Buenavida: «El baloncesto femenino vende y el mejor ejemplo es la Fonteta»

La vida está pasando muy deprisa en Valencia para Elena Buenavida (Santa Cruz de Tenerife, 2004). Cuando aterrizó el pasado verano, con la vitola de ser una de las grandes promesas del baloncesto español, a buen seguro que no podía imaginar que disfrutaría de sus primeras Fallas disputando los cuartos de final de la Euroleague Women buscando el sueño de la primera Final Four de la historia del Valencia Basket. Las lesiones de sus compañeras de puesto en el primer equipo le han permitido una oportunidad que no ha dejado pasar. Calidad tiene de sobra para seguir creciendo sin límite.

-¿Cómo se digiere afrontar un playoff de la Euroliga con 19 años recién cumplidos?

-Es uno de esos sueños que tienes cuando empiezas a jugar al baloncesto pero que nunca sabes si van a llegar. Ves a las jugadoras profesionales que juegan este tipo de eliminatorias y ahora verte en ese nivel es una pasada. Todo lo que estoy viviendo desde que llegué a Valencia está siendo un sueño.

-¿Nota que le están pasando las cosas muy rápido?

-Me está llegando todo muy rápido. Cuando llegué a Valencia mi mentalidad era ayudar al equipo de Liga Femenina Challenge de Paterna y al primer equipo y están siendo todo oportunidades y experiencias únicas. Estoy contentísima. Es algo que he hablado mucho con mi familia. El Valencia Basket es como un tren que pasa sólo pasa una vez y por suerte he sabido cogerlo. Ahora lo tengo que exprimir al máximo.

-Tiene como compañeras de puesto a la base de la selección española. ¿En quien se fija como referente?

-Son todas referentes. No me fijo en una en concreto sino que estoy aprovechando para hacerlo con todo el equipo. Ver los puntos fuertes de todas las jugadoras de posición que son buenísimas; Queralt Casas, Leticia Romero y Cristina Ouviña. Es coger un poco de todas ellas, como una esponja, para ir creciendo como jugadora.

-¿Qué tienen en las Islas Canarias que salen tan buenas jugadoras de baloncesto?

-Ser canario es una manera que se te da y tenemos una manera de vivirlo, ya sea buena o mala para algunas cosas. Es un carácter y somos cabezones y cuando se nos mete una cosa en la cabeza, hasta que no lo conseguimos no paramos.

-Como jugadora de cantera, me imagino que es un lujo tener unas instalaciones como las de L'Alqueria.

-El proyecto que se tiene en el Valencia Basket, incluyendo L'Alqueria para crear jugadoras desde las más pequeñas, es un proyecto de admirar. Muchas canteras de España tendrían que coger la idea para que el baloncesto, sea femenino o masculino, tenga sus frutos desde la base.

-¿Qué cosa cambiaría, si pudiera, de la percepción que se tiene del baloncesto femenino?

-Una cosa que cambiaría es la importancia que se nos da. Mucha gente piensa que el baloncesto femenino no mueve, no vende o no llena pabellones y eso no es verdad. El baloncesto femenino vende y el mejor ejemplo es la Fonteta. Las aficiones cada vez se están moviendo más con el baloncesto femenino, también en los partidos fuera de casa. Es cierto que el baloncesto masculino es más físico pero el femenino también tiene sus cosas buenas, creo que el espectador cada vez se da más cuenta.

-Al final, lo que ha recuperado el Valencia Basket es un legado de cultura por el baloncesto femenino en la ciudad que ya se vio en el Ros Casares o el Dorna.

-Valencia es una ciudad que siempre ha apoyado al baloncesto femenino y eso se nota. Creo que mucha gente tenía ganas de volver a tenerlo y eso se ve en la asistencia a la Fonteta. No sólo en el pabellón, voy por la calle y me han parado a pedirme fotos. Esto en Canarias no me pasa.

-¿Cómo lleva eso siendo tan joven?

-Al principio me daba un poco de vergüenza pero ahora me hace gracia y es algo que valoro mucho. Antes era yo la que pedía esas cosas. Si me cruzaba por la calle con Alba Torrens me ponía a llorar de emoción. Que ahora la gente me vea y me pare me hace una ilusión increíble.

-¿Lo más complicado de llevar, en jugadoras con tanta proyección, es ese 'hype' que se crea alrededor?

-Es algo que es cierto que es difícil de llevar porque al final lees muchas cosas sobre ti y tienes que aprender a evadirte de los comentarios. Por ejemplo, Twitter es algo que no utilizo para nada e Instagram con mis amigos. Intento aislarme de los comentarios, que pueden ser negativos para la cabeza. Si en algún momento de mi carrera se me sube el ego o se me va un poco seguro que siempre estará mi familia para recordarme que ponga los pies en la tierra.

-¿Se ha alejado de Twitter porque no le gusta esa red social o por la deriva que está cogiendo en muchos casos, con los dañinos 'haters'?

-Sinceramente, es una red social que da pie a hablar mucho y eso en ocasiones puede ser malo. Cuando quieres ser jugadora profesional te comprometes a ciertas cosas y una de ellas es aceptar que la gente hable de tí porque te conviertes en un personaje social. Para evitar tanto cosas buenas como malas, me evado un poco. Tengo Twitter pero lo intento evitar lo máximo posible porque no creo que sea muy positivo para mí.

-¿Cómo afrontan la serie contra el Schio?

-Si no creyéramos que tenemos opciones de pasar la eliminatoria ni nos presentaríamos en Schio. Tenemos una ganas increíbles de jugar el primer partido y vamos a Italia a darlo todo.

-Ahora mismo son líderes de la Liga Femenina y la Copa de la Reina es en dos semanas. ¿Tiene la sensación de que puede llegar el primer gran título nacional esta temporada?

-El equipo está bien, tiene esas cosquillas en el estómago de que se está cociendo algo importante. El equipo tiene ganas de ganar algún título, ya que hace ya algún tiempo que no ganamos nada. No se puede asegurar nada, porque eso se demuestra en la pista, pero tenemos hambre.

-¿Le gustaría jugar muchos años de taronja?

-Estoy muy bien en el Valencia Basket, me están dando oportunidades que parecían impensables y ahora ya el futuro está en sus manos y en las mías.

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