Un tropezón para la tercera plaza

El Valencia Basket eligió un mal día para tener un resbalón en la ACB, tras una racha de 10 victorias en los últimos 12 partidos y tres triunfos seguidos, puesto que dejó pasar una oportunidad para asaltar la tercera plaza de la Liga Endesa, tras la derrota del Joventut en Manresa, y empatar con un Real Madrid cuesta abajo y sin frenos que este domingo juega en el Palau.

Fue una metáfora del partido, puesto que después de una primera parte desastrosa (46-31) el Valencia Basket reaccionó en el arranque del tercer cuarto con un parcial de 0-14 (46-45) y llegó a empatar con un triple de Claver (55-55). El problema es que se quedó ahí. Los taronja tuvieron cuatro opciones de ponerse por delante, las desperdiciaron, y el Bilbao Basket lo aprovechó para dar un arreón en el último cuarto, de la mano de Goudelock y Rouselle, para encarrilar la victoria (72-63). Aunque los valencianos aún quisieron reaccionar (79-76) ya fue tarde.

Peñarroya no puso ninguna tirita tras el golpe: «Me siento bastante responsable de la derrota porque no he preparado al equipo para competir en Miribilla. En la primera parte estábamos en cuerpo pero poca cosa más, distó mucho de lo que hay que hacer para jugar en la ACB fuera de casa. Hemos regalado veinte minutos, no puede ser que estemos fuera de la tensión que tiene que esta, no he mentalizado al equipo bien para el partido». Cristalino.

Lo único positivo, tras llevar sólo un entrenamiento, fue el debut de Hanlan. El canadiense estuvo 15:42 en pista y aportó 6 puntos, 1 rebote y 2 asistencias. Más importante que todo eso, se le vio más integrado de lo que indica los cuatro días que lleva en Valencia. «Ha hecho un buen esfuerzo y ha jugado más de lo que pensábamos por cómo ha ido todo», manifestó Peñarroya.

La primera parte siguió un desarrollo parecido al del encuentro de la Fonteta el pasado noviembre entre los dos equipos, con los de Mumbrú pasando por encima de los de Peñarroya por intensidad y deseo. Como en aquella ocasión, lo menos malo acabó siendo el resultado. Es por ello que el catalán se cabreó tanto esta vez.

Llueve sobre mojado. Con 11 pérdidas en 20 minutos y 28-8 en puntos en la pintura es casi imposible competir. Ayer, entre los interiores (faltó Labeyrie por lesión) sólo se salvó Dubljevic. Un drama para un equipo cogido con pinzas en lo físico.

En el conato de remontada también fue clave la tercera falta de López-Aróstegui, que estaba siendo uno de los estiletes ofensivos junto a Hermannsson. Cuando el vasco se sentó, una gran versión de Puerto (11 puntos y 6 rebotes) aguantó el tipo... pero el drama estaba por dentro, con Inglis y Delgado sumando entre los dos 39 de valoración e imponiendo su ley en la pintura.