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«El baloncesto me salvó la vida»

«El baloncesto me salvó la vida»

Iñaki Zubizarreta, campeón de la Copa del Rey con el Pamesa en 1998, colabora con la ACB en la campaña contra el acoso escolar: «El silencio es letal»

Miércoles, 25 de diciembre 2019, 22:11

Los seguidores del entonces Pamesa Valencia siempre asociarán a Iñaki Zubizarreta Tellería a la Copa del Rey de 1998. A sus 47 años, se ha convertido en todo un símbolo de la lucha contra el acoso escolar. Su durísima historia, con episodios continuos de vejaciones tanto de compañeros como de profesores, le llevaron a asomarse a uno de los acantilados de su querida Getxo para suicidarse. Zubizarreta defiende que no hay que destruir los temas tabú para erradicar el problema. El pasado mes de octubre inició en L'Alqueria del Basket la campaña 'Actuamos Contra el Bullying' con la colaboración de la ACB y de la asociación NACE, presidida por Javier Pérez. El gran deseo de todo el equipo en plena Navidad es que en 2020 no se viva ningún episodio dramático de muerte de un niño o niña que decida quitarse la vida por no soportar el acoso de sus compañeros.

–¿Qué le aporta el contacto con los chavales en las charlas?

–La energía que me aportan los chavales no se puede describir. Cada vez que tengo una jornada en un colegio salgo con una carga de pilas y una motivación espectacular. Los niños dan vida.

–¿Cada día piensa en que valió la pena ese momento en el que decidió no saltar en aquel acantilado?

–Lo pienso constantemente. De todo lo malo sacas algo bueno y la parte positiva de todo lo que me ocurrió es la recompensa que me está viniendo ahora, con la ayuda que pudo dar a los chavales. Cuando les hablas de algo tan duro notas cómo se implican y cómo empatizan. Escuchan y el mensaje les cala.

–¿Cuál es la clave del mensaje?

–La clave es hacerles pensar. Hay cosas que están haciendo mal y muchas veces no se dan cuenta del daño que pueden hacer a otros compañeros en el colegio. Lo importante es ayudarles a ser personas de bien y darles valores. En el extremo más duro estamos ayudando a salvar vidas porque aquí de lo que se trata es de erradicar el acoso escolar.

–¿El baloncesto le salvó la vida?

–El baloncesto me salvó la vida. Así de claro. Me salvó la vida y me dio vida, las dos cosas. En su momento fue la herramienta que encontré para agarrarme y salir adelante. Con el tiempo, el baloncesto además de salvarme me dio un modo de vida y unos valores.

–Y una segunda familia.

–En Valencia tengo mucha gente que adoro más que quiero. Gente muy especial que la tengo muy presente y que forma parte dentro de mi círculo cercano. Valencia es una tierra que la llevo en el corazón. No es una frase típica, es la realidad.

–Dentro de la familia taronja todos están muy cercanos a Martín Labarta. El histórico delegado de la Fonteta que está luchando por superar un cáncer.

–Martín es una persona a la que quiero con locura. Un hombre de los pies a la cabeza dentro del Valencia Basket. Quiero aprovechar para mandarle mucho ánimo y energía.

–¿El cáncer es otro tema tabú?

–El cáncer es una realidad cada vez más extendida y por eso es importante no darle la espalda a la hora de afrontarlo. Mucha gente que sufre la enfermedad te da lecciones que no encuentras en personas sanas. Hay historias de superación de las que se sale aún más fuerte.

–¿El acosador adulto siempre lo ha sido en el colegio?

–La base de cualquier acoso, ya sea violencia de género u otras violencias, siempre parte del acoso escolar. El acosador adulto ha sido acosador de niño, así que si cortamos de raíz el acoso del colegio estaremos educando para cambiar la sociedad del futuro. Lo que no tienen los niños son herramientas para gestionar sus emociones o sus sentimientos. Falta empatía, respeto e inteligencia emocional. Tenemos que comenzar desde infantil.

–¿Qué papel tienen los padres?

–Son lo más importante. Los hijos son el reflejo de lo que tienen en casa y lo que no se puede hacer es delegar la educación en los colegios. La enseñanza está en el colegio pero la educación se trae de casa. Si algo he aprendido con los chavales es que cuando tienen las herramientas para gestionar las situaciones lo hacen mejor que los adultos.

–¿Están salvando vidas?

–Parar un acoso a tiempo salva vidas. Ante un episodio, por muy pequeño que sea, siempre hay que actuar y denunciar. Parar un acoso a tiempo puede salvar una vida. El silencio es letal, destruye. Cuando estás metido en ese círculo piensas que el único escenario que existe es el infierno que estás viviendo.

–¿Los clubes deben formar personas además de jugadores?

–Que todos los jugadores y jugadoras de la cantera del Valencia Basket lleven en la camiseta el lema de la Cultura del Esfuerzo me parece acertadísimo. En L'Alqueria, además de formar jugadores, se está educando en valores y eso me hace sentir, como exjugador, muy orgulloso.

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