Demostración de fuerza del líder de la Eurocup

Centrando la mirada en lo que depende de cada uno, el juego coral con el que llegó la victoria y que no fuera dependiente del triple para no crear la sensación que sólo desde allí se puede ganar con este estilo (24 de 34 en tiros de dos ante los italianos) fueron los aspectos más importantes. Siempre teniendo en cuenta que se hizo ante un rival lastrado por las lesiones, como advirtió Pedro Martínez: «Esto no va de pasar pantallas sino de jugar partidos y hemos jugado contra un equipo muy limitado por las bajas. Lo que no debemos de hacer es pensar que cuando estamos 30 arriba ese es el nivel. No debemos regodearnos porque hay muchos matices en la victoria. Queremos un equipo que no juegue para uno o dos jugadores, todos tienen que encontrar buenas opciones. Nos da igual quién haga los tiros pero que sean buenos, después de haber movido bien el balón. Hemos tirado algunos tiros precipitados en la primera parte que no son de los que queremos hacer, sino un estilo en el que todos pueden tirar y correr. Hay que jugar tomando buenas decisiones. Me gustaría que pasara que todos los jugadores se sintieran importantes».

Neven Spahija se llevó todos los focos emotivos. Más de catorce años después de ganar la Eurocup con el Valencia Basket, tumbando en la final de 2010 al Alba Berlín en Vitoria, el croata no ocultó su emoción cuando recibió una cerrada ovación de la Fonteta en la presentación. Tampoco tras el partido, en los abrazos que dio en pista y en la sala de prensa: «El cariño del público significa mucho y les quiero agradecer por todo. Mi emoción, cada vez que vengo, sigue siendo la misma. Han pasado catorce años y nada ha cambiado. En mi época hicimos una reconstrucción y ahora tenemos un club que es de nivel de Euroliga y que espero que va a ser de Euroliga. Quiero agradecer a la familia Roig, sobre todo a Juan Roig, por ese nuevo pabellón y todo lo que hace para Valencia y la familia del baloncesto europeo. Ese Arena va a ser una pasada y no se encuentra tan fácilmente ni en la NBA. Enhorabuena para todos los valencianos». El Venezia sólo aguantó con Wiltjer y Kabengele, pero su gasolina no fue eterna. Tras el 24-22 del primer cuarto, los de Pedro Martínez cerraron el rebote en el segundo para ponerse a correr. De ahí llegó el 52-38 al descanso y el 71-51 en el arranque del tercero. Ahí acabó todo.

Valencia Basket: De Larrea (11), Badio (7), Ojeleye (16), Pradilla (9) y Costello (14), quinteto inicial, Filipovic (7), Montero (12), Puerto (4), López-Arostegui (6), Sestina (6), Reuvers (9) y Happ (4).

Reyer Venezia: Moretti (2), Wheatle (12), Simms (2), Witjer (34) y Kabengele (15), quinteto inicial, Tessitori (1), Lever (6), Fernández (6) y Janelidze (5).

Parciales: 24-22, 28-16 (52-38), 25-16 (77-54) y 28-29 (105-83).

Árbitros: Nedovic (ESL), Trawicki (POL) y Peer (ISR).

Incidencias: 4.995 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del padre de Stefan Jovic.