Condenados por no meter

El Valencia Basket fiable fuera de casa en la ACB, el que había asaltado las pistas del Real Madrid y el Barça, se ha dejado dos derrotas seguidas lejos de la Fonteta que pueden tener mucha importancia al final de la Liga Regular. La de Lugo antes de la Copa por no saber parar a Musa. La de Badalona, por no meter nada. Cuando firmas un 24 de 65 en tiros de campo es imposible ganar un partido en la ACB. Más aún cuando todos los jugadores en pista, excepto algún momento de inspiración de Prepelic o Hermannsson, están en plano. Otra cosa es encontrar las causas de esa falta de energía ofensiva. Peñarroya, tras la merecida derrota ante la Penya, anticipó alguna de las suyas: «No hemos estado con la tensión necesaria, es el partido en el que no sale nada pero no nos hemos activado y no nos podemos quedar con el no sale nada. Tenemos que hacer las cosas mejor y no hemos dado respuesta ni colectiva ni individual a lo que nos ha planteado el Joventut. No me preocupa el porcentaje de tiro sino el motivo por el que ha llegado en algunos momentos». Una derrota, con Vives y Ribas como estiletes de la Penya, que hace a los taronja perder la cuarta plaza de la ACB.

De Bourg en Bresse, el miércoles, el Valencia Basket ya salió con sensación de gancho físico. Esa noche se salvó la victoria con una exhibición de raza de Pradilla. El equipo llegó al hotel de Ginebra el jueves de madrugada y el viernes ya estaba camino de Badalona, de la que llegó a Valencia también este sábado de madrugada en autobús. El domingo, sin descanso ni casi entrenar, reciben al Manresa. El calendario loco no se puede mover. Analizar la movilidad, sí.

Al Valencia Basket se le juntó todo en Badalona. López-Aróstegi (-6 de valoración) y Dimitrijevic no estuvieron cómodos en su regreso a Badalona pese a que la pitada en la presentación no fue tan grande como se quiso adelantar en la previa (también recibieron miles de aplausos). «Nunca es fácil un partido de vuelta en el club donde te has formado y te has hecho hombre. Ha sido diferente para ellos y viendo cómo ha ido han estado lejos de su nivel. Los que hemos tenido la oportunidad de vivirlo como entrenador sabes que suele pasar», analizó Peñarroya. A los taronja no les salió ni la fortuna de las decisiones arbitrales. Ellos también son deportistas, con sus aciertos y errores. Una falta de Pradilla en ataque, al que le siguen pitando como si fuera un recién llegado a la ACB cuando ya es internacional absoluto, abortó el primer intento de remontada en el último cuarto (del 58-43 al 61-52). El último, llegó desde el 72-65 tras una antideportiva de Tomic a Prepelic (viendo la repetición fue descalificante por agresión). Tras ella, al esloveno se le señaló una falta en ataque y fue expulsado por una técnica por simular la caída tras recibir un contacto. Ahí murió el partido.

Lo malo para los valencianos es que la tendencia ya quedó clara desde el 29-30. Peñarroya intentó todo tipo de quintetos, con triples cambios, pero ninguno le funcionó. Fue, sin duda, el peor partido ofensivo de los taronja este curso. Para analizar.