La rajada que cambió la historia taronja

La historia más reciente del Valencia Basket, la de los dos títulos europeos en cuatro años, cambió en San Sebastián. Y lo hizo con una rajada memorable de Neven Spahija a su plantilla tras una imagen lamentable en un partido cuyo resultado (70-65) fue lo de menos. El conjunto taronja regresa mañana, algo más de cuatro años después de aquel órdago, siendo un club totalmente distinto. Tras aquella temporada Juan Roig mandó aquel mensaje claro de que no iba a aguantar muchos años más con el proyecto, cansado de invertir millones y millones en proyectos sin alma. La retirada de Pamesa del patrocinio, y la llegada del Valencia Basket sin publicidad, fue el inicio de la Cultura del Esfuerzo. Aunque la raíz de todo aquello comenzó el 14 de diciembre de 2008, en día en el que Spahija hizo temblar los cimientos de una entidad que por entonces presidía Llorente.

El croata había llegado un mes antes tras la destitución de Fotsis Katsikaris, que durante el verano ya había sufrido un intento de motín en Andorra de una plantilla acomodada liderada por Williams y Douglas. Scariolo le pidió a Llorente el corte de tres jugadores para hacerse cargo del proyecto, y el Pamesa optó por Spahija. El técnico quiso marcar muy pronto el territorio, y no dudó en sacar su discurso más agresivo la primera vez que vio sobre el parquet a su equipo dando una imagen que no correspondía a una plantilla millonaria. «Pido disculpas a la afición, al club y a la gente que nos paga porque lo de hoy ha sido una vergüenza. El Bruesa tiene jugadores que le han puesto todo el corazón y nuestras estrellas piensan que vienen a Valencia para coger dinero. Si se vuelve a repetir una actitud tan mala como en este partido, dos o tres jugadores se van para su casa. Si Doblas ha jugado con todo su corazón, jugadores que cobran diez veces más que él también lo pueden hacer», así comenzó la histórica rueda de prensa de Spahija en el corazón de Illumbe.

El croata metió el dedo en la llaga hasta el fondo «porque esta actitud negativa ya lleva mucho tiempo en el vestuario del Pamesa y a mí me han fichado para cambiarla. Voy a intentar a hacerlo, pero si no soy capaz sólo quedan estas dos alternativas, o se manda fuera al entrenador o se manda fuera a esos jugadores». Un mensaje directo para Llorente, que no daba crédito a los mensajes que le iban llegando desde Valencia a cada frase de su entrenador.

Mientras el presidente comenzaba a asimilar el raje, Spahija continuó su argumentario en una sala de prensa que asistió en un respetuoso silencio cada palabra suya: «Sólo digo lo que pienso. Si depende de mí sé lo que hay que hacer, pero el club es el que decide. Yo necesito un vestuario unido, que trabaje y luche unido. Si el club no me lo permite y no me deja hacer, puede echar al entrenador, ese no es mi problema y no me importa». Y fue más allá, al señalar aquella derrota como una de las más duras en su etapa como entrenador «porque la imagen que hemos dado en este partido sin duda que ha sido uno de los peores momentos de mi carrera. No puedo hablar de baloncesto porque antes hay que resolver muchas cosas. En mi carrera siempre he decidido lo que tengo que hacer en la pista y con mis equipos, si mi carrera depende de ellos o cambian su actitud o los mando fuera. Si llegamos al límite sólo quedan dos opciones». Llorente no tardó en contestar a Spahija, y se alineó de parte de su entrenador: «Yo también he sentido vergüenza en el partido de hoy y si habla de cortar o no jugadores, viendo lo de hoy, no sólo son tres, se tienen que ir fuera algunos más». Douglas fue despedido en febrero de 2009, Williams no pasó de junio. Limpieza.