Una Copa del Rey por Miki Vukovic y Martín Labarta

Donde se cruzan los caminos. Ese es el lema de la Copa del Rey 2021 que arranca hoy en Madrid. La primera de la historia del Valencia Basket sin Miki Vukovic y Martín Labarta. El maestro que llevó al Pamesa a la gloria en 1998 –a día de hoy sigue siendo el único equipo debutante que levantó el trofeo– y el eterno delegado de la Fonteta. El último caballero. Sus pérdidas han sido dos golpes al mentón de la familia taronja en los últimos meses, con el dolor añadido de no poder tributarles la despedida que se merecían. La Fonteta está vacía. También lo estará el WiZink Center. Una Copa sin aficiones. Una distopía. El mejor tributo a Miki y Martín sería volver el lunes a Valencia con una hermana para el trofeo del 98 en Pucela. La plantilla quiso posar ayer con él antes de viajar a Madrid. Por si faltara una motivación extra (son 23 años persiguiendo el segundo título) esta Copa también se jugará desde el cielo. Vukovic y Labarta, eternos.

El primer envite para el Valencia Basket es de órdago. El Real Madrid (21:30 horas, #Vamos). Anfitrión, líder tiránico de la Liga Endesa (balance de 20-1) y, lo que es más peligroso en esta cita, el equipo con más colmillo en la Copa en la última década. Los blancos no caen en un cruce de cuartos desde 2013 y, comenzando en 2014, han jugado las últimas siete finales, logrando cinco títulos. Una de ellas, la de 2017, es de durísimo recuerdo taronja. Aquel 97-95 en Vitoria fue un palo –no exento de polémica– tremendo. Otra motivación más, puesto que el club de Florentino Pérez (no está confirmada su presencia en el palco) es una de las bestias negras de los valencianos, que nunca han podido ganarles en la Copa.

La enfermería marcará las horas previas al duelo. El Valencia Basket viajó ayer en AVE sin San Emeterio (aislado por coronavirus en su domicilio desde el 3 de febrero) y Sastre, que no se ha recuperado de su lesión muscular. A la Copa han viajado catorce jugadores, incluido Vives. El base ya ha vuelto a los entrenamientos tras superar su lesión en la espalda y podría ser la gran novedad hoy. Kalinic, que se perdió el partido ante el Betis, también ha mejorado de sus problemas en la espalda. Actualmente es el que tiene la ficha desactivada en la Liga Endesa. Por normativa, Ponsarnau tendrá que hacer un descarte de un jugador no formativo. Si entra Kalinic todas las papeletas las tiene Derrick Williams, puesto que las bajas exteriores obligan a la presencia de Marinkovic y Prepelic y Hermannsson está en su mejor forma.

En el Real Madrid será baja segura Taylor, lesionado el domingo ante el Estudiantes, mientras que Laprovittola vuelve tras superar el coronavirus. Laso reconoció ayer que tiene a muchos jugadores entre algodones. Garuba, que se retiró con un tirón en el glúteo en el derbi madrileño, o Rudy Fernández son algunas de las dudas. El que fuera técnico taronja, que hoy se convertirá en el entrenador blanco con más partidos de la historia, no rehuyó ayer la presión con la que llega su equipo: «Siempre pienso que el favorito es el Real Madrid. Cuando el resto dice que el favorito es otro me da igual y no me cambia mucho. Yo lo siento así. Si dijera que no estoy contento con mi equipo pensaríais que soy gilipollas pero soy exigente con el equipo y conmigo mismo». Laso, por cierto, definió como «magnífico» el trabajo de Ponsarnau en Valencia.

El de Tàrrega dejó claro que su equipo llega a la cita sin complejos: «Sabemos que en la Copa hay mucha ilusión en el club, en nuestros aficionados y he percibido que también en el equipo. Nos gustaría ayudar a hacer más grande la figura de Miki Vukovic. Esa es otra ilusión pero no podemos tener esa presión y sí las ganas de hacerlo muy bien para encontrar nuestra máxima capacidad competitiva. Queremos, tenemos ganas y estamos muy ilusionados». En el precedente victorioso de la temporada (77-93 en la Euroliga) fue clave la aportación del juego interior taronja.