la tecla crucial para salir?
-No hay una tecla fija, es un proceso de ir superándolo, encontrar a personas... para mí lo más importante es encontrar un buen entorno y obviamente ir soltando, contando lo que te pasa. Guardarlo dentro siempre es mucho peor. Encontrar a esa gente con la que puedas ser tú y que te ayuden a superar todo eso.
-¿Y se da cuenta de que está curada en algún momento?
-No, es que nunca hay un momento que digas: ya. Vas saliendo del proceso, te vas sintiendo mejor, esos pensamientos van yendo a menos, hasta que llega un momento en el que desaparecen
-Hay enfermedades mentales en las que siempre hay que estar alerta, y se oye que Paula Badosa tiene problemas en ese sentido. ¿Eso es así?
-No, de hecho en su momento pasé por momentos complicados, pienso que todo el mundo. Quizás yo lo pasé peor de otros. En 2021 he sido la persona que mas tie breaks ha ganado, o que más partidos duros ha ganado. Es ventajista hablar determinado momento.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.