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El Baskonia olió la sangre en la Fonteta, en la pista y fuera de ella, para asestar un golpe letal al Valencia Basket. El equipo taronja se hundió en el último cuarto y el equipo vasco, en unos segundos donde se estaban vaciando las gradas ... es tiempo récord, certificó el triunfo con un parcial de 9-25 que llevó el partido desde el 70-70 al 79-95 en los últimos segundos. Ahí ya estaba claro que la crisis de Euroliga de los de Mumbrú se iba a alargar con la quinta derrota seguida. También la particular contra el conjunto vasco, con el que ha perdido los últimos siete partidos y los seis últimos en la Fonteta. Lo único que sobró en ese final fue la actitud de Moneke, que llegó a encararse con el banquillo taronja con el partido resuelto. Saber ganar es más importante que saber perder. Es una máxima. Por cierto, sólo le contestó el capitán. La bajada de brazos también llegó al orgullo. Un síntoma siempre preocupante.
El Baskonia supo esperar su momento, algo parecido a lo ocurrido en Vitoria hace pocas fechas entre ambos equipos, para llevarse el triunfo. Desaprovecharon cinco opciones de remontar el marcador en la segunda parte pero en la sexta, con un triple de Howard, lo lograron (70-73). La lectura también se puede hacer al contrario. El Valencia Basket desaprovechó la opción de abrir hueco en el momento decisivo del partido hasta en cinco ocasiones. Tras una antideportiva de Marinkovic a Davies, los valencianos subieron el 66-61. Desde entonces, el parcial fue de 18-37 hasta esos segundos finales donde Claver no dudó en saltar desde el banquillo para recriminar a Moneke su actitud. Ivanovic, las cosas como son, también lo hizo a su jugador.
«No podemos perder así en casa, es algo obvio», reconoció Mumbrú tras la dura derrota, que mandó un mensaje a la afición que se marchó dolida y, de paso, a sus jugadores a modo de aviso: «Entiendo que el público se marche cuando su equipo no lo da todo. Les pedimos disculpas por los últimos minutos y no volverá a pasar. De eso me encargo yo. Es mi trabajo». En ese hundimiento general, el particular de Robertson en la Euroliga está siendo doloroso. Ni los aplausos de ánimo, tras las sonoras respuestas a sus fallos, lograron consolar al canadiense. En sus once partidos en la competición, suma 1 de 16 en tiros de dos y 7 de 34 en triples. Un 8 de 50 en tiros de campo. Un 16% de acierto. Un drama. Este viernes, todo el mundo se contagió para firmar el Valencia Basket un 5 de 26 en triples. Por ahí se fueron esfumando las opciones de triunfo en la segunda parte.
Los taronja saltaron concentrados al partido (19-12) pero el Baskonia ya avisó al final del primer cuarto que iba a castigar todos los despistes del rival (21-20). El acierto permitió a los de Mumbrú poner una máxima renta en el segundo cuarto (42-30 con triple de Reuvers) y los de Ivanovic volvieron a avisar de que no iban a rendirse (52-44 al descanso). El tercer cuarto fue un ejercicio de supervivencia de los locales, que defendieron una mínima ventaja, antes del desplome final del último cuarto que fue letal. Fue el peor epílogo para una jornada donde la Junta de accionistas del club aprobó el presupuesto más alto de la historia, los 25,4 millones de la actual temporada.
Valencia Basket: Jones (13), López-Arostegui (9), Ojeleye (16), Reuvers (5) y Touré (3), cinco inicial, Harper (12), Claver (4), Puerto (-), Inglis (8), Robertson (1) y Davies (13).
Baskonia: Miller-Mcintyre (11), Marinkovic (14), Sedekerskis (9), Díez (3) y Kotsar (9), cinco inicial, Howard (24), Mannion (-), Raieste (-), Chiozza (-), Diop (-), Costello (9) y Moneke (19).
Parciales: 21-20, 31-24 (52-44), 18-23 (70-67) y 14-31 (84-98).
Árbitros: Boltauzer (SLO), Difallah (FRA) y Cici (ALB).
Incidencias: 6.573 espectadores.
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